—¿Ya me morí? —digo tocando mi cabeza, duele, pero no tanto como las mordidas de mi cuerpo. Me siento como puedo en donde sea que estoy y veo todo borroso, distingo bultos frente a mí, nada más.
—Aún no —alguien me responde haciendo que dé un salto, pierdo el equilibrio y caigo al suelo desde el sillón en donde me encontraba.
Desesperada miro a mi alrededor en busca del dueño de esa voz. Y ahí está, el mismo tipo que me atacó en la calle sólo que ahora tiene puesta ropa limpia, aún así es aterrador. No puedo creer que quiera que Milo esté aquí conmigo.
—¿Dónde est...?
—Ya respondí una de tus preguntas —me interrumpe precipitadamente, eso me hace temblar como un cachorro mojado en la lluvia mientras abrazo mis piernas. Sólo quiero que esto termine, estar tranquila. ¿Es mucho pedir?
—Y-Yo...
—¡Ahora yo pregunto! —exclama dando unos pasos hacia mí y me hago bolita en el suelo tratando de protegerme de algún modo pero se detiene.
—¡No me lastimes! ¡O acaba conmigo de una vez! —grito sin poder controlar los temblores de mi cuerpo, debe ser por la falta de mi medicamento—. Ya no lo soporto... —de nuevo comienzo a sentir ese dolor de cabeza que tanto conozco y creí que jamás volvería.
Espero a que algo suceda, mi muerte tal vez, pero siento algo líquido y frío caer sobre mí haciéndome tiritar, es agua fría.
—Que histérica. ¿Ya terminaste pequeña mausi?
—¿Qué?
—Por poco me estallan los tímpanos por tus gritos. No lo vuelvas a hacer —dice estando junto a mí. Flexiona sus piernas y toma mi brazo para levantarme de manera brusca. Me deja en el sillón y luego sacude sus manos después de tocarme como si yo fuera basura.
—¿Qué me vas a...? —me muerdo la lengua cuando él se abalanza hacia mí y termina colocando sus puños a los lados de mi cabeza. Escucho también crujir al sillón por la brutalidad con la que sus puños lo golpearon.
—¿Quién hace las preguntas aquí? —dice sumamente tranquilo a comparación con sus actos. Trago saliva nerviosa.
—Tú —respondo luego de tomar una bocanada de aire. Me sorprendo de mí misma al no tartamudear.
—Correcto —asiente alejándose—. Ahora... ¿Qué comerás? —me pregunta dando unos pasos fuera de la oscura habitación en donde estamos.
—No q-quiero nada —murmuro sentándome, me muevo despacio porque temo enfurecerlo.
—Como quieras —él sacude su cabello castaño mientras desaparece en las sombras de la casa.
Sin perder más tiempo e ignorando el dolor de cabeza me dispongo a buscar una salida de esta pesadilla, lo más cercano que encuentro es una ventana, corro las cortinas de inmediato y me topo con un cristal oscuro. Trato de abrirla pero es imposible, intento romperla con una silla de madera que tomé, pero la misma no se rompe.
Luego de mis intentos fallidos corro hacia los otros cuartos pero no puedo ver nada, todo está oscuro y termino tropezando con algo en el suelo, caigo junto a esa cosa y se trata de un cuerpo. El de un hombre con el cuello destrozado, pálido y tieso.
—¡Ah! —grito con todas mis fuerzas, desobedeciendo una simple orden que ese vampiro me había dado.
En las calles...
Milo está hambriento y cree que ya es hora de volver con Lian. Le dio tiempo suficiente para que recupere fuerzas mientras que él conocía a unas mascotas. Edith le dijo que son unos amigos fieles, como los perros son para los humanos, con la diferencia que los lobos están a su altura.—Lian —murmura el morocho estando dentro de la habitación y se acerca a la cama creyendo que está allí. Pero se encuentra vacía—. ¿Dónde estará?
Entonces comienza a escuchar una discusión fuera del cuarto, por las voces se trata de los padres de Lian acompañados de otras personas. Están muy preocupados.
—¿Cómo que no regresó?
—La envié a la tienda y no regresaba, entonces traté de llamar a su celular pero tampoco resultó —dice la mujer con tristeza en su voz.
—¿Que? —murmura Milo manteniendo la mirada en la nada. ¿A caso Lian escapó?—. No... no me hará esto, la encontraré —luego de aclarar su mente, sale de esa casa rápidamente y puede ver las patrullas en la entrada. Eso le hace pensar que Lian lleva mucho tiempo desaparecida.
Mientras él camina por la calle, pasando desapercibido entre las personas, percibe el aroma de Li. Es un poco viejo pero lo seguirá de todos modos, ella no escapará.
En una casa desconocida...
Todo un día con esa chica en su hogar y ya tiene ganas de asesinarla. Él le dijo que guardara silencio pero comenzó a gritar como desquiciada al ver el cuerpo de un hombre en el suelo. Ese vampiro no creyó que fuera para tanto, ni que fuera el primer cadáver que ella vio en su vida.Al tener los oídos muy sensibles a los sonidos, el vampiro tuvo que tomar medidas ante los gritos de Lian. Tapó su boca con cinta adhesiva al igual que sujetó sus brazos, los cuales usaba para golpearlo. Luego él sacó ese cuerpo de la sala, porque considera que no sirve si ya no tiene sangre. Lo enterraría lejos de la casa porque no quiere tener un asqueroso cadáver pudriéndose en la casa, con él es suficiente.
—¿Aprendiste? —pregunta una vez que regresó, sus ojos están la chica en el sillón. Lian trata de soltar sus manos pero le es imposible. Lentamente ese sujeto saca la cinta de su boca para escuchar una respuesta.
—Era un... un...
—Las sobras de mi cena del otro día —comenta recibiendo una mirada llena de terror por parte de la muchacha.
—¿Por qué me mira así? No le hecho daño —se pregunta él en sus pensamientos, confundido—. Si bebí su sangre pero...
—Suéltame, p-por favor —suplica cayendo arrodillada a los pies del castaño. Eso lo alaga un poco pero también le da lastima, entonces corta las cintas de sus manos, las necesitará para alimentarse—. Gracias —susurra ella frotando sus muñecas, las mismas están muy irritadas al igual que su boca.
—¿D-Dónde está la salida?
—No tengo que hacer todo por ti. ¡Búscala! —responde el vampiro para luego arrojarse al sillón. Ese es su lugar favorito de la casa para descansar y ella estaba estorbando.
Lian corre lo más rápido que puede para alejarse de ese otro vampiro, sin notar la sonrisa juguetona y cínica que éste tiene en su rostro. Él no se preocupa ni le interesa lo que ella haga. Sólo no quiere perderse el momento y ver su cara de desesperación cuando descubra que no hay salida.
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Sed De Sangre [Secuela/dueño De Lobos]
VampireLian trata de vivir su vida luego de los acontecimientos pasados. Pero descubre que lo que atormentaba a Ruy, ahora está en Milo.