Las consecuencias de una tarde lluviosa

No tuviste infancia si nunca dormiste en clases

Narra Kagura

Han transcurrido algunas semanas desde la reunión en la que terminé peleando con mi hermano.

Le aconsejé o mejor dicho que si intentaba romperle el corazón a mi mejor amiga yo le rompería las piernas, no importaba si somos hermanos.

A pesar de que no me agradaba la idea de que mi hermano un ser sin sentimientos estuviera con mi mejor amiga que era un sol, no tuve más opción que aceptar.

Además, ella estaba emocionada mientras nos relataba cómo su ahora novio que en ese momento no conocía su identidad se le declaró de manera cursi en la rueda de la fortuna.

Ahora que nos enteramos de ese dato, nos mofamos de mi hermano.

—buenos días cuñadito, tengo una duda de donde sacaste tus métodos para declararte de wikihow.

—quieres callarte, al menos si soy cursi no como tu que por su aniversario le regalaste una bolsa de papas.

—En mi defensa no tenía dinero, me acabe la mensualidad que me da el abogado de mi hermana, además a ella le gusto.

Los dos continuaron discutiendo hasta que me harté y decidí adelantarme.

En los casilleros me encontré con Kyubei, que recientemente se unió a nuestro grupo.

—hola—saludé

—hola Kagura—responde

Ella deja sus zapatos, para ponerse uwabaki, ella continúa su camino hacia el salón.

Kyubei se había unido a nuestro grupo después de que realizáramos un trabajo en equipo, ya que ella era una persona que no le gustaba relacionarse con los demás, pero al parecer le agradamos.

La primera clase fue con Gin, eso significaba que tendríamos clase de matemáticas a primera hora, algo que no era buena idea.

Tenía más sueño que ganas de poner atención en clases.

Acerque mi banca junto a la de Okita antes de que empezara la clase.

—Kagura a tu lugar.

—no traje mi libro de matemáticas—respondo

No sé si creyó o no mi mentira, pero se dio la vuelta para comenzar a anotar cosas en la pizarra.

Me recuesto sobre el hombro de mi novio.

—se mi almohada por un rato.

—¿Qué obtengo a cambio?

—lo que sea—respondo

Una sonrisa se forma en su rostro, no tengo tiempo para alegar con él, ya que mis ojos comienzan a cerrarse poco a poco.

Me despierto hasta que un borrador impacta en mi cabeza.

—¡auch!

—dejen de dormirse intento de tórtolos que esto vendrá en el examen.

—aún falta tiempo Shiroyasha.

Un marcador es impactado en el rostro de Okita.

—no me llamas de esa forma, ahora pongan atención en clase.

Esto era una tortura, eran dos malditas horas de clases de matemáticas de dos horas en la mañana. Apenas sobrevivimos a la primera hora y ya no queríamos nada, nuestros cerebros estaban tan fritos por tantos números y letras.

—despacio cerebrito, a penas se sumar y tu quieres que saque la integral de quien sabe que—alego

—ni siquiera sé por qué mierda nos enseñan esto si no vamos a resolver cómo pagar los impuestos con sacar una integral—comenta Okita