En la fiesta de boda celebramos el momento y en parte me sentí emocionada; había soñado mi boda de esta manera y es un sueño hecho realidad, con la diferencia de que tanto Thomas y yo no nos amamos. Solo es un trato.Los primero en abrir el baile fuimos nosotros. Thomas me lleva a la pista y puso una mano en mi cintura y bailamos una canción hermosa llamada for the first time de Rod Steward .
—¿Estás feliz? —me pregunta.No.
—Puede ser —digo imitando su sonrisa para que los demás no piensen mal.
—También estoy feliz porque ellos lo están. Y por cierto, no te había dicho que estás muy hermosa con ese vestido —no pude evitar sonreír y a la vez sonrojarme por esas palabras.
—Haré como que te creo, y si, acepto que tu traje te sienta de maravilla.
Luego de acabar con Thomas, papá me invita a bailar y no dudo en aceptar. En medio de la pista, me sostiene y me mira con ternura.
—Te deseo tanta felicidad —susurra.
—Gracias, papá.
Bailabamos abrazados y no quise que este momento acabara.
Cuando la musica acabó, veo a mi amiga hablando con Matt, el hermano de Saúl. Sonrío porque ella es muy insistente cuando quiere algo y él parece agradable.
Al momento de lanzar el ramo, todas se acomodaron y yo les doy la espalda.
—Uno, dos y tres —anuncio y lanzo ramo, volteo y veo que la tía Paty logró atraparlo.
—¡Oh Dios, me caso!
Río puesto que para agarrar ese ramo tumbó a Jessica y a muchas más, luego se queda mirando a mi padre.
¡Ay no! No tía Paty, no mires a mi papito.
Cuando la fiesta acaba, subo a cambiarme el vestido por uno mas cómodo, porque no pretendo viajar con este vestido. Voy hasta la habitación y me coloco un vestido corto, es blanco con casi la misma descripción del vestido de novia, solo que este cubre mi pecho completo, teniendo algunos encajes y tejidos transparentes, y llega a unos dedos más arriba de mis rodillas.
Acabo colocándome unas sandalias mas bajas, pero con unos pequeños tacones de algunas dos pulgadas.
Salgo y camino por el pasillo encontrándome con Thomas y su prima, me oculto detrás de una pared, porque quiero escuchar lo que hablan.
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Hasta que la herencia nos separe
Любовные романыDespués de una carta de desalojo y una muerte que deja a un hijo al borde de la desesperación, Julia y Thomas tendrán que tomar una decisión para obtener beneficio propio. - Julia no era para nada paciente, se consideraba una chica con los pies s...