INITIUM (#1 La legión de los infectados)

Capítulo VIII

Capítulo VIII

Sin duda, la prueba no sería fácil, debía enfrentar los peligros del bosque sola, a oscuras y con un limite de tiempo, pero está es nuestra realidad, es horrible, agotadora, al parecer no tiene fin y lo peor de todo es que apesta.

Por una parte, me sentía mucho más segura de salir ahí fuera y me invadía la curiosidad de conocer más allá de las puertas metálicas cuando cae la noche, Kaleb solía salir y algo se lo llevo, es decir que existe una forma de salir de este lugar... Necesitaba averiguarlo.

Tenía un mal presentimiento acerca de todo en el coliseo pero no de su gente, sino de quienes nos pusieron acá. ALASKA. ¿Por que los llamaban así? ¿Acaso estábamos en Alaska? Aunque algo en mi cabeza decía que el clima no era el adecuado en ese caso. ¿Era el nombre de alguien? ¿Que querían de nosotros ademas de mantenernos encerrados? ¿De verdad nos estudiaban? ¿Enserio buscaban una cura? ¿Donde está Kaleb? ¿Ellos se lo llevaron?

- ¡Llegó el cargamento! - Escuché que Noah gritaba desde lo que los gladiadores llamaban "La torre"; Técnicamente no era nada parecido a una torre, simplemente era una especie de tubo metálico gigante por donde enviaban las provisiones desde algún lugar desconocido.

Me acerqué hasta allá al igual que el resto de gladiadores.

- Bien, ya saben que hacer. ¡Muevan sus traseros! - Gritó Tamara, mientras hacía unas extrañas señas con sus manos.- Saquen todo.- ordenó.

Los gladiadores obedecieron y por la abertura que se encontraba a los pies del tubo, comenzaron a sacar un montón de cajas plásticas cerradas de color plomo, todas llevaban el nombre de algún gladiador.

Los chicos comenzaron a hacer una cadena humana, moviendo las cajas una tras otra hasta el búnker que parecía ser el elegido para todo tipo de evento. Corrí hasta el último puesto en la fila y así poder ayudar como todos los demás lo hacían.

Elijah era el último antes de que yo llegara, era el encargado de tomar las cajas apiladas y llevarlas dentro de la sala, cuando me vio a su lado tomando una de las cajas me dio su famosa mirada de odio y pasó por mi lado sin siquiera tomarme en cuenta. Lo ignoré y continué llevando cajas hacía dentro por varios minutos en silencio.

- ¿Me estás siguiendo? - Preguntó de pronto mientras se agachaba a tomar una caja que estaba a mi lado.

- ¿Que? - pregunté ofendida.- Solo ayudo.- Tomé la caja frente a mi y me dirigí al búnker que estaba solo un par de pasos más adelante.

- Si, al parecer eso esta de moda estos últimos días. - Ladró mientras me seguía.

- ¿De que demonios estás hablando? - Pregunté mientras me detenía de un momento a otro y golpeaba con mi mano derecha una de las cajas. Cuando volteé a mirarlo, él estaba con las cejas alzadas como es lo usual y me miraba con detenimiento.- ¿Cuál es tu maldito problema, Elijah?

- Tu... queriendo "Ayudar"- Hizo un gesto de disgusto con las manos.- Como si no hubiese escuchado eso antes. - Lo miré confundida.-

- No confías en mi. ¡Oh! Debe ser jueves. - Comenté con sarcasmo y salí del búnker en busca de otra caja, seguida por él.

- Dime que quieres controlar el manejo de armas, solo para cazar animales y prepararse en caso de algún ataque. - Dijo mientras se cargaba sobre la caja que yo estaba a punto de tomar.-

- ¡Oye! - chillé por mi caja.

- O al menos dime que el matar a un olvidado te genera un extraño placer que se convirtió en fetiche y por eso quieres salir. - Mencionó con sarcasmo en su voz pero se mantenía serio.- Dime la verdad, Lilith.- exigió con una voz tenebrosa.