Capítulo 24

17 4 0
                                    

- Hola. – dice con afabilidad y empatía, el niño no tiene más de 5 años, es pelirrojo y tiene los ojos azul intenso, su cara está llena de pecas y sin pensarlo, Ethan sueña con tener hijos así, porque se parece a Cass.

- Hola. – dice con voz temblorosa y llena de miedo.

- ¿Cómo te llamas? – El niño sigue teniendo miedo en la mirada, se encoge un poco al ver a Ethan acercarse y detenerse junto a su camilla, la enfermera lo mira en silencio, le sonríe y el niño se tranquiliza un poco.

- Jude. ¿Tú cómo te llamas? – Susurra, Ethan sonríe.

- Ethan. ¿Cómo te sientes, Jude? – El niño se encoge de hombros.

- Ya puedo respirar sin dolor.

- Eso es bueno, ¿verdad? – Ethan se sienta en la silla que hay junto y lee el diagnóstico del doctor de urgencias, enarca las cejas y cuando alza la vista se encuentra con otro par de ojos, más pequeños, temerosos y turquesas.

- ¿Dónde están tus padres? – se levanta lentamente, a Jude le tiembla el labio inferior como cuando llora y a Ethan le entra pánico, pues no sabe cómo tratar a un niño que llora.

- En el cielo. – susurra, Ethan se inclina hacia él, le acaricia el cabello con los dedos y el pequeño comienza a calmarse. Coloca el estetoscopio sobre su pecho y escucha su corazón latir débil, pero constante.

- Shh, respira profundo. Lo siento, no lo sabía, ¿quién te trajo? – el niño se calma al instante, suspira.

- Las hermanas, están afuera, pero no quiero volver con ellas, no las llame... - le suplica, Ethan frunce el ceño con frustración, el estado del corazón del niño es crítico, debe informarle al tutor o padre lo que sabe, pero asiente y toma la pequeña manita del niño.

- ¿Por qué no quieres volver con ellas? – el terror invade el rostro y los ojos del niño.

- Porque no me dan comida, no tengo una cama, allí hace mucho frío y siempre está oscuro, aquí me tratan bien... por favor, no las deje llevarme. – Ethan siente la impotencia bullir en su interior.

- Shh, todo va a estar bien, duerme un poco. – le sonríe y sale de la habitación con un nudo en el estómago. Una enfermera se dirige al cuarto y él la intercepta.

- Denle de comer lo que él quiera, dale más mantas, hace demasiado frío ahí, no dejes que entre nadie que no seas tú o yo, ¿vale? – la enfermera lo mira perpleja, pero asiente y habla con el tipo de seguridad, quien asiente y se planta frente a la puerta. A lo lejos ve a las monjas y la ira comienza a corroerlo.

- Buenas tardes, ¿ustedes trajeron a Jude? – ambas le sonríen y él siente repulsión al instante.

- Sí, el pequeño se quejaba mucho de un dolor en el pecho, no quiso terminar de... - mira nerviosa a la otra y ésta responde enseguida.

- De comer, no quiso terminar de comer. – Ethan enarca una ceja y ella se mueve nerviosa.

- ¿Qué comía? – las mira con dureza y sabe que es poco profesional, pero se siente muy furioso, el niño está en desnutrición severa y ellas están perfectamente alimentadas, no se les ve ningún hueso.

- Eh... no, n-no recuerdo bien q-qué servimos. – su tartamudeo es más que obvio.

- Bien, háblenme de Jude, ¿dónde están sus padres?

- Ellos fallecieron en un accidente... - murmura una y la otra la corrige.

- Se suicidaron, ambos, después de dejar a Jude en el orfanato, con solo dos años.

¿Te cuento un secreto, corazón...?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora