INITIUM (#1 La legión de los infectados)

Epílogo

Epílogo

Año 2118.

Los secretos que A.L.S.K mantuvo durante un siglo, estaban siendo rebelados.

Ansel consumido por la ira decidió devolverle a Lilith y Kaleb sus recuerdos, con la idea de que Silas, - quien jamás perdió su memoria - y su hermana, jamás perdonarían a su hermano menor por la traición cometida.

- Señor. - dijo Denisse, intentando llamar la atención de su jefe en la sala de control de A.L.S.K corp.- Han hecho contacto.

- Lo se. - Respondió Ansel sin siquiera mirarla.- Mis pequeños hermanos... Siempre unidos en mi contra. -

Denisse no dejó de mirarlo, por miedo a que el se enfureciera aún más.

- Ellos siempre...- Comenzó a decir.- Siempre tenían este circulo al que yo no podía entrar. - Ansel se pasaba las manos por el cuello y luego el cabello, totalmente exasperado.- Yo fui un adolescente tímido y sin amigos, mientras mis hermanos, los mellizos...Silas y Lilith, eran el centro de atención. - Rió.- Eran buenos en todo... - Explicó.-

- Señor. - Asintió Denisse, sin saber muy bien que decir.

- Mi padre y madre, los adoraban... - Su mandíbula se apretó al igual que sus puños antes de golpear la mesa.- ¡Era yo quien hacía todo lo que él decía! - Gritó furioso.- Lilith y Silas, eran unos mocosos rebeldes y busca pleitos, abandonaban a mis padres para ir a divertirse, mientras yo era la constante... -

Denisse pensó que Ansel estaba algo demente y definitivamente resentido.

- Ellos no vieron eso, no... Mi padre decidió que Lilith, debía ser la primera persona en poseer el gen. - Dio una carcajada.- La primera en ser inmortal, la niña de sus ojos... - Se rascó la nariz.- y luego Silas, el hijo ejemplar.- Miró a Denisse.- ¿Sabes lo que sucedió, Dra. Fuller? - Ella negó con la cabeza.

- No, señor.

- Lilith asesinó a mi madre, su propia madre... Porque no pudo controlarse. - explicó sin dejar de mirarla.- Y Silas... - Sonrió.- Bueno, Silas asesinó a dos enfermeras la noche en que le fue implantado el gen. Ya te imaginarás lo que sucedió después.-

Denisse no dijo nada.

- Luego de eso, huyeron a la ciudad y se volvieron asesinos experimentados, hasta que fueron cazados por A.L.S.K- Ansel se puso ambas manos en los bolsillos.- Y he aquí un mundo sin humanos, porque mi padre quería que sus hijos vivieran para siempre en un mundo donde las guerras y un apocalipsis eran inminentes. - Suspiró.

- Lo lamento, señor. No conocía esa parte de la historia. - Dijo ella.

- No, tu sabías lo que todos creen saber. Que el gobierno quería soldados más fuertes, más rápidos, soldados que no pudiesen morir en la guerra. - Dijo.- No... eso vino después. Fuimos nosotros, los primeros. - Explicó.- Lilith, Silas, Kaleb y yo... - Miró el piso.- Luego mi padre vendió el gen al gobierno para crear sus super soldados, pero todo fue por la familia... Nuestra familia. - dijo con la mirada perdida.- Y ahora todos queremos asesinarnos los unos a los otros.

- ¿Que haremos, señor? - preguntó ella, sintiendo empatía por la situación, lo cuál lamentó más tarde.

- Es tu culpa, lo sabes, ¿Verdad? - La doctora no emitió sonido y estaba confundida por el cambio de actitud, lo cuál le confirmo que su jefe estaba perdiendo la cabeza.- Tu lo dejaste salir.

- El procedimiento se realizó con la autorización de---

- ¡Tú lo dejaste salir! - gritó enfurecido. - Eres una estúpida.

- Señor... - Insistió ella.- El Dr. Raven conocía los riesgos y aún así me autorizó para despertarlo y dejarlo salir.

- Estás despedida. - Dijo mientras se afirmaba del mesón de control que contaba con todas las imágenes provenientes del coliseo o al menos de las mentes de sus gladiadores.- ¡Estás despedida! - reiteró, al ver que La Dr. Fuller no se movía.

- Nadie está despedido.- Escuchó a sus espaldas.

- Padre. - Dijo mientras se volteaba a verlo. Ansel se sentía impotente y asustado.- Te he fallado.

- Tú me lo advertiste, hijo. - Dijo con voz calmada y caminando hacía él con la ayuda de su bastón. Era un hombre de avanzada edad, muy alto y de espalda erguida, sus ojos eran los más blancos que jamás se hayan visto en un infectado, de contextura delgada, rostro alargado y siempre mantenía una expresión dura y seria.- Me advertiste lo que pasaría... tenías razón.- Mencionó cuando llegó a su lado y posó su mano izquierda sobre su hombro.

- Silas está afuera. -Explicó Ansel con voz culpable.- Está la posibilidad de que peleen entre ellos, como lo han hecho reiteradas veces, pero tu y yo sabemos que...

- Que pueden pelear como perros y aún así apoyarse. - Terminó por decir él.- Lo se. - Respondió sin inmutarse.- Aún así, intentaron destruirnos antes y fallaron, ¿Que crees que suceda está vez? - Ansel no respondió.- Cambiamos los planes, hijo. - Explicó.

- No te comprendo.

- Intentaron destruirnos, fallaron y nosotros los pusimos a dormir. - Mencionó.- Esta vez, nosotros los destruiremos y no fallaremos.

- Son tus hijos.- Dijo Ansel, sintiendo incluso una puntada de desprecio por su padre.- Son mis hermanos.

- Ellos ya no son mi familia. - Explicó sin pesar.- Un Raven jamás falla, solo esperamos y cuando menos lo crean posible... Atacamos. ¿Entiendes? - Dijo con una actitud que desbordaba frialdad.

- Si, padre. - acató él.

- Bien.- Dijo él caminando hacía las puertas de la sala de control.- La hermandad será destruida, Ansel.- Aseguró.- Recuerda mis palabras.

- ¿Que hacemos con Silas? - Su padre lo observó por un par de segundos y caminó hacía él, para luego poner una mano sobre su hombro.-

- Arrojalos al fondo del océano. - Ansel lo miró confundido.- No quiero ver ninguna cámara hiperbalica en este cuartel. Arroja a todos los infectados al fondo del mar.

- Sabes que eso no los detendrá.- Dijo Ansel algo confundido.

- No quiero que los detenga, los quiero lejos. No podemos contra los 3, si unen fuerzas ahí dentro. -Explicó mientras dejaba la sala y no se volteaba a verlo.- Que sean problema de la plaga, mientras encontramos una forma de asesinarlos a todos de una buena vez.

Y así lo hicieron.