•Capítulo 9: Irrumpiendo

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Thomas no tardó mucho en llegar al edificio. Era bonito y seguro, podía estar tranquilo, parecería absurdo pero con una mirada Kate se había fundido dentro de él.

Casi se vuelve loco por el hecho de que no le contestaba, estuvo a punto de regresar a Nueva York para ver qué sucedía pero sabía que lo vería como un jodido acosador maniático.

Subió al apartamento y no tardó en darse cuenta de que no había nadie, miró el bolso y en segundos tomó una decisión.

(...)

— Muchas gracias por la cena Marlon

El pelinegro la observo y suspiro antes de contestar

— No es nada

Kate sonrió y le dio un beso en la mejilla antes de bajar del auto.

Subió a su piso dispuesta a decirle a Josh que le dejara saltarse por su balcón, pero cuando llegó a su puerto noto que está estaba abierta.

— ¡Demonios!

No podía creer que se hubieran metido en su apartamento. Abrió muy despacio la puerta, la luz estaba apagada, sentía su corazón bombardear su pecho cuando entró, cerró la puerta muy despacio.

— No deberías dejar tu bolso abandonado

Su grito se oyó por todo el edificio cuando escucho la voz masculina. La luz se encendió revelando a un sonriente y divertido Thomas.

— ¡Hijo de...— Kate literalmente se le fue encima, Thomas no estaba bien apoyado en el sillón por lo que los dos cayeron al piso— ¡Como te atreves a entrar a mi departamento y asustarme de esa forma!

Thomas sonrió y tuvo que tomarla de las manos para que no lo golpeara. Kate intentó zafarse pero el castaño era demasiado fuerte, hasta que fue ella la que tenía la espalda pegada al suelo.

— Suéltame

— Lo siento, pero me vas a golpear preciosa.

Kate podía sentir el enorme cuerpo de Thomas sobre ella, mientras se miraban, los azules contra los ámbar de Kate.

— ¿Cómo entraste?

— Parker me pidió que te trajera tu bolso, y pensé esperarte adentro

Kate dio por perdida la batalla y se relajo para que Thomas pudiera soltarla.

Thomas se puso de pie llevándose a Kate con él ¿Qué clase de caballero sería sí la dejara ahí tirada?

— No debiste ofrecerte, creí que había dicho que no te quería volver a ver.

Thomas se alejó y se sentó en su sillón

— ¿Dijiste eso? Pensé que había sido algo como "Eres el hombre de mi vida y quiero verte cada día" — Kate frunció el ceño — Vamos Kate ¿Así eres siempre o solo conmigo?

Esta vez fue Kate quien sonrió y se sentó lo más delicadamente que pudo frente a él.

— Solo— la pelinegra acarició la palabra notando como Thomas miraba de sus piernas a sus labios— Contigo.

El castaño se quedó en blanco por bastante rato mientras Kate sonreía , definitivamente Thomas Sullivan era un idiota.

— Van a ser preciosas

— ¿Disculpa?

Su sonrisa característica regresó

— Nuestras hijas Kate, nuestras hijas serán preciosas igual que tú.

Lo Duro de Olvidarte  [Tough 2°]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora