My School Days→Vkook/Taekook

26

No puedo creer que escribí 7K+ de palabras.

Dulces.

Suaves.

Esponjosos como pastel.

Toda la delicadeza y calidez del mundo en ellos.

Eran perfectos.

—¡Jeon Jungkook, despierta! —¿qué demonios?—. ¡Mueve tu inexistente trasero, tengo hambre! —un dolor punzante me recorrió la cabeza entera—. ¡Jungkook, pequeño demonio, Jin hyung no quiere servir la comida si no están todos en la mesa! —sentí como me arrancaban el enorme cobertor del cuerpo, un terrible frío me empezó a abordar, haciendo que encogiera y tiritara.

—¡Voz horrorosa de gremlin, déjame dormir! —tanteé mi torso y noté que no cargaba mi camiseta, eso empeoraba el frío. Un par de risotadas se hicieron presentes, las di por ignorar.

—¡Ah, otra cosa: tu novio está aquí para ir juntos a la escuela!

—¿Novio? ¿qué novio? yo no tengo ningún novio. La gente está desquiciada, Johnny —escondí mi cabeza en la almohada, sin abrir los ojos aún.

—¿Quién es Johnny? —preguntó otra voz en un susurro.

—Creo que le habla a su pene —respondió el gremlin—. ¡Ah! ¡Olvídalo! Me rindo. Despiértalo tú, Taehyungie, le diré a Jin hyung que su desayuno en familia deberá postergarse hasta mañana. Lamento que te tengas que quedar a ver sus pezones congelados y erectos.

Me sobresalté al instante que oí ese nombre, pero cielos, estaba tan cansado que no pude evitar cerrar los ojos de nuevo aún cuando entrecerrados visualicé a esa esbelta figura a un lado de mí. Percibí suaves caricias en mi mejilla al tiempo en que se hundió el colchón, una esencia poderosa se coló por mis fosas nasales y sonreí complacido al hallarme sintiendo una suave mano enredarse entre las hebras de mi cabello, prolongándose al trazar movimientos lineales y continuos. Mi sueño se profundizaba más y más. Estaba a punto de caer en brazos de Morfeo cuando una preciosa risa llenó mi cavidad auditiva, dándome momentáneamente un sentimiento reconfortante.

—Kookie-ah~. Levántate —esa voz.

No puede ser, sólo estoy soñando demasiado.

Algo esponjoso se enmarcó en mis labios, era suave, justo como mi sueño. Lo que parecía un panquecito intentó moverse un poco, una tenue respiración acarició mi cara también. Quise comerme ese panquecito que se presionaba en mis belfos, mordí ligeramente para ver de que sabor se trataba.

El panquecito desapareció. Dejé de sentirlo y sólo pude escuchar la hermosa risa del principio. Mordí mis labios sonriendo. Ese dulce se sentía como besar a Taehyung de nuevo, no podía verlo en mi sueño, pero no apartaba lo maravilloso.

Oí a esa risa otra vez pero ahora parecía enternecerse. —¡Jungkookie~! ¡Vamos! —un profundo calor se extendió por todo mi cuerpo y sentí manos palpar mi figura. Tenía mi cobertor abrigándome otra vez.

Abrí los ojos de a poco, acostumbrándome a la luz en cada pestañeo que daba, al terminar de abrirse reflejaron la cumbre de la perplejidad, Taehyung estaba tan cerca de mí, detallándome cual loco. En mi jodida habitación. No en mis sueños.

¡Mi maldita habitación!

Pegué un bote -que en caricaturas hubiera traspasado el techo- y me alarmé terriblemente, proferí un grito de pánico al taparme por completo con el cobertor. —¿¡Qué demonios haces en mi habitación!? ¡Por todos los infiernos! —me dio pavor el hecho de que me había visto sin camisa y más al oír algo sospechoso sobre mis pezones, incluyendo que ¡era de mañana! Todo mi ser era un asco a esas horas.