Entre el Cielo y la Tierra [TERMINADA]

03. *1*

Sábado 16, 10:30 AM

Odio tener clase los sábados, por suerte solo es por un par de horas y dos veces al mes.

Como llegaba tarde tomé un taxi.

- Aqui esta bien. Le dije al conductor.

Apenas baje vi a Jennie, corrí hacia ella.

- ¡JenJen!. Dije para abrazarla.

- ¿Me extrañaste Nabong?.

Le di un leve golpe en el hombro.

Entramos, teníamos nuestros brazos entrelazados, los comentarios no se hicieron esperar.

- Ahí van las enfermas, alguien debería darles una lección, ¿Acaso no tienen vergüenza?. Eran algunos de los comentarios.

Ya estoy acostumbrada a estas clases de comentarios, honestamente... siento algo por Jennie, la conozco desde hace mucho tiempo, tengo la ligera sospecha de que también siente lo mismo por mi, me gustaría que me lo confesara.

- ¿Qué pasa?. Me dijo Jennie, sin darme cuenta me había detenido.

Sonreí y negué.

Al estar cerca de la biblioteca notamos algo, varios estudiantes estaban reunidos.

- Vamos. Me dijo Jennie para halarme.

La bibliotecaria estaba hablando con un par de policías, uno más alto que el otro.

- ¿Qué es lo que falta?. Preguntó el más bajo.

- Es difícil saberlo, las computadoras estan intactas, a parte de eso no hay mucho que robar. Le respondió la bibliotecaria.

- Solo hay una ventana rota, probablemente solo fue acto de vandalismo.

- Seguramente fueron esas tres. Dijo con desprecio la bibliotecaria.

- Creo que detendran de nuevo a Jeongyeon y sus amigas. Me susurró Jennie.

Regresamos al salón, habían tres asientos vacíos.

- ¿Las habrán atrapado antes de que entren?.

- Jennie... yo fui quien rompió la ventana. Le confesé.

Jennie me miró extraño.

- ¿Saliste por la ventana?.

- No, ayer-.

- ¡Im Nayeon!. Gritó Jeongyeon mientras pateaba la puerta para entrar, traía consigo al MiMo.

- ¿Creíste que no lo notaríamos?. Esta vez habló Momo.

- No sé de que hablas. Dije ignorandolas.

- ¿Esto es tuyo no?. Me dijo Mina mientras me mostraba el zapato que había lanzado.

- No. Dije después de ver el zapato.

- ¡No mientas!, el otro zapato estaba en tu casillero. Dijo Jeongyeon para golpear uno de los asientos.

- ¡Déjala en paz!. Dijo Jennie para golpear su asiento.

- Veo que regresaste, ya me estaba aburriendo de molestar a tu novia. Le dijo Jeongyeon.

- Ahora que estoy aqui no dejaré que la molestes. Le dijo Jennie.

Jeongyeon sonrió y se acercó a mi, la tenía frente a mi, me miraba a los ojos.

- No dejaré que por tu culpa seamos castigadas.

- Pensé que un acto de vandalismo más te haría popular. Le dije.