Milo contempla el resto de los edificios, los cuales son muy pequeño y las personas parecen hormigas, desde la altura de la que se encuentra. Sus pies están en el borde mientras que su mirada se fija en el gran abismo que lo espera. Que lo reclama.
—¿Qué crees que estás haciendo? —la chica asiática se encuentra a sus espaldas con los brazos cruzados.
—Así es como debió haber terminado —responde él sin mover ni un sólo músculo—. Yo morí junto con Walter... él me espera —agrega sintiendo el viento acariciar su rostro. Es frío pero no tanto como su piel.
—Tú lo mataste, él se lo merecía y te dieron una segunda oportunidad. ¡No puedes echarlo todo por la borda! —exclama sus últimas palabras.
—No existes... Lian dijo que eres una ilusión y yo creo en ella —murmura, entonces siente unas manos calientes que le queman sus hombros, se gira rápidamente y se encuentra con el mismo pero en una versión más sádica y aterradora.

—Yo soy tú ¡Mírame bien! —la otra versión de él lo toma del rostro con fuerza, la piel de Milo se quema bajo su tacto—. Tú mismo te diste adiestramiento para matar, es tu instinto. ¡Éste eres tú ahora! —el Milo sádico ríe a carcajadas mientras que unas líneas de sangre sale de su boca, sus colmillos son muy grandes y sus ojos están cubiertos de un tono rojo.
—¡No! —el otro se suelta del agarre y toca su rostro, no hay quemaduras en él pero la sensación sigue allí—. ¡Tú no existes, eres una mentira! —grita al punto de desgarrar su garganta. Milo agacha la mirada pero su contra parte sigue allí cuando vuelve la mirada. El viento sopla con fuerza esa noche y las estrellas son los únicos testigos de lo que sucede.
—¿También es una mentira que Lian es tu favorita? —le pregunta el otro sonriendo de lado—. Eso fue muy real y lo hiciste tú solito —contraataca sacándole varias lágrimas al Milo débil.
—Lian... —murmura negando una y otra vez—. No q-quise hacerle daño, yo... la amo.
—Amas su sangre —corrige el otro dando unos pasos hacia él—. Tan suave, exquisita y dulce ¿Ya olvidaste su sabor? Y su olor... agradable, afrodisíaco —Milo levanta un poco la mirada al oír esas palabras, de inmediato recuerda cuando estaba sobre Lian y la besaba como si no existiera mañana. La tocaba mientras ella lloraba—. Si, eso es lo que amas de Lian. Un manjar digno de dioses.
—¡No! —Milo de lanza sobre él en un ataque de rabia, por desgracia ambos caen desde el rascacielos en donde se encontraban. Milo sujeta a su contra parte aunque sus manos ardan, lo mira a los ojos y gruñe—. ¡Ella no es comida y no volverás a hablar así de Lian! —le aclara mirándolo a los ojos.
El otro sonríe cínicamente mientras que el viento hace bailar su cabello, descontrolado.
—¿Entonces qué es, Milo? —pregunta, su sonrisa desaparece cuando ve la de Milo. Ésta es cálida y de alegría.
—Es mi amiga, la persona que siempre ha estado a mi lado —responde cerrando los ojos, en ese momento siente que el tacto sobre su otro yo desaparece, ya no está, desapareció. Milo se siente en paz ahora, su parte oscura ya no existe y él dejará de hacerlo cuando su cuerpo toque el suelo, sólo lamenta no haberse despedido de Lian.
Abajo, en las puertas del edificio, algunas las personas caminan tranquilamente mientras hacen su vida diaria. Pero todo se interrumpe cuando un cuerpo cae desde las oscuras alturas y termina estrellándose contra la acera.
Una mujer grita y de inmediato llaman a una ambulancia mientras que los demás hacen un círculo rodeando el cuerpo de un muchacho. El mismo está sobre unas baldosas quebradas que no resistieron el imparto. Los miembros están entendidos, quebrados, su interior contiene órganos reventados y hemorragias. Por último la cabeza se encuentra sobre un gran charco de sangre, los ojos están abiertos y un parpadeo rápido pasa desapercibido para la gran multitud horrorizada que lo rodea.Unos minutos después una reportera se encuentra frente a uno de los rascacielos más altos de la ciudad mientras que atrás se ubica un cordón de policías que se encarga de alejar a las personas curiosas. La cámara muestra en vivo y directo el cuerpo de un joven de cabello negro, el cual es colocado dentro de una bolsa negra.
—¿Milo? —murmura Lian estando en el suelo maniatada.
—Los oficiales no están seguros pero de presume que se trata de un suicidio, según los testigos declararon que el joven cayó de los últimos pisos por la fuerza del imparto y murió al instante. —habla la reportera mirando a la cámara. Las imágenes del cuerpo de Milo dentro de esa bolsa negra hacer que Lian comience a llorar en silencio. Está en el suelo con las manos fuertemente atadas al igual que sus pies, todo por defender a su hermano de Lydia. La rubia vampiro que eligió a Dante como su favorito hace unas semanas.
—Ahora... ¿Qué haremos con ella y su rata rabiosa? —se pregunta tamborileando los dedos por su mentón.
—Es un hurón —corrige la muchacha levantando un poco la cabeza, Alfred se encuentra dentro de una jaula para gatos junto a Sheldon.
—Cállate —ordena la mujer y los labios de Lian se cierran de inmediato ante esas palabras. Ella se sacude e intenta gritar pero todos sus esfuerzos son en vano—. Ya sé lo que haré con tu hermanita, bonito —comenta dando unos pasos hacia Lian y levanta una de sus manos, las uñas rojas creen un poco más haciendo entrar en pánico a la chica.
—No, para —habla Dante manteniendo la cabeza agachada, es la primera vez que pronuncia una palabra desde que Lian atacó a Lydia. El miedo lo paraliza.
—¿Qué dices pequeño? —unas puntiagudas uñas acarician su mejilla derecha.
—No la lastimes, por favor —suplica mirando a la mujer a los ojos, esos iris verdes se tornan un poco amarillos. Dante traga saliva al sentir otra mordida en su hombro, no grita, sólo soporta el dolor y continúa mirando a Lydia a los ojos una vez que se separa.
—Oh, no me mires así. Conoces las reglas —ella le sonríe mientras frota su nariz contra la del menor.—Pero...
—Nada de peros, esto debía pasar tarde o temprano —Lydia se aleja de Dante y regresa hacia Lian, de nuevo alza su mano derecha a la altura del cuello de la chica. Lista para desgarrar esa delgada piel.
—¡Lian! —una cuarta persona entra en escena. El muchacho mira la situación y frunce el entrecejo—. Déjalos en paz —enfrenta a la mujer dando unos pasos dentro de la sala. Lian se sacude mientras mira a Milo con ojos llorosos. Se alegra de tenerlo allí.
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Sed De Sangre [Secuela/dueño De Lobos]
VampireLian trata de vivir su vida luego de los acontecimientos pasados. Pero descubre que lo que atormentaba a Ruy, ahora está en Milo.