Capítulo 27

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-¿De verdad sospechas que fue ella? -preguntó anonada -Pero si tú mismo dijiste que ella estaba durmiendo en su cuarto el otro día -dijo terminando de comer por completo su helado.

-Si, pero se me hace raro que ni siquiera haya salido de su habitación a ver que pasaba -reprochó Daniel acomodándose en el asiento.

Era verdad, no siquiera había asomado la cabeza para ver que pasaba, pero de que se iba a preocupar ella si la detesta.

-Tienes razón, pero igual tienes que entender que yo no soy del agrado de ella -añadió _____.

-Bueno, también hay que tener en cuenta eso, aunque no dejaré de sospechar de ella, aunque no encuentro los motivos para que te haya hecho algo así o a caso, ¿tu le hiciste algo? -preguntó mientras saboreaba lo último que le quedaba de helado.

-Eh... Tuvimos algunos malos entendidos, pero nunca le hice nada -explicó.

-Ya llegué -dijo Jan sentándose -¿De qué tanto hablan?

-De nada que te importe -Daniel desordenó un poco el cabello de Jan. -Creo que ya debemos irnos.

-Si, tienes razón -comentó _____ levantándose de su asiento.

El trayecto hacia la casa fue muy divertido para los tres. Risas, chistes y muchas cosas más decían, _____ se sentía muy a gusto con ellos, los trataba como si fueran de su familia, como si los conociera de toda la vida. Daniel era muy buena persona, la entendía, la apoyaba, la escuchaba siempre, la respetaba y la trataba como una persona normal no como una empleada. A Jan lo veía como un hermano menor, tierno, respetuoso y cariñoso. Se sentía feliz con ellos. Se sentía querida. Aunque extrañaba tanto a su familia, especialmente a su hermana pequeña, debía estar aburrida en casa sin poder hacer algo entretenido -pensó _____. Como le gustaría tenerla allí con ella, Daniel y Jan disfrutando de aquel delicioso helado. Una ola de tristeza recorrió su cuerpo, pero no lo hizo notar. Un vacío que era inexplicable, un vacío que no sabía como llenarlo.

Cuando llegaron a la casa eran las siete de la tarde. Patty ya se había ido, tenía también que hacer cosas en su casa, por lo que _____ se encargaría de hacer todo el resto de los quehaceres en la casa de los Bautista.

-_____, tengo hambre -reclamó Jan entrando a la cocina donde se encontraba ella.

-¿Quieres que te prepare algo en especial? -preguntó amable.

-¿Sería mucho pedirte un pastel de chocolate? Hace mucho no comemos uno -se quejó.

-No hay problema, con gusto lo hago, ¿me ayudas? -pidió. Jan mostró una gran sonrisa llena de felicidad.

Después de un rato, Jan se encontraba sentado en la barra comiendo una rebanada de pastel, mientras _____ lavan los objetos sucios que habían ocupado.

-_____ -llamó Jan.

-Dime.

-Quería agradecerte por defenderme delante de Cecilia, me alteré un poco en como me miró -habló, llevándose un trozo de pastel a la boca.

-¿Por qué te alteraste tanto cuando te miró Cecilia? -_____ se quedó callada, esa voz la conocía y de un momento a otro, lo vio parado en el marco de la puerta de la cocina -Anda, contestame Jan Carlo -levantó la voz un poco irritado.

-No hace falta que hables así -defendió a Jan.

-Tú no te metas, el tema es con él, no contigo -la miró unos segundos fulminandola con la mirada, ella solo guardó silencio. -Ahora Jan, ¿dime por qué te alteró la mirada de Cecilia? -preguntó nuevamente.

-Por-porque -no podía decir nada, la actitud de su hermano le hizo sentir pánico.

-Porque Cecilia casi no golpea en frente de mi, sino es porque Daniel y yo estábamos cerca, quizás lo habría hecho -dijo _____ finalmente, irritada por la actitud de Mario ante su hermano.

-¿Es cierto eso, Jan? -preguntó Mario, _____ lo miró a los ojos, pudo notar en ellos coraje, rabia, odio y... tristeza.

-Si... Y tengo pruebas... -dijo Jan levantándose de la silla, se sacó su camisa y les mostró algunos moretones que tenía en los brazos, Cecilia lo había apretado tan fuerte que le dejó varias marcas en su piel.

Mario se acercó a él y tocó un poco su brazo con delicadeza. Miró a su hermano, éste no dijo nada más y salió como un rayo de la cocina. _____ sabía perfectamente a donde se dirigía, le dio mido con tan solo pensar en lo que podría hacer.

-Jan, ¿quedate aquí, si? -él asintió -No vayas, por favor.

_____ salió corriendo detrás de Mario, lo escuchó subir desesperadamente nas escaleras, ya estando arriba gritó el nombre de Cecilia. _____ sintió mucho más terror. Apuró su paso en subir las escaleras. Vio a Mario casi tirar la puerta del cuarto de Cecilia, y entró.

-¿Quien te crees tú para tratar así a mi hermano? -le gritó muy molesto a la rubia.

-¿De que me hablas Mario? -contestó haciéndose la víctima de que no sabía nada.

-No te hagas la inocente Cecilia, ¿quien te dio derechos tratar a Jan así? ¡¿EH?! -Mario le gritaba en la cara a Cecilia, ella solo lo miraba asustada.

-Si Jan Carlo me respetara, no hubiera pasado nada -comentó irritada.

-Lo que haya sido, no te da derecho a tratarlo de esa manera, Cecilia -le echó en cara -No quiero que vuelvas a ponerle una mano encima, ¿¡OÍSTE!? -advirtió tomándola firmemente del brazo que la rubia se quejó.

-Mario -_____ llamó su atención -No es necesario -lo miró a los ojos -Tú no eres así -añadió, bajando levemente su cabeza.

Él se le quedó viendo unos segunos y luego miró a Cecilia, quien tenía cara de "me va a matar, ayuda" para luego soltarla y salir del cuarto rozando hombros con _____.

Solo Soy Una Empleada ||→m.b [Adaptación]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora