•Capítulo 25: Secreto

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Celoso, estas celoso

Eso era lo que le gritaba su mente, era obvio que debería odiarla, pero verla en brazos de Marlon lo estaba volviendo loco.

Los celos crecían a cada segundo dejando en él la ira.

Kate se había separado de los brazos de Marlon y lo tomó de la mano para entrar a una oficina. Thomas no pudo evitar seguirlos.

Se escuchaban risas en cuanto se acercó, por suerte la puerta estaba abierta.

Se colocó en el umbral y observó a Xing detrás del escritorio sonriendo. Kate estaba sentada con Marlon

— Tienes que conoc...

— ¿Qué, ya viniste a darle la noticia? ¡Felicidades Marlon! Podrías ser padre de una niña de tres años

Kate levantó y lo encaró

— No digas tonterías Thomas, no hables de mi hija de esa manera— Thomas sonrió despectivamente

— ¿ Tu hija? Sí no mal recuerdo hace unos días también era mía.

Kate lo miró con a asombro por sus palabras. Esta vez tanto Xing como Marlon encararon a Thomas.

— Creo que deberías calmarte— le sugirió Marlon

— Tienes razón, de todos modos no vale la pena

— ¡Eres un imbécil!— Kate tomó sus cosas y salió de la oficina, mientras Marlon la perseguía.

La alcanzó a detener antes de que entrara en el elevador

— Kate ¿De que está hablando?

La pelinegra miró a todos lados menos a él.

— Aquí no Marlon, pero sí vienes esta noche a casa, podemos cenar y hablar.

— De acuerdo, a las 7 estoy ahí.

(...)

Se le estaba haciendo costumbre quedarse pensando en la penumbra, ahora no era su sala sino su oficina.

Llevaba bastantes horas sentado mirando por la ventana perdido en sus pensamientos.

El pitido de la alarma retumbó por todo el lugar, el maldito reloj se estaba burlando de él, pues parecía que el número siete brillaba mucho más intenso que otros días

¿Ya habrá llegado? Se preguntó, no podía evitarlo, por más que quisiera no dejaba de pensar en Marlon y Kate en el mismo apartamento, no creía capaz a Kate de acostarse con Marlon teniendo a la niña ahí, aunque claro siempre podría mandarla a dormir con Katrina que según sabía vivía a lado con Xing.

Sí darse cuenta la botella de whisky que tenía a un lado se acabó.

(...)

— Hola— saludo Marlon a la pequeña niña que le había abierto la puerta — ¿Está tu mami?

La niña se le quedó mirando, tenía unos increíbles ojos azules decorados por unas enormes pestañas y claro la forma de su madre.

— ¡MAMÁ!— el grito de la pequeña hizo a Kate correr hasta la puerta

— Victoria te he dicho que no abras la puerta sí no estoy contigo, hey, hola Marlon pasa.

El pelinegro las siguió embelesado con las dos, Victoria era una niña hermosa y qué decir de su madre que se veía espectacular.

Cenaron los tres tranquilos con Victoria siendo la protagonista y haciéndole preguntas a Marlon.

— Ponte cómodo en lo que voy a acostarla

Lo Duro de Olvidarte  [Tough 2°]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora