Hasta que la herencia nos separe

31- sentimientos y confusiones

Me imagino a mi misma cayendo al abismo. La mirada tan oscura y esos ojos tan claros, me indican que algo aquí no está bien. Algo está saliéndose de control. Es tan confuso y extraño, pero a la vez es tan raro sentirme así. Thomas sin rodear el asunto me pide que lo enamore y deje a Josh. Temo que me esté viendo la cara de tonta, que quiera ponerme loca.

Ya estás loca.

No lo estoy, sólo soy justa. En fin, temo de que sea un juego de él y yo termine afectada. Es que nunca Thomas ha sido tan romántico.

—¿Te sientes bien? —pregunté tocando tu frente para saber si no está enfermo.

—Tu nivel de madurez está pausado. Contigo no puedo más.

Se enojó alejándose de mi y caminando directamente para donde esa chica. Ahora yo me siento más confundida.

—Hola hermosa —escucho decir a cierta persona que conozco. Me giro y le sonrío con muestra de tranquilidad.

—Hola Saul, ¿que tal?

Él suspira y deja mostrar una sonrisa.

—Bien, te ves muy hermosa, ya empiezo a entender el cambio de Thomas —respondió elogiando mi vestido, y yo mantengo un rostro desencajado.

—¿Crees que es por mi? —pregunto curiosa.

—Creo que si, porque el mismo dijo que su matrimonio nunca había sido tan real junto a los sentimientos que "ambos llevan" —hizo comilla queriendo decir que ambos mentimos.

—Pues si "ambos llevamos" esos sentimientos dentro de cada uno. La verdad nunca ha sido falso —aclaro, pero él asiente con una sonrisa burlona.

—¿Segura? Porque podría jurar que ustedes dos se odian a morir.

Trago saliva lentamente y miro hacía atrás en donde veo sonriendo a Thomas junto con ella.

—Nunca lo odiaría, ¿acaso no ves su perfección? —le muestro a Thomas haciéndome a un lado—. Es idiota pero bastante divertido. Es mentiroso pero también sensato. Fue una oruga que se convirtió en... —decido no mencionar la palabra "mariposa" se escucharía feo—, un hermoso picaflor.

Realmente le quedaba mejor la palabra "mariposa" que "picaflor" aunque si, es picaflor, mujeriego.

—Si tú lo dices —él toma de su trago y toce a la vez—. Iré a hablar con mi hermano, nos vemos más luego.

Se acercó y besó mi mejilla para luego alejarse. Cuando giré en busca de Thomas, ya no lo veía.

Aquí vamos, aquí es donde empiezo a sentir más celos, más miedos y repugnancia de imaginar que él se fue con ella. Juro que si lo hizo le cortaré esos huevos, se los daré de comer y también lo lanzo del techo.

Minutos buscándolo hasta que lo encontré en una área más alejada de los demás junto a ella. Me escondí detrás de una pared para escuchar lo que hablaban.

—Pero... es prohibido Thomas. Eso no puede suceder en ambos. Lamento tanto en haberme enamorado de alguien prohibido —sollozaba ella, y ya podía sentir ese dolor impactando mi corazón latente.

—Estás alterada, tienes que calmarte cariño. El amor no es prohibido si ambos sienten lo mismo.

Oh y sientes lo mismo por ella. Jódete.

—Eres tan hermoso conmigo, como te quiero tontito. Llegaste para ser mi ángel.

No aguanté más y me fui de allí enojada. No vale la penas Thomas. Antes era tu prima, ahora es ella.