Lo Duro de Olvidarte [Tough 2°]

•Capítulo 42: Nuevo Hogar

Nuestra Pareja Favorita

Kate se levantó de la cama, los nervios comenzaban a apoderarse de su estómago, no sabía que esperar, Julian le había asegurado que estaría bien, le habían llevado ropa. Un comodo pants y una sudadera calientita pues el clima afuera era bastante frío.

- ¿Kate? - al pelinegra levanto la vista y se topó con dos hombres, el primero con el cabello rubio oscuro y ojos azules, el otro un poco más alto y delgado de cabello castaño.

¿Hablas ingles? ¡Oh Gracias a Dios!

Yo te he traído algo, bueno al bebé

Yasha me ha hablado mucho de ustedes
Y tú, hermosa señorita debes ser Victoria ¿Cierto?

- ¿Kate? - la pelinegra volvió a concentrarse en los dos hombres frente a ella. Yakov le sonrió y ella le regreso un más pequeña- ¿Estás lista?

- Eh... sí, creo que sí

- Perfecto, venga vamos, iremos a la casa y ya hablaremos más tranquilos ¿Te parece?

Kate asintió y juntos salieron del hospital, ella ya se había despedido de Julian y Louis.

- ¿A donde vamos?

- Viviras con nosotros cariño

Kate los miró unos instantes, después sonrío.

- ¿Son pareja?- los dos comenzaron a reírse

- Esposos diría yo...

- Yo tuve una novia- soltó en un susurró- era muy guapa...

- Lo sabemos. Ahora, viviras con nosotros Kate, mientras te recuperas ahí podrás estar tranquila y sin ningun problema.

- Gracias.

Yuri la ayudo a bajar la pequeña maleta y la llevaron a su habitación.

- ¿Te gusta? Ya todas tus cosas están aquí, así que no te faltara nada- Kate camino por toda la habitación tocando cada una de las cosas que había en la habitación, no podía recordar pero... de alguna forma sabía que aquello era suyo, lo sabía.

- Es bonita, gracias.

- Podemos comer algo...

- No... yo estoy cansada ¿Podría descansar un poco?

- Claro que sí, siéntete libre de hacerlo lo que te plazca, esta es como tu casa.

- Muchas gracias.

Yakov y Yuri salieron de la habitación dejándola sola. Kate se sentó en la cama y miró hacía todos lados, no recordaba nada, y eso era lo más horrible que podía pasarle a alguien, ya no iba a intentar forzarlo, Julian se lo había advertido pero ella no había hecho caso, por lo que había terminado con enormes jaquecas.