INITIUM (#1 La legión de los infectados)

Prefacio

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Año 2018

Los devastadores y apocalípticos sucesos que acontecían en el mundo habían dejado a la humanidad sin nada. Anarquía y guerras se producían por lo poco que quedaba. La escasez de agua y otros suministros básicos, había terminado por generar un caos masivo en cada lugar del planeta; habían muertos en las calles; la gente comenzó a asesinarse entre ellas, por un lugar para pasar la noche, un vaso de agua, una manta, hasta que llegaron a un punto donde se asesinaban por hambre y comenzaron a alimentarse de lo primero que veían a su alcance... otra gente.

Los débiles comenzaron a morir, ancianos, niños y cualquier persona que titubeara al momento de asesinar a otra. Las prisiones colapsaron y más criminales caminaron entre ellos, comenzaron a aparecer enfermedades que no se veían desde la edad media, la suciedad y muerte gobernaban la tierra como un hoyo negro que jamás se detenía, pero existía un lugar que era considerado un mito, una de las tantas teorías de conspiraciones en aquél entonces... pero , estaban equivocados, A.L.S.K era real.

La esperanza estaba puesta en un solo hombre, el dueño y fundador del lugar que era considerado como la última esperanza de la humanidad, quien aseguraba tener la solución para que su nación triunfara sobre otras, en ésta incesante guerra por un nuevo comienzo.

- ¡Raphael! Me alegra que hayas venido. - Dijo el hombre que financiaba al ejercito más poderoso de aquél entonces, aún así... estaba perdiendo la guerra.- ¿Algún progreso?

- Mucho más que eso, Alastair. Mucho más. - Aseguró.- Tengo los primeros sujetos... Listos para comenzar.

- ¿Cuantos? - preguntó.

- Comencé con dos, un hombre y una mujer.- Comenzó a explicar.- Ahora ya van cuatro. Te aseguro que jamás se ha visto nada igual, viejo amigo. - Dio unas palmadas en su hombro.- Aún están dormidos, pero han respondido bien.

- Bien, bien... - Dijo el hombre alto y algo regordete mientras se iba a sentar.- ¿Estás listo para una legión?

- Absolutamente. El gen funciona de maravilla. - Aseguró.-

- ¡Bien! - Exclamó.- Entonces, dime... ¿Que tiene de especial este nuevo descubrimiento?

- Fuerza, velocidad... inmortalidad. - explicó.- En cuanto los veas, te darás cuenta que son todo lo que necesitamos, Alastair. ¡Son poderosos! - Dijo con emoción.- Serán como "Los cuatro jinetes del apocalipsis"

- Me gusta como suena eso. -Mencionó.

- Nada podrá destruir a una legión de infectados, te lo aseguro.

Pero un virus siempre trae consecuencias, por cada habilidad había una debilidad. Las emociones de cada infectado se incrementaban, la rabia, ira, frustración. Por supuesto, todo se podía controlar, pero solo había una forma de hacerlo... Debías asesinar para que el gen finalmente se adecuara a ti y se activara.

Los cuatro jinetes lo aprendieron de mala manera y Raphael, el creador del virus, lo lamento con creces. Siendo los primeros infectados y los primeros en activar el gen, nadie sabía muy bien como controlarlos, por lo que escaparon. De esta forma, los linajes comenzaron a crearse. Pues, un virus siempre se propaga y este terminó por convertirse en plaga. Los humanos que sobrevivieron al apocalipsis, poco a poco fueron consumidos por el virus, sus hijos también y los hijos de sus hijos comenzaron a nacer con el gen. Generación tras generación...

Para cuando los jinetes fueron capturados, millones estaban infectados. Raphael, los puso bajo su custodia en un lugar del cuál jamás escaparían. Muchos dirían que aprendió su lección, pero no.

La legión fue creada y miles fueron infectados con el gen que prometía la gloriosa victoria, todo parecía en orden. Los soldados que habían sido infectados, obedecían ordenes y estaban bajo la custodia gubernamental.

Los jinetes esperaron hasta ser puestos en un lugar sin escapatoria donde estuvieron años encerrados, hasta que decidieron rebelarse contra su creador... fallaron.

La caza de infectados que se convirtieron durante la plaga, se volvió común y generación tras generación fue a parar a diferentes complejos para combatir el virus que llevan dentro.