Capítulo 13

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Días después, cuando Emily llega a la ciudad, Cass la espera en el aeropuerto, junto a un guardaespaldas enviado por Javier; Cass sigue distraída, al menos ya no siente tan profunda la pérdida de algo que no fue suyo en ningún momento.

Llegan a la mansión y Emily se comporta bastante autoritaria con Isabel, tal vez demasiado, la trata con desdén, para coraje de Cass, quien le ha dicho repetidas veces:

- No le hables así, si no te gusta cómo lo hace, hazlo tú. – a lo que Emily contestaba:

- Para eso le pagan.

Michell, quien ya había dejado de seguir a su hermana, con su madre ahí, volvió a hacer lo mismo, por miedo de que su madre las separe.

Ethan, cada vez más ojeroso y enojado, está comenzando a dejar de rendir en el hospital, para su fortuna nadie puede decirle nada, ya que tiene influencia con Javier, pero él lo sabe y le pesa no poder dar más...

La semana siguiente, Javier organiza una cena familiar, sí, familiar, con Abby, Ethan, Cass, Mich, Emily y él.

- ¿Qué estudias, Ethan? – Pregunta Emily desde el otro lado del comedor, éste alza la vista por primera vez en toda la cena, primero se fija en unos ojos turquesa amables y dulces, luego en otros oscuros y más calculadores, sonríe forzado y contesta.

- Medicina. – Abby le sonríe a su tía política, claro está que hipócritamente.

- ¿A que soy afortunada? Es todo un tesoro. – le coloca una mano en el muslo y le da un beso en la mejilla, Cass aparta la vista con una mueca de dolor, después de eso no levanta la mirada de su plato, ni siquiera cuando Ethan habla, quien lo hace para llamar su atención y al menos ver sus ojos una vez más.

Cuando finalmente acaba de cenar, Cass se retira a su cuarto, ni siquiera espera respuesta, simplemente se va, Ethan, bastante decepcionado, se excusa en ir al baño, para su fortuna, Abby está demasiado ocupada hablando de moda con su tía como para oponerse.

En el pasillo, corre para alcanzar a Cass, quien casi grita del susto, Ethan le rodea la cintura con un brazo y abre la puerta del baño con la otra mano, cierra la puerta tras ellos, y Cass apoya la espalda en ella. Lo mira con los ojos abiertos como platos, pero en ellos no hay ni rastro de disgusto, más bien curiosidad y emoción.

Indeciso, se acerca un poco, cuando sus labios se acercan, inspira profundo, Cass se revuelve, desesperada por besarlo, sintiendo cosquillas en las puntas de los dedos, desesperados por enredarse en sus rizos negros y espesos.

Finalmente, sus labios entran en contacto, esta vez, su beso es lento e intenso, lleno de sentimientos. Cass le enreda los dedos en el cabello, Ethan suspira y la rodea con ambos brazos, la estrecha fuertemente entre sus brazos.

Pasan minutos, tal vez horas, ambos ya no sienten los labios, pero ese es un precio mínimo a lo que han sentido. Ethan, bastante conmocionado por tenerla entre sus brazos, le deja un sendero de besos desde detrás de la oreja hasta la clavícula, Cass, ahora inquieta pero feliz murmura.

- Ethan... - Este para enseguida, consiente de dónde los está llevando su pasión. La mira a los ojos esperando encontrar miedo o incomodidad, pero encontrando pasión y felicidad.

- No, continúa. – se ruboriza, pero él continúa enseguida.

Reanuda su recorrido, arriba y abajo de su cuello, desde la garganta hasta el lóbulo de su oreja, dejando un reguero de mordiscos a su paso; Cass, incapaz de pensar solo mueve las manos por sus hombros, por su espalda, por sus rizos y su cuello.

Se sobresaltan al escuchar la voz de Abby fuera del cuarto de baño. Pero ninguno hace nada por parar, o por salir...

- ¿Ethan? – este carraspea y lleva a Cass a la pared, por si Abby ve su sombra o su silueta.

- Ya voy.

- ¿Estás bien? – mirando a los ojos a Cass, le sonríe.

- Creo que me cayó mal la cena, pero sí.

- Vale, te espero en mi cuarto, papá se ha ido con Emily a dar una vuelta por la ciudad y la mocosa se fue con Isabel a la cocina. – Cass le devuelve la sonrisa a Ethan.

- Vale.

Cuando escuchan el repiquetear de los tacones de Abby lejos, vuelven a lo que habían dejado a la mitad, con la misma intensidad.

Cuando finalmente se dan cuenta de que su tiempo se ha terminado, se separan un poco, Ethan le da la vuelta en sus brazos, apoyando la espalda de ella en su pecho firme, le apoya la barbilla en su hombro y le da un beso en la mejilla.

- ¿Te cuento un secreto, corazón? – Cass sonríe cuando lo escucha.

- Sí. – le susurra, arrancándole una sonrisa a Ethan.

- Te quiero. – Cass da un respingo, se da la vuelta y le sostiene la cara entre las manos, mirándolo fijamente a los ojos. Ethan la mira feliz y sinceramente.

- ¿De veras?

- Sí. – le susurra Ethan, luego la besa rápidamente en los labios. Un poco desilusionado por no escuchar algo correspondiente, baja la mirada, Cass espera hasta que la mira de nuevo para sonreírle y acariciarle la mejilla con dulzura.

- Yo igual te quiero. – Ethan sonríe ampliamente y asiente. Luego frota su nariz con la de Cass, quien suspira, feliz de estar ahí.

- Tengo que irme. – dice muy a su pesar Ethan, Cass asiente y da un paso atrás. Ethan, sintiéndose vacío, le toma las manos y le besa los nudillos.

- ¿Puedo llamarte? – Cass sonríe y asiente.

- ¿Podemos vernos en el café de mi tío? – Cass comienza a dudar, sus pensamientos la aturden y murmura.

- ¿Estás diciendo que voy a ser la socia? ¿Quieres tener una relación conmigo mientras te beneficias de Abby? – Ethan siente pánico al escucharla tan desanimada.

- No. Eso sería demasiado egoísta, solo te pido un poco de tu tiempo mientras me titulo y dejo a Abby. – Cass, no muy convencida, asiente, Ethan busca su mirada hasta que se encuentran.

- ¿Vale?

- Vale. – le sonríe y decide que cualquier cosa es mejor que nada.

Primero sale del baño Cass, quien sube a toda prisa hacia su cuarto, con una sonrisa radiante en la cara. Llega a su cuarto se deja caer en su cama con una carcajada, se lleva las manos a la cara y se ríe, luego abraza una almohada y finalmente se cubre la cara con ella para poder gritar su emoción.

Ethan, sale con una sonrisa enorme en la cara, cuando se sube a su coche le manda un SMS a Abby diciéndole que le surgió una emergencia y que se tuvo que ir, también le manda uno a Cass, que ella lee al menos veinte veces.

"Gracias...por TODO, en especial por existir. Ese beso fue... fascinante, de verdad, jamás sentí algo igual, lo sé, seguro que eso lo dicen todos, pero yo lo siento realmente. Descansa, te veo mañana. TE QUIERO. XOXO" 

¿Te cuento un secreto, corazón...?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora