INITIUM (#1 La legión de los infectados)

Capítulo XV

Capítulo XV

El lobo... ¿Quien era? ¿Que me hizo? Su nombre o más bien alias, rondaba mi cabeza como un fantasma a una casa embrujada, no lograba comprender la relación que me conectaba con él, además de aquél episodio, aunque claramente era alguien que me conocía bien.

¿Que había hecho yo? El lobo dijo que yo hubiese muerto ahí fuera, ¿Había logrado escapar de algún lugar? ¿Él me trajo de vuelta? Lo más intrigante de todo era aquella sala donde me encontraba en mi...¿sueño? ¿Donde estaba? ¿Por que estaba ahí? ¿Fue ahí donde borraron mi memoria? Bueno, tenía que serlo. Pero la verdad era que tenía demasiadas preguntas y ninguna respuesta, solo suposiciones y teorías absurdas.

Cada día llegaban más armas, fue inevitable que los lideres se enteraran, llegó un momento en que cada gladiador contaba con una arma y la mayoría no sabía que hacer con ellas realmente, al parecer una guerra se acercaba y no creo que estuviésemos preparados. Por lo que, el entrenamiento se convirtió en una realidad. Ivanov y yo, habíamos comenzado con el pie izquierdo, pero nos dimos cuenta que ambos eramos la clave para que 485 personas más aprendieran a defenderse en caso de que algo sucediera. Lo cual era lo más probable. Aunque, ¿Contra quien lucharíamos? Ni idea.

Entrenábamos a los gladiadores según sus armas, en diferentes grupos y horarios. Era agotador, pero ignorar el hecho de que una posible guerra se acercaba hubiese sido ilógico.

- ¿Alguna idea de que es lo que está sucediendo? - Pregunté con confianza.

- No, su alteza. - Respondió Tamara con evidente sarcasmo.- Un problema en la jaula. - la miré.- Si, un problema con Noah.

Le hice una seña a Tamara para que me siguiera hasta el lugar, donde Elijah, Ivanov y Nick estaban forcejeando con él.

Los ojos de Noah estaban completamente negros y un líquido del mismo color le salía por la boca y por los orificios de la nariz.

- ¿Que sucede con él? - pregunté sin inmutarme demasiado.

- Olvidado. - Explicó Ivanov.- El muy idiota fue consumido por la oscuridad. - Lo miré confundida.- Apagó todo lo que lo hacía humano.

- ¡Demonios, Noah! - Le reprochaba Nick, casi con decepción.

- Debe morir. - Dijo Tamara.-

- ¡No! - Gritó Nick con evidente desesperación.- No pueden. Es Noah.

- Es un olvidado. - Dijo Tamara.- Los olvidados matan.

- ¡No! ¡Vete a la mierda, Tamara! ¡No le pondrás un dedo encima!

Nick defendía al traidor con su vida. El asesino que se había vuelto un asesino sin remedio. No podía seguir respirando.

La discusión entre Tamara y Nick por la vida del traidor continuó por varios minutos, mientras Elijah e Ivanov los miraban con odio, ya que ellos eran quienes estaban forcejeando con el ahora monstruo repleto de huesos que sobresalían desde su rostro.

Un par de olvidados que esperaban por su entrenamiento, estaban un par de metros más allá del escándalo que se estaba produciendo. Uno de ellos, era un chico llamado Schmidt y llevaba su arma favorita. Una hacha.

- ¡Debe morir, Nick!

- ¡Sobre mi cadáver! - Continuaban sin cesar.

Hasta que de un momento a otro se callaron y me observaron con sorpresa.

Había enterrado el hacha de Schmidt en el cráneo de Noah. Ese fue el fin de la discusión entre ambos idiotas.

- ¿Que dem...? - Dijo Nick, en apenas un hilo de voz. - Le partiste el cráneo. ¡Le partiste el maldito cráneo! - Dijo a mis espaldas, mientras caminaba con la intención de golpearme.