Lo Duro de Olvidarte [Tough 2°]

•Capítulo 55: Migraña

Antes del capítulo...

Como lo ven hemos llegado al millón en la primera parte de esta saga estoy muy feliz y como recompensa les traigo dos capítulitos de esta hermosa historia, siento decir que son muy cortos, el día sábado murió mi abuelo así que no tuve mucha cabeza, pero ver el millón me alegro bastante así que aquí estoy. También subiré uno de Lo Complicado es Recuperarse. Los quiero, así que disfruten estos capítulos un poco dramaticos

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Un mes después.

Thomas había descubierto el de placer tener un hijo varón y se había propuesto el recuperar el tiempo perdido con Ryan. No es que no amara a Victoria, porque era la reina de su vida junto con Kate, pero con Ryan era diferente.

Todos los domingos se habían reunido pues Thomas estaba decidido a enseñarle a jugar fútbol, el más joven evitaba decirle que ya no tenía seis años y que sabía jugar pero él también había descubierto el placer de tener un padre. Gabriela estaba feliz de ver a su hijo tan contento, su miedo más profundo había desaparecido, Ryan no la odiaba y Thomas no le había arrebatado a su bebé. Los sábados se juntaban en casa de Kate para comer, desayunar, cenar o simplemente estar juntos.

Mientras Ryan estaba en el trabajo, Thomas almorzaba con él y lo llevaba a la universidad acabando su turno, le había ofrecido pagarle una universidad mejor pero su hijo se había negado, su rutina del café matutino se había mantenido. Por primera vez Thomas creía ser feliz.

Victoria se la pasaba pegada a sus hombres, Thomas no podía ir a ver a Ryan sin ella, había sucedido una vez y se la había pasado llorando toda la tarde encerrada en su habitación a los dos les había costado muy caro el perdón de la pequeña, Kate se había reído mucho de la sesión de maquillaje a la que los había sometido, les había hecho creer que no tomaría fotos, pero no perdería la oportunidad para de un buen chantaje.

La familia Sullivan estaba creciendo y no podía ser mejor, Thomas ya no sentía celos al ver a Ryan junto a su hija y su mujer.

Pero no todo había sido tan bueno en esas últimas semanas, Thomas había estado tan concentrado en sus dos hijos que al principio no lo había notado, los últimos días Kate había estado algo distante y hasta irritable, se dormía antes de que él llegara y se despertaba mucho después.

(...)

Ni siquiera intentó abrir los ojos sabía que en cuanto lo hiciera el agudo dolor le recorrería toda la cabeza hasta marearla terriblemente y sacarle dolor de estómago; y al parecer hoy sería peor, pues podía sentir las náuseas sin haberse movido.

El sonido del despertador le taladro los oídos, su cuerpo se encogió por el ruido, sintió a Thomas levantarse y apagarlo. No le había dicho nada de cómo se sentía, había estado tan feliz que no quería preocuparlo, así que no había mencionado nada de sus malestares.