Las consecuencias de una tarde lluviosa

La vida adulta no es color de rosa

Narra Hijikata

Honestamente no sé qué había sucedido para que esos dos se encontraran en la dirección esperando su castigo,

—¿ahora que hicieron?

—nosotros nada, solo fuimos víctimas de los cuervos—responde Kagura

—no mientas, tu tuviste la culpa al aventarme tu obento a mi cara—alega Oboro

—Fue un maldito accidente, yo estaba bajando las escaleras cuando casi tropiezo.

—¿Estás bien Kagura? ¿no te lastimaste?

—no, Okita me sostuvo a tiempo, pero mi preciado almuerzo salió volando y le cayó a este idiota.

—¡oye!

—Luego de eso se puso a reclamarme y no tuve más opción que darle dos cachetadas para que se callara.

—ves, confesó todo la enana.

—¿A quién le dices enana, copia barata de Gin?

—Ahora si te ganaste un boleto al cielo, mocosa.

Oboro está por lanzarse a Kagura pero lo detengo.

—¿Quieren dejar de pelear?

—entiende que solo fue un accidente.

—pero ahora apesto a sopa de miso.

—date una ducha en los vestidores.

—Solo tengo mi uniforme, como siempre me salto la clase de educación física no lo traigo.

—¿Cómo que no asiste a las clases de educación física?

—mierda se me salió—murmura

—Por cierto, tú qué haces aquí Okita.

—el imbécil se rió de mí, así que estaba por darle una paliza.

—pero yo le di un cabezazo—declara con orgullo —¡¿Qué?! No me veas así, tu me dijiste que no debía pelear y esa fue la mejor forma que hice para detenerlo.

Tan solo me lleve mi mano al rostro.

—Eso implica no agredir a tus compañeros, a pesar de que se en defensa propia.

—si, si, lo que digas.

—deja de ignorar mis consejos.

Al final castigue a los tres, Kagura y Okita limpiarán la piscina, la cual sería vaciada, ya que no se necesitaría, ya que el verano estaba por acabar.

Mientras que a Oboro lo castigaba con limpiar su salón, el cual rara vez era limpiado.

Los tres volvieron a sus clases.

Narra Gintoki

No sé a qué mierda había venido mi hermano a buscarme a mi casa, dudo que solo haya venido para molestar a Oshiro Kun.

Cuando le pregunté a que realmente veía me respondió que luego en privado me diría la razón por la que vino a mi casa.

De eso ya hace una semana y no he sabido nada de él.

Lo poco que sabía era por Kagura que me decía que estaba ocupado ya que ellos tendrían una especie de festival en la que cada uno mostraba algunas de la prendas que han realizado durante el año.

Y yo tampoco tenía tiempo para ir a visitarlo ya que pronto tendría los preparativos para el festival deportivo.

Aventé los papeles que estaba leyendo en el escritorio.