INITIUM (#1 La legión de los infectados)

Capítulo XIV

Capítulo XIV

Recuerdo todo...

Intenté poner cada idea en su lugar pero mi cabeza no dejaba de producir más y más de ellas, aunque ninguna era suficientemente concreta como para detenerme y analizarla.

Las palabras del pequeño Simón resonaban en mi cabeza y sonaban como una incitación al lado oscuro del cuál tenía un mal presentimiento. Como si realmente me fuese a arrepentir de preguntar que era lo que el resucitado recordaba; admito que jamás me detuve a pensar en que era lo que había después de la muerte, jamás considere el conocimiento de ese tipo como una posibilidad.

La habitación se volvió aún más fría, casi podía oír el crujido de las paredes de concreto al convertirse en hielo, aunque todo estaba en mi mente, ya que el sol estaba en su punto máximo y el calor era infernal fuera de la enfermería de Jack. Tenía las manos sudorosas y me picaba la cabeza de solo pensar en una respuesta para la muerte de Simón. El pequeño se movió en la cama de fierro, haciendo que todo crujiera.

- ¿Que recuerdas exactamente, Simón?- Pregunté con la voz calmada, mientras el niño me observaba con ojos llorosos.- Si no quieres hablar de esto, solo dímelo. - Aseguré.- No te voy a obligar, ni dejaré que nadie lo haga. - Alcé las cejas, esperando una respuesta.

- Fue horrible. - Comenzó a decir con la mirada perdida y entrelazando sus pequeños dedos con nerviosismo.

- No te preocupes. - Tomé sus manos.- Estás a salvo ahora, yo estoy aquí.

- La oscuridad... -Me miró casi con vergüenza.- Le temo a la oscuridad.- Asentí con la cabeza, intentando parecer comprensiva.- Soy un maldito gato miedoso.

- Tuviste que afrontar tus miedos, ¿Eso es lo que quieres decir? - Pregunté pasando por alto su comentario.

- Fue mucho más que eso, Lilith. - Se acomodó en la cama.- Fue como si en toda esa oscuridad, lograra ver todo con claridad. - Suspiró.- Aunque admito que quería hacerme en los pantalones. - Me miró haciendo una mueca.

- ¿Que fue lo que viste? - Pregunté con intriga y fue como que los sonidos que provenían desde fuera se apagaran.

- Estaba aquí en el coliseo, todo estaba oscuro y una densa neblina cubría todo este endemoniado lugar. - Aclaró su garganta.- Alguien me estaba susurrando cosas horribles.- Su voz comenzó a quebrarse.- Era un hombre...

Mi mente comenzó a buscar en mis memorias, como si ya tuviese esa información.

- Él me susurraba en mi oído pero jamás lo vi...- Sus labios se apretaron con fuerza.- Él decía... "Abajo" - Lo miré confundida.- ya se que eso no suena horrible en absoluto.- Explicó.- pero luego de eso mencionó muchas cosas, cosas espantosas, dijo que nos asesinaría a todos.- Simón se tomó la cabeza con desesperación como si quisiera arrancarse todos los recuerdos.

- ¿Quien decía eso?- Pregunté con la voz agitada.- Simón, mirame.

- No se su nombre. - Comenzó a sollozar con evidente terror.- Pero dijo que se alzaría y que iba a matarnos a todos.

- Escuchame, estás a salvo. - Lo tomé de los hombros.- ¿De acuerdo? Nadie asesinará a nadie. - me detuve justo ahí, pues la última vez que le prometí algo a Simón, le fallé. - Si alguien muere, no serás tú. - Corregí.

- Tú estabas allá, Lilith. - me miró confundido.- ¿Que hacías ahí?

- ¿Donde? - pregunté apartándome levemente de él.

- Dentro de la niebla. - Explicó.- Estabas tu y dos personas más, dos hombres que hablaban entre ellos mientras tu los observabas. - No comprendía de que estaba hablando. - Ellos estaban hablando sobre Alaska.