75.- •Narrado•

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Maratón 32/100

Narra Caro:

Estoy tan cómoda... podría quedarme así toda la vida.

—Y después nosotros somos los picarones.—Dijo Valu entrando a la parte delantera del auto. Sonrei.

—Pensa bien en lo que decis. Mirate al espejo, labios hinchados.—Respondió Agus sin abrir ni un ojo.

—Hola amiga.—Me levante del pecho de Agus para verla a la cara.—¿Mike?.—pregunte tallandome los ojos.

—Está ahí.—Señaló atrás. Ahí se encontraba subiendo las valijas.

Volví a acostarme y me abrace más fuerte a Agus. Tenía mucho frío. El me rodeó con sus brazos.

—¡Buenos días dormilones!—Gritó Mike entrando al auto.

—Shh... no grites Maicol...—Agus y su mala pronunciación solo para molestar a Mike.

—Buenos días, amigo.—Le sonreí y cerré mis ojos para así caer en un profundo sueño.

(...)

—Hey niños... ya llegamos.—Escuche la suave voz de Valu.

Antes de levantarme de Agus, deje un beso en su pecho para que se despertara.

Funcionó.

Bajamos del auto, luego bajamos las valijas y entramos.

Nos checamos y entramos a la sala de espera.

—¿Por que hace tanto frío?—Pregunte frotándome los brazos. Creo que fue una mala idea no traer una campera.

—No hace tanto frío, amor. Ten.—Me puso su chaqueta encima de mis hombros. Mmm, huele a el. Le sonreí en forma de agradecimiento.

De pronto me siento como... como sin ganas de hacer nada. No tenía fuerzas y casi me caigo al suelo de no ser por Agus, que me tenía sostenida por la cintura.

—¡Carolina!—Me sostuvo más fuerte.—¿te sentís bien?—Me tocó la frente.—Amor, estas ardiendo en fiebre.—Me abrazo. Con muchísima razón sentía tanto frío.

—No, Agus. No te acerques tanto a mi. No quiero contagiarte.—Baje la cabeza. ¿Porque me tenía que enfermar justo ahora?

—Vení, vamos a sentarnos con Valentina y Michael para ver que vamos a hacer.—Caminamos hasta los asientos en donde se encontraban Valu y Mike.—Chicos.—Nos sentamos.—Carolina está ardiendo en fiebre.—Terminó de decir y pasó sus manos por su rostro con frustración. Los chicos abrieron sus ojos.

—Agus, no te estreses.—Le dije acariciando su brazo.—No quiero que pases ningún mal momento y menos por mi.

—Lo se Caro, pero no me gusta que te enfermes. ¿Que hacemos chicos?

—Yo creo que lo mejor es que nos quedemos y dejemos este viaje para después.—Dijo Mike.

—Nonono, eso es lo que menos quiero. Nosotros viajaremos si o si.—Dije yo.

—Pero amiga, no te sentís bien.

—No, nosotr...

—Pasajeros que viajan al destino de Los Ángeles, California por favor dirigirse a la puerta de embarque.

—¿Vieron? Ya nos vamos.—Me levante dispuesta a caminar pero me mareé y me caí en la silla de nuevo.

—¿Estas segura, Carolina?—Me preguntó Agustín con su cara seria. Asentí.

—Solo ayúdame.—Esta vez, me levante con ayuda de el y los cuatros nos dirigimos a la puerta de embarque.

(...)

—Vos descansa, Carolina.

—¿Por que tan cortante?—le pregunte entrelazando nuestros dedos.

Ya nos encontramos sentados en nuestros respectivos asientos.

—Estoy preocupado por vos. Te puede pasar algo cuando estemos en el aire y no podremos hacer nada.

—Te dije que no te estresaras. No me pasara nada. Solo es fiebre. Además, vos también tenes que descansar. Los dos dormiremos todo el vuelo ¿Si?—Asintió no muy convencido.

Ahora sí me acomodé bien en mi asiento. Que bien que nos tocó en la hilera de dos asientos. Mike y Valu están delante de nosotros.

(...)

—Señores pasajeros, en nombre de la aerolínea les damos la bienvenida a nuestro destino Los Ángeles, California.—Anunció un aeromosa por los altavoces del avión.

Todo el vuelo lo pasamos dormidos, por lo menos Agus y yo, a excepción de un momento antes de aterrizar para ver el paisaje, y saque una foto. Ya es de noche. Pero Agus, a cada rato, se despertaba y me tocaba la frente hasta un punto en que ya no lo volvió a hacer más. Y es que ya me sentía muchísimo mejor.

En este preciso momento está más que rendido. ¿Y como no? No ha descansado. Pasó todo el vuelo revisando que yo me encontrara bien.

Me da dolor despertarlo, pero tengo que. Sino, Mike lo levanta a gritos, cosa que lo pondrá de mal humor.

Empecé dándole cortos besos en la mejilla, murmurando un "despertate amor". Cuando me estaba acercando para darle otro más, el volteó la cabeza causando que se lo de en la boca.

Seguimos besándonos hasta que entre en razón y me separo. Él abrió sus ojos lentamente y apoyo de nuevo, la cabeza en el asiento.

—¿Ya llegamos?—Preguntó volviendo a cerrar los ojos.

—Si, amor. Yaa, despertatee.—Dije sacudiéndolo del brazo y haciendo énfasis en el "Ya" y en el "despertate" sonreí.

—Parece que alguien está de buen humor.—Asentí sonriente y el beso mi sonrisa.—Así es que tiene que ser.

—Digo lo mismo de vos, tenes que estar de buen humor, amor. Dale. Dame una sonrisa perfecta de las tuyas.—Dije mirándolo. Él sonrió de una forma muy chistosa. Sus ojos se achinaron tanto que no pude contener una carcajada.

—Shh, Caro.—Río el.—Parame el bullying eh.

I Want You, Only You | Aguslina | #IWYOY1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora