42

1.8K 155 105
                                    

El sol me pegaba en las gafas oscuras con este retintín de armonía, de fondo tenía el sonido de las olas y las inconfundibles risas de niños pequeños. Habíamos venido a la playa. No a cualquiera. Vinimos a la playa que Eunbi reservó sólo para la fiesta que se supondría y debía de estar prendida en estos instantes. Teníamos mesas, una máquina de espuma, dos DJ's y una barra de performance clavada en ¡oh mira! Una tarima. Tiempo pasado.

De momentos imprevistos todo se había cancelado en plena mañana y terminamos escapando Tae, los niños y yo para no perder el dinero invertido de Hwang. Con eso me refería a que me estaba tomando toda sangría con fruta que veía.

—¿Te duele mucho la cabeza? —le pregunté a la Eunbi recostada como un cadáver en la silla de playa al lado de la mía.

—Me duele otra cosa —respondió con la voz extremadamente ronca y forzada.

La chica había terminado por hartarse y se coló en nuestro viaje en el Jeep para mantener distancia de sus amiguitas. No sabía muy bien qué había ocurrido, pero la peli-negra tenía un mal humor que hasta ahora no había podido quitarle con un repertorio de canciones inventadas en ukulele. Aparte de que en la mañana enloqueció a cancelar toda actividad en un griterío que dio lugar en el segundo piso, tuve miedo de ser echado a patadas por un segundo, pero Taehyung me dijo que sólo era una mujer haciendo lo suyo.

—¿Y más o menos qué cosa es? —a mí también me dolía el alma, así que estaba curioso por indagar en dolores y sentirme afín—. Porque no creo que más molido que yo puedas estar.

—¿Alguna vez te han cortado en los genitales? —rezongó, me quedé petrificado. "No" era la respuesta, por supuesto que no—. Una de estas putas no se cortó las uñas y me lastimó. En plena orgía tuve que salir corriendo al hospital de madrugada —el enojo era lo que la dejaba confesar.

Ella me tenía confianza para revelarme estas cosas, eso estaba bien.

¡Un momento, sí tuvieron una orgía, rayos!

—¿Te sientes bien ahora? —con razón no estaba usando un traje de baño, vino con shorts holgados y una camisa sin mangas. Me angustié en serio, era inimaginable.

—Ya pasó la peor parte. Pero eso me ha cagado todo el viaje ahora. Me siento mal.

—¿Estás incomoda? ¿Quieres que nos vayamos? —pregunté con seriedad, porque verdaderamente Hwang tenía las peores de las muecas.

—Pero por supuesto que no, ingenuo idiota. Si los traje fue porque sólo ustedes me ayudarían a sobrevivir a todo esto, ¿qué te pasa?

Algo ligero pero crucial me pasó por la mente. Agregando que quería deshacer la imagen mental previa.

—¿Cuál era la idea principal de este viaje para ti? Porque tú fuiste la que quiso traerlas a todas, ¿cómo es que no las soportas ahora? Parecías divertirte a lo Hugh Hefner hasta hace pocas horas —mascullé, mis ojos midiéndola.

Vi como Taehyung jugaba al tiburón, gruñendo y sacando los dientes para atrapar a sus hermanos, los niños montados en una banana de inflable.

Eunbi deslizó su mentón hacia abajo y se ajustó los lentes de sol que le cubrían los vasos rotos en los ojos.

—Era para ella.

—Oh... —me arrepentí de ipso-facto por preguntarlo, debía suponer algo como eso.

No había entendido hasta ahora el propósito detrás en esto que organizó Hwang, porque no era normal hacer una súper pijamada de chicas en una isla paradisiaca y darles toda esa atención sólo para que te veneraran. Ella realmente quería reparar su corazón, ahogándose en las distracciones perfectas. Eso hacían los ricos, y Eunbi no descartaba esta maña de su naturaleza.

My School Days→Vkook/TaekookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora