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El vuelo 280 con destino a la isla de Jeju partía en más o menos media hora, la felicidad tampoco le cabría a la magnitud, era sólo un vuelo, ya había pasado por este aeropuerto cientos de veces, pero esta vez lo sentía de un diferente en toda proporción. Más la presencia de las personas que me acompañaban, esto se hacía cada instante mejor.

La hora pautada era las ocho en punto, dónde nos veríamos con el grupo que acompañaría a Eunbi, ella me puso en responsabilidad de entregar los boletos de avión; las niñas del Club Tortilla aguardaban junto a mí en las bancas de espera mientras ojeaban revistas y trataban de avisarle de todo acontecimiento pre-abordaje a Eunbi Heffner mediante snapchats.

Aún no digería que la pelinegra hubiese pagado por todos sus boletos, y ni siquiera nos puso en clase media, y también acarrearía con el hospedaje, mínimo tendría que tener una mansión. Lo que justificó Hwang fue algo así como "Eunbi es Eunbi, y Eunbi no se desplaza sin sus putas".

Entonces esto me daba una idea de que las vacaciones que ella nos proponía era un ejemplo plasmado de "barcos y putas". Sonaba asombroso, no estaba mal el plan, claro, si no trajeramos niños pequeños; esperaba a que a la peli-negra no se le ocurriera hacer nada bochornoso, no a plena vista por lo menos.

Taehyung se apareció como alma que evoca a la muerte; lo cual fue gracioso puesto que arrastraba maletas y gran equipaje en cada brazo mientras a su vez lo arrastraban dos niños extra-emocionados. Su cara espolvoreada de simetría irradiando humo negro al son del palabrerío sinsentido de los niños, más escándalo.

Imagínalo ahora en cámara lenta.

—¿Y todo ese negro? ¿Perdiste los tonos de temporada? —era porque vestía camiseta y pantalones entallados junto a converse, del mismo color.

—¿¡Iremos a la playa entonces!?

—¿¡Nadaremos con tiburones bebés!?

—¿¡Tomaremos piñas coladas!?

—¿¡Manejaremos un jet-ski hasta el infinito y más allá!?

—¿¡Poblaremos una isla desierta!?

—¿¡Cruzaremos el mar con la moto de Max Steel!?

Taehyung se plantó delante de mí sin expresión, bueno, no veía más allá de la cara seria. Paró la maleta negra y la otra con la figura gigante de una esfera de dragón a un lado.

—¡Tae-Tae respondeeeeeee! —le gritaron los nenes al unísono.

—¿Y esos niños quiénes son?

Tae miró por sobre de mi hombro a las voces entonando chillos de ternura y curiosidad. Una horda de shorts de mezclilla y sandalias de gladiador se armó a mis costados para cotillear mejor.

—Hermanos de Taehyung —brilló mi sonreír—. Daehyun y Sekai.

—¿Sekai es "mundo" en japonés, verdad? Vaya, lindura —habló la enana de Jimin, quien reposó su mini cabeza en el hombro de la chica Jung de mi clase (no me sabía todos sus nombres).

—Pues sí —respondió Kai aleteando el pestañear.

Las chicas rodearon a los niños enmarcando corazones en las cuencas de sus ojos, poniéndose en su plena voluntad.

Estos dos deberían de ir a ese show de Superman, por Dios...

El rubio (dueño del velorio) miró a estas niñas con el ceño fruncido -no quitó esta expresión para nada-, aún cuando sus hermanos de verdad no tuvieron miedo de esta sobre-atención repentina.

My School Days→Vkook/TaekookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora