>3< Actualización >3<
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La residencia de la familia de Hinata parecía una especie de colorido campo de batalla entre los que destacaban algunas piezas lego rosa y amarillo, y bloques de construcción que formaban pequeñas pilas de lo que alguna vez fueron ingeniosas creaciones y que hacían ver a los desastres en la cabaña como una sencilla obra que armonizaba con el ambiente. Mantas de colores sobre el sofá, más juguetes, dibujos sin terminar sobre la mesa, otros pegados sobre las paredes, acuarelas, crayones y lápices de colores rodando perezosamente sobre la madera, algunos también sobre las escaleras formaban parte de la decoración de la sala de estar.
No había forma de no llamar desastre a esta escena, sin embargo tampoco podría ser el caso.
Sorpresivamente la casa estaba limpia y perfectamente ordenada; las cortinas de un azul pastel hondeaban con la brisa, presumiendo su inmaculada delicadeza. Pequeños rayones recién borrados podían apreciarse sobre la pared, había algunas gotitas de pintura esparcidas por la alfombra y animales de felpa obedientemente alineados sobre el sofá, dándole un cálido ambiente hogareño...un ambiente feliz y dulce que se reflejaba en cada rincón, en cada fotografía de las dos niñas sonrientes que adornaban aquel espacio, en cada pequeño detalle de este.
Un cálido ambiente que le hizo sentir un poco envidioso y...solitario.
— Ha pasado mucho tiempo, Tsukki — la puerta de la habitación de Hinata se abrió y fue Yamaguchi quien lo recibió e invitó a pasar dentro de esta. Le sonreía cálidamente, incluso se permitió abrazarlo y el rubio hacerlo de vuelta — Te ves bien.
— Gracias...tú también — le sonrió suavemente — No imaginé que también estuvieras aquí — sus ojos barrieron superficialmente la habitación al mismo tiempo que caminaba hacia el interior; era amplía, la luz del sol se derramaba gentilmente por cada rincón, tamizada por delegadas cortinas y se reflejaba sobre los pequeños detalles en blanco y azul de las paredes. Una cama de tres plazas estaba dispuesta en el centro y sobre esta, un Hinata con los brazos cruzados y las mejillas infladas estaba sentado — ¿Qué le pasa a él? — Tsukishima lo señaló con un movimiento de cabeza, esa no era la imagen que esperaba ver y se sintió curioso por la situación que había llevado a ese siempre sonriente chico a parecer malhumorado.
Yamaguchi rió nerviosamente al tiempo que se frotaba la nuca y regalaba una fugaz mirada al chico en la cama — Está un poco... ¿Frustrado? — respondió sin estar muy convencido al respecto, una ligera mueca contrayéndole el rostro — Creo que vas a entenderlo mejor si te acercas.
A la izquierda de la cama, una larga cuna blanca estaba ubicada, dos niñas vestidas con un par de vestidos blancos con estampados de girasoles daban saltitos sobre un par de taburetes y se apoyaban de los barandales al mismo tiempo que estiraba las manos, buscando tocar con ilusión a sus nuevos hermanitos. Junto a ellas un niño de alrededor de ocho años las sujetaba cada vez que alguna estaba a punto de caer dentro de la cuna o se tambaleaba sobre sus pies. Cosa que ocurría con mucha frecuencia. El rebelde mechón rubio que saltaba por sobre su cabeza, agitándose con cada movimiento. La expresión de su rostro le recordó mucho a Yachi en sus días de juventud, sin embargo las pequeñas pecas sobre su nariz le hacían ver más como Yamaguchi.
— Tío — el pequeño rubio, Sei, lo miró casi suplicante, debía tenerla difícil al tener que lidiar con ellas, sin embargo Tsukishima no podía hacer mucho al respecto en su actual estado, así que agitó la cabeza y le revolvió el cabello como disculpa. El pequeño niño se sonrojó suavemente y le sujetó la mano.
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Ruptura [Editado]
FanfictionUn plan de vida roto, una noticia que podría cambiarlo todo y la perspectiva de un nuevo comienzo. Kuroo/Tsukki Akaa/Tsukki