Prólogo

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Dos años después. New York, 18 de abril.

Después de tres horas de viaje, Karol baja con Valeria en brazos. La niña tiene el cabello castaño atrapado en una coleta de caballo. Un overol azul, una camiseta larga y unas converse de su talla. Es realmente guapa. Su piel blanca y sus mejillas ligeramente coloradas acentúan el verde suave de sus ojos.

Karol mira a ambos lados. "Vale" como ella le dice, está jugando concentrada con su celular. Sus ojos miran la pantalla totalmente maravillada y perdida en su mundo, mientras su madre camina y hace mover su cuerpecito de un lado para otro. De pronto, una llamada. La pantalla cambia y un nombre aparece en ella.

- Dame eso, bebé. - le pide Karol y con una expresión fastidiada, Valeria le sede el móvil a su madre. - ¿Hola? - contesta ella, logrando ubicar un asiento en medio de la estación de tren.

- ¿Cómo están? - la voz de Agustín suena irritada. Aún está jodido y enojado por la descabellada idea que Karol ha tenido sobre ir a New York una vez más. Pero nunca podía convencerla ni interceder en sus decisiones.

- Bien... - Karol suelta un suspiro. Toma asiento sobre la butaca larga y sienta a Valeria sobre sus piernas. - Esto ha sido un tanto largo, es todo.

- ¿No te arrepientes?

- Sabes que no.

- Mm. - Agustín niega con la cabeza en la otra línea. - ¿Cómo está ella?

- Mejor que nunca. - Karol sonríe y mira a su hija con ternura, jugando con su cabello.

- Dile que la extraño mucho.

- Lo haré, creo que ella también te extra...

- Y a ti. A ti también te extraño muchísimo Karol.

Ella sonríe y baja la mirada.

- Vamos a estar bien.

- ¿Tú me extrañas?

- Por favor... por supuesto que sí Agus.

- No debiste irte. No sabes lo jodido que estoy por eso.

- Te lo digo una vez más, vamos a estar bien ¿okey? No tienes de qué preocuparte. Sé defenderme, lo aprendí de ti. - Karol aprieta a Valeria contra ella y la abraza suave.

- Ya sé... ya sé... - refunfuña en el teléfono. - Pero me gusta protegerte.

- Ya lo has hecho por dos años.

Un silencio grande se abre entre los dos.

Sí... dos años... dos años protegiendola de Tentation. De los peligros que ella misma había decidido llevar alguna vez. De toda esa mierda, convertida en mafia, que ahora la busca por no haber completado una misión.

- Oye...

- ¿Si?

- Si Ruggero... si algo sale mal con él... sabes que siempre voy a estar para ti, Sevilla. - traga saliva. Solo con ella había logrado hundir tanto su ego como para decirle esto a alguien. Le necesitaba. Como al maldito aire que estaba ligado para poder sobrevivir. Y estaba dispuesto a hacer lo que sea por ella, aunque Karol después de dos largos años, haya preferido ir en busca de Ruggero para enfrentarlo... que quedarse con él. - Quiero que tú y Valeria estén bien.

Karol suelta un suspiro... un viento desacomoda el cabello de Valeria y lo hace desordenarse por sus mejillas. Pero aún así va guapa. Es preciosa y se le parece mucho. Ella es la razón por la que está ahí en New York. La única razón válida que tiene para ver a Ruggero una vez más. Para enfrentarlo tal vez por última vez. Sabe que con Tentation buscándola no tiene mucho para elegir, que aún así con la ayuda de Agustín la encontrarán en algún momento. Además, no quiere involucrar a su hija en todo ese mundo de armas, dinero y gente muerta. Necesita de Ruggero. Necesita decirle que su hija acaba de cumplir dos años y que le necesita, mucho... como ella.

- Vamos a estar bien. - repite Karol por última vez.

Mafia Tentation 3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora