Capítulo 15

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Abby siente a Ethan distante, pero tiene miedo de atosigarlo y terminar alejándolo con tantas demandas de atención, cada día la besa menos, si puede evitar tocarla es mejor, se pasa el día escribiendo al teléfono y sonriendo a la pantalla, casi no le contesta las llamadas y está comenzando a llamarla por su nombre completo.

Está comenzando a pensar seriamente en dejarlo, pero eso sería regalárselo a Cassandra y antes muerta que ceder, aunque ella es consciente de que ambos serían felices juntos, prefiere tenerlos separados.

- ¿Abby? – se sobresalta al escuchar una voz aterciopelada y masculina, levanta la vista de sus zapatos y se encuentra con unos ojos azules como el cielo, cálidos y amables.

- ¿Brad? – no puede evitar sonreír al verlo.

- ¿Qué haces por aquí? ¿Estás esperando a tu padre o a... tu novio? – no le pasa desapercibida la decepción al decir lo último.

- Vine a ver a mi padre, pero no tengo prisa. – juega con su cabello y Brad le sonríe con esperanza y nerviosismo.

- ¿Quieres ir por un café? – Abby siente cómo su sonrisa se ensancha al contestarle.

- Me encantaría.

Ambos se dirigen a la salida del hospital, nerviosos y felices, rozando sus manos al caminar, un gesto inocente que enciende sus almas, es la primera vez que Abby siente algo verdadero sin tener un propósito económico. Para sorpresa de ambos, su pequeña e improvisada cita, resulta ser agradable y sincera, algo incómoda al principio, pero fluida y divertida al final, Abby está casi segura de que Brad esperaba encontrarse con alguien sin cerebro y sin criterio, al igual que él estaba seguro de que Abby esperaba alguien serio y recto, llevándose ambos una sorpresa grata y un buen rato.

Cass llega a casa con poca energía, pero feliz, Mich le pregunta y Cass le cuenta algunos detalles, su hermanita se emociona y grita de alegría, prometiéndole a Cass su silencio.

Pasadas unas semanas, estableciendo todos, una rutina: Cass comía con Ethan todos los días, luego él la llamaba por las noches y por las mañanas, Abby comía y a veces cenaba con Brad, acercándose ambos a paso lento, Mich pasaba el día entero con Isabel, alegrándole el día, Javier se pasaba el día en su despacho.

El viernes, un mes después, mientras comían en un restaurante tailandés, ambos en silencio y felices, con una mano entrelazada, y arreglándoselas para comer con la otra, disfrutaban de la comida, Ethan carraspea y Cass levanta la mirada.

- Tengo algo que decirte, más bien es una pregunta...

- Dime. – Cass le sonríe al verlo nervioso.

- Eh... yo...

- Ethan, solo dilo. – toma aire y asiente.

- Vale, he hablado con mi hermanita sobre ti, se ha emocionado y... me ha rogado conocerte, sé que sería raro ya que no eres mi novia, pero... pensé que a ti te gustaría conocerla... - Cass abre los ojos como platos, su cara pierde la expresión feliz de hace unos instantes y Ethan añade enseguida:

- Si no quieres no pasa nada, le puedo decir que estás muy ocupada o que no puedes, que es un mal momento, ya veré qué le digo... - Cass niega con la cabeza y recupera su sonrisa.

- ¡No le digas eso! Me encantaría conocerla, seguro que es hermosa, debe ser hermosa teniendo en cuenta que es tu hermana. – Ambos se ruborizan, pero se miran a los ojos.

- ¿Gracias?

- En fin, ¿Mich también puede conocerla?

- ¿Mich sabe que tengo una hermana? – Cass asiente y le responde con una sonrisa radiante.

¿Te cuento un secreto, corazón...?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora