>3< Actualización >3<
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El silencio era vacío. Tsukishima estaba ahí, en el centro de este, recostado sobre uno de sus costados, observando la roja pared de su habitación. No se sentía como si el tiempo estuviera corriendo, nada estaba sucediendo, no avanzaba. Era estático, tanto como las emociones en su pecho, como cada uno de sus pensamientos y su cuerpo, que se mantenía echo un ovillo. Sin energías para levantarse, sin deseos de sentir o siquiera pensar. Una única y solitaria lágrima se deslizó, surcó lentamente por su fría piel hasta perderse sobre la almohada. Apretó una mano, papel crujió en medio del silencio...el logo de un hospital estaba impreso sobre este.
— Kei, bonito...— le llamó Kuroo desde la puerta ¿Desde cuándo estaba ahí? El rubio apretó los párpados, sus labios no emitieron una sola respuesta. Silencio volvió a reinar en la habitación, suaves pasos se hicieron escuchar, entonces uno de los bordes de la cama se hundió suavemente bajo el peso del cuerpo del moreno — ¿Qué pasa? ¿Te sientes mal otra vez? — más silencio, el mayor le apoyó una mano sobre la cabeza, dedos enterándose suave y gentilmente entre sus doradas hebras, deslizándose entre ellas — ¿Fuiste al hospital? ¿Está todo bien? El...
— Lo siento — susurró Tsukishima, volvió a apretar el sobre entre sus manos, no se volvió para mirarlo, no tenía el valor para hacerlo, sin embargo extendió la mano y se lo entregó, sintiendo el estómago apretarse. Se mordió el labio inferior. Sus emociones volvían y se enterraban en su pecho, le apretaban el corazón...quería llorar — Lo siento...creí que, pensé que esta vez...— le temblaron los labios, los apretó, un sollozo amargo murió en su garganta — Lo siento...no estoy embarazado...— sollozó, un nudo de lágrimas lo ahogó sin piedad. La realidad volvió a golpearlo y el peso de esta cayó sobre sus hombros — El doctor me lo dijo esta mañana...lo siento.
Por un momento, Kuroo no dijo una sola palabra ¿Estaba molesto? Probablemente decepcionado, los dos esperaban que sucediera, los dos lo deseaban con todo el corazón, pero era inútil...él era inútil — No pasa nada, Kei — susurró el moreno al mismo tiempo que le tocaba el hombro en un gesto conciliador y dulce — Está bien, no llores...por favor, duele.
Tsukishima apretó el abrazo sobre sus rodillas, soportando las lágrimas que amenazaban con derramarse de sus dorados ojos. Ahogó un sollozo cubriéndose la boca con una mano, sin embargo no fue capaz de evitar que sus hombros se estremecieran bajo la fuerza de sus emociones. Dolía. Le atravesaba el pecho. No estaba bien, quería ese bebé, ambos lo hacían. Fue tan feliz cuando vio las dos líneas rosa del test de embarazo, no recordaba haber sentido más emoción en toda su vida. Fue maravilloso. Había esperado tres años por eso, tres años de añoranza, tres años de espera que culminaron en un falso positivo y con este, un cúmulo de ilusiones rotas...y el mundo que abrazó por un instante cayéndose a pedazos.
Sintió tristeza, pena, pesar, frustración y un doloroso hueco en su interior. No había bebé, nada estaba creciendo en su vientre y probablemente nunca lo habría...lo sabía bien, sin embargo ese tormentoso pensamiento, la verdad que necesitaba aceptar, aún fue capaz de destrozarlo, de hundirlo en su vacía angustia.
— Quizá algo debe andar mal conmigo — susurró aun dándole la espalda a Kuroo. Sus labios dibujaron una amarga sonrisa burlona, sin embargo lágrimas de angustia y frustración se derramaban de sus ojos...no quería que él lo viera así, no quería seguir haciéndole esto — No te culparía si ya no quisieras seguir conmigo — era lo que la madre del moreno quería, lo había escuchado antes y tal vez tenía razón ¿Quién querría a un inútil como él?
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Ruptura [Editado]
Fiksi PenggemarUn plan de vida roto, una noticia que podría cambiarlo todo y la perspectiva de un nuevo comienzo. Kuroo/Tsukki Akaa/Tsukki