Capitulo X

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Capítulo X

La prueba del Saúco

El sonido de los engranajes y el rocé de metales detrás de mi, daban a entender que las puertas se estaban cerrando y que no había vuelta atrás ni tampoco tiempo de ser cobarde.

Un fuerte sonido llegó a cada rincón del bosque, cuando finalmente las puertas se cerraron por completo, hasta que un leve eco se oyó a través de la oscuridad de la noche que se acentuaba ahora que las luces del coliseo se apagaban.

El bosque era algo que apenas podía divisar, de no ser porque la luna iluminaba a contra luz las copas de los arboles, en estos momentos estaría contando más de cien choques contra ellos... y no fueron tantos.

Adentrarme en el bosque era como entrar directamente en la boca del lobo, no veía absolutamente nada y apenas podía recordar el camino de aquella última vez cuando estuve ahí con Elijah. Aún cuando aquella vez no llegamos hasta el saúco, sabía que debía seguir por el mismo camino, ya que el árbol solo se encontraba unos metros más allá.

Sonidos de pisadas y un extraño sentimiento de estar siendo observada me ponían los pelos de punta pero me mantenía en todo momento con la espada en mano y lista para atacar. Las pisadas se acercaban cada vez más, acompañadas por aquél extraño ruido que emitían los olvidados.

Me apoyé cerca de un árbol cuando noté que el ruido se estaba acercando demasiado e intenté contener la respiración para no ser sorprendida en caso de que no me hubiese visto aún.

La luz de la luna fue de gran ayuda cuando los pasos se sentían justo a un lado del árbol en el cuál estaba apoyada con la espada cerca del pecho, pues cuando uno de los olvidados avanzó en mi búsqueda, la luz le llegó justo en el rostro para que así yo pudiese terminar su existencia cortando su cabeza con el filo de la espada.

Algo en mi piel comenzó a quemar como la primera vez que asesiné a uno de ellos. El tatuaje o dibujo que llevaba en el cuerpo se extendía por mi antebrazo y quemaba como el saúco, hasta que finalmente cesó.

Comencé a correr a gran velocidad, golpeándome varias veces contra los árboles y siendo lanzada al piso debido al impacto; nuestra rapidez es probablemente unas 10 veces superior a la de un humano común y corriente, por lo que quedaba a mal traer cada vez que me golpeaba con algo a tal velocidad.

Avancé varios metros sin problemas, la vista me acompañaba un poco más y ya no veía tan oscuro como en un principio; Sin saberlo, me dirigía a un lugar infestado de olvidados, que se encontraba cerca del estero del cuál Elijah y yo bebimos agua. Me detuve pero ya era muy tarde, la mayoría de los monstruos me habían visto y corrían directo hacia mi, logré derribar a unos cuantos con mi espada, ya fuera enterrándola directo en su frente o sien, lo cuál se volvía cada vez más agotador pero no podía darme el lujo de descansar, ellos jamás se sentían exhaustos o necesitaban sentarse para recobrar el aliento.

Decidí que no podría derribarlos a todos, por lo que me abrí pasó y seguí huyendo a gran velocidad a través del bosque tenebroso, mientras aquél tatuaje continuaba expandiéndose y ahora se notaba un poco más, ya que cubría casi todo mi antebrazo.

En el coliseo hay 487 infectados, incluyéndome. Supuse que una cantidad parecida tendrían los olvidados del bosque, si les sumamos a los chicos de la generación B que han caído. La noche era su punto fuerte, los animales que quedaban en el bosque no sabían lo que les aguardaba y eran presas fáciles de al esconderse el sol; los olvidados solían atacar en 'manada' y eso los hacía 10 veces más peligrosos, por lo que era entendible que una prueba como ésta fuese extremadamente difícil y que solo unos pocos gladiadores hubiesen sobrevivido a las anteriores.

INITIUM (#1 La legión de los infectados)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora