No todas las fiestas son como las películas

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Narra Kagura

¿acaso había perdido la cabeza?

¿una fiesta?

No podíamos darnos el lujo de realizar una fiesta porque estaba seguro de que Otose nos callaría a escobazos o llamaría a la policía, en lo mejor de los casos.

Para la suerte del cara de muñeca, nuestra casera no se encontraba. Tanto las luces del bar como de su casa se encontraban apagadas. Al parecer se había viajado fuera de la ciudad a visitar a un amigo que cumplía años.

—ves esto es una oportunidad para hacerla.

Al final la idea de la mega fiesta en la que todo se saldría de control, terminó solo en una pequeña reunión en la que solos estaban presentes, Shinpachi, Soyo, Eitha, Tsuki, Nana, Yuki, Nobume y mi hermano.

Habíamos invitado a todos los de la clase, sin embargo unos estaban trabajando o ya habían hecho planes con su familia, amigos o pareja.

—esto apesta, mi idea era hacer una fiesta masiva, ni siquiera pude conseguir alcohol, más dos latas que estaban en el refri, que tu hermano me quito.

—ustedes son unos niños para beber esto.

—¿y tú no?

—soy dos años mayor que ustedes, tienen entre diecisiete y dieciocho años.

—tenemos diesiseis, ni siquiera te sabes la edad de tu hermana, ademas la mayoria es a los veinte, idiota.

Le tiró la lata de cerveza al piso.

—¡Mi bebida!

—confórmate con beber esto.

—que aguafiestas—respondieron al unísono mi hermano y mi novio

—además ni siquiera ellos beben—señalo a mis amigos que solo con beber coca cola se ponen hiperactivos

La improvisada fiesta, mejor conocida como reunión de amigos continuó entre platicas y karaoke.

—mejor me hubiera ido con Abuto, pero el imbecil dijo que debía estar con gente de mi edad.

—te falto agregar sin un historial criminal—mencionó

Como era de esperarse cuando Shinpachi tomaba bebidas con cafeína terminaba en un estado en el que parecía que estuviera ebrio.

Empezó a cantar el opening de digimon mientras se subía a la mesa que estaba en la sala.

—Si tu lo deseas puedes volar.

Intenta lanzarse de la mesa pero pierde el equilibrio y se estampa contra el suelo.

—ves te dije que no era necesario esa cosa espantosa.

—¿la has probado?

—si, hace un año por accidente, era de noche y me desperté porque tenía sed, pero como me encontraba más despierta que dormida tome la cerveza de GIn, la escupí al sentir aquel horrible sabor en mi boca.

Luego de contarle mi pésima experiencia que me dejó traumada, la fiesta continuó con la llegada de los dulces.

—oye has visto a Soyo, no la encuentro por ningún lado.

—tengo entendido que fue con Kaumi al conbini—responde Nobume

No me esperaba que esos dos se llevaran tan bien.

Me acerco con Okita que está poniendo salsa habanera a las papas.

—¿quieres?

—después.

Las consecuencias de una tarde lluviosaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora