Capítulo 26

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Ethan aparca el coche fuera de la casa de Cass, ella se gira y le da un beso largo y lleno de calma, Ethan le toma la cara entre las manos y Cass le enreda los dedos en los rizos, cuando se apartan ambos están sin aliento, ella se ruboriza y abre la puerta del coche, se quita el cinturón, pero Ethan la detiene.

- ¿Cass...?

- Mande.

- ¿Cómo le hacemos para llevar a Mich con Eli? – después de ponerse de acuerdo y adaptar los horarios...

- ¿Venimos después de almorzar?

- Vale.

- Vale, hasta mañana, corazón, te quiero.

- Hasta mañana, campeón, te quiero. – se baja y Ethan espera hasta que entra a su casa  para irse.

Cass trata de no hacer ruido, pero da un respingo cuando la luz se enciende y su papá aparece en la puerta de la cocina. La mira con curiosidad y amor.

- ¿Quieres una taza de té? – Cass le sonríe.

- Claro. – se dirigen a la cocina, Cass se sienta y su padre pone el agua a calentar.

- ¿Qué tal tu día, cielo?

- Bastante... raro.

- ¿Y eso? – Cass le cuenta casi todo, le dice de Jude, de las condiciones en las que vivía, de la casa hogar e incluso que Ethan piensa adoptarlo, le cuenta de la llegada de Eli y Madeline, pero se reserva el pequeño detalle, uno muy vergonzoso pues ella no esperaba eso, de que su suegra no parece quererla ni lo hará.

- Wow... ¿Y ese niño no tiene familiares?

- No, nadie, sus padres ni siquiera le habían puesto nombre y ya tenía dos años.

- Vaya...

- Sí. – Cass se termina el té y se pone de pie.

- Papá...

- ¿Sí?

- ¿Mañana puedo llevarme a Mich?

- ¿A dónde?

- Eli y ella se llevaron muy bien, y quiere verla de nuevo, tendríamos que llevárnosla cuando salga de la escuela.

- ¿Tendríamos?

- Ethan y yo. No pienso llevarla en la motoneta, es mucho riesgo y ni siquiera tengo otro casco.

- Vale, vale, dile. – Cass le da un beso en la mejilla y luego se va a su cuarto.

Después de decirle a Mich los planes, Cass se va a su cama y cae rendida.

Ethan regresa a su casa con los hombros tensos, aunque Cass le prometió ayudarlo él sabe que no es su obligación y que no debería dejarle todo, además está la plática pendiente con su madre, a la que le gustaría gritarle muchas cosas...

- Ethan, cariño, ¿no vas a comer nada? – la Madeline de ahora no se parece en nada a la hostil Madeline que trataba a Cass con desdén.

- No. Tenemos que hablar muy seriamente... madre. – la mira con dureza, Eli agacha la cabeza y cena en silencio, Madeline lo mira con los ojos muy abiertos y fingida inocencia.

- ¿De qué?

- De la forma en la que tratas a mi novia.

- ¿Qué forma? – Ethan pierde los papeles, azota las llaves del coche en la mesa, ambas dan un respingo.

¿Te cuento un secreto, corazón...?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora