Capítulo 19

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-Hey, tú -llamó refiriéndose a _____ -Necesito que ordenes mi habitación ahora -ordenó.

-En un momento, primero haré la de tus hermanos -respondió ella, ya molesta.

-¿Qué no escuchas o acaso estás sorda? Dije A-HO-RA -separó cada sílaba.

-Si te escuché, y creo que tú también me escuchaste, de que primero ordenaré las de tus hermanos y después la tuya -explicó ella, perdiendo la paciencia.

-¿Quién diablos te crees para hablarme así? Eres solamente una pobre empleada -preguntó Mario tomandola del brazo.

-¿Quién te crees tú para tomarme así? Seré una simple empleada, pero tengo más educación que tú -protestó, mirando como la tenía agarrada Mario.

-¿Sabes que te puedo correr de esta casa, verdad? -amenazó él.

-¿En serio? Bien, HAZLO -se defendió -pero si lo haces, en tres meses no tendrás a nadie que te pueda hacer la cama, ni prepararle lo que al señor se le antoje -gruñó. La paciencia que tenía se le estaba acabando -Ahora, por favor, permiso, tengo mucho trabajo -dijo, al mismo tiempo que se deshacía de su agarre.

Mario se quedó parado en el mismo lugar, como en shock, jamás había pensado que ella se pondría así, tan a la desfensiva. Ahora la odiaría más por comportarse de esa manera. La miró como entraba a la habitación de Jan, y pensó: ¿Estaría siendo muy duro con ella?
Hacía tiempo que no sentía lástima por los demás, así que por qué sentirlo por ella. Solo es una empleada y a ellas siempre se les trata cómo tal.

_____ entró a la habitación de Jan enfurecida, y los nervios la consumían por dentro, era la primera vez que se enfrentaba así de fuerte con Mario, pero igual se lo merecía, nadie nunca le había ordenado las cosas de esa manera, ni la habían humillado de esa manera. Una simple y pobre empleada podría serlo, pero era humilde y respetuosa con quién la respetara, todo lo contrario a él.
Hacía la cama de Jan enfurecida, tenía ganas de volver y estrangularlo por idiota, pero si lo hacía seguramente la meterían a la cárcel.

Después de haber hecho todas las habitaciones, se fue a barrer el patio. Barría tranquilamente, hasta que vio unos pies bajo la escoba, unos pies descalzos, se notaban delicados ya que las uñas estaban pintadas de un rojo carmesí.

-Hey...

_____ levantó la cabeza y se encontró con el rostro de la rubia.

-¿Podrías dejar de barrer?, estoy tomando el sol, y no lo puedo disfrutar porque me llega todo este asqueroso polvo -reclamó.

-Lo siento, pero mi deber es barrer todo el patio -avisó _____.

-Si quieres barrer mugre, por qué no te barres a ti misma, ¿eh? -dijo molesta.

-Siempre pensé que las rubias eran tan huecas, y creo que jamás cambiaré mi opinión al respecto.

-¿Me estás llamando hueca, empleada de quinta? -preguntó ya casi tirando el humo por las orejas.

-No sé si el saco te queda, pero te lo presto -dijo _____ y junto con ello, sintió la cachetada que Cecilia le dio en la mejilla, la hizo voltear un poco la cabeza, dejando un poco de cabello sobre su rostro.

-No sabes con quién te estás metiendo pobretona -replicó.

-Lo sé perfectamente, ¿sabías? -detalló ella.

-Eres una mugre, al igual que los de tu clase -reprochó, mientras se retiraba del lugar y entraba a la casa hecha furia.

Solo Soy Una Empleada ||→m.b [Adaptación]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora