Ethan aparca el coche fuera de la casa de Cass, ella se gira y le da un beso largo y lleno de calma, Ethan le toma la cara entre las manos y Cass le enreda los dedos en los rizos, cuando se apartan ambos están sin aliento, ella se ruboriza y abre la puerta del coche, se quita el cinturón, pero Ethan la detiene.
- ¿Cass...?
- Mande.
- ¿Cómo le hacemos para llevar a Mich con Eli? – después de ponerse de acuerdo y adaptar los horarios...
- ¿Venimos después de almorzar?
- Vale.
- Vale, hasta mañana, corazón, te quiero.
- Hasta mañana, campeón, te quiero. – se baja y Ethan espera hasta que entra a su casa para irse.
Cass trata de no hacer ruido, pero da un respingo cuando la luz se enciende y su papá aparece en la puerta de la cocina. La mira con curiosidad y amor.
- ¿Quieres una taza de té? – Cass le sonríe.
- Claro. – se dirigen a la cocina, Cass se sienta y su padre pone el agua a calentar.
- ¿Qué tal tu día, cielo?
- Bastante... raro.
- ¿Y eso? – Cass le cuenta casi todo, le dice de Jude, de las condiciones en las que vivía, de la casa hogar e incluso que Ethan piensa adoptarlo, le cuenta de la llegada de Eli y Madeline, pero se reserva el pequeño detalle, uno muy vergonzoso pues ella no esperaba eso, de que su suegra no parece quererla ni lo hará.
- Wow... ¿Y ese niño no tiene familiares?
- No, nadie, sus padres ni siquiera le habían puesto nombre y ya tenía dos años.
- Vaya...
- Sí. – Cass se termina el té y se pone de pie.
- Papá...
- ¿Sí?
- ¿Mañana puedo llevarme a Mich?
- ¿A dónde?
- Eli y ella se llevaron muy bien, y quiere verla de nuevo, tendríamos que llevárnosla cuando salga de la escuela.
- ¿Tendríamos?
- Ethan y yo. No pienso llevarla en la motoneta, es mucho riesgo y ni siquiera tengo otro casco.
- Vale, vale, dile. – Cass le da un beso en la mejilla y luego se va a su cuarto.
Después de decirle a Mich los planes, Cass se va a su cama y cae rendida.
Ethan regresa a su casa con los hombros tensos, aunque Cass le prometió ayudarlo él sabe que no es su obligación y que no debería dejarle todo, además está la plática pendiente con su madre, a la que le gustaría gritarle muchas cosas...
- Ethan, cariño, ¿no vas a comer nada? – la Madeline de ahora no se parece en nada a la hostil Madeline que trataba a Cass con desdén.
- No. Tenemos que hablar muy seriamente... madre. – la mira con dureza, Eli agacha la cabeza y cena en silencio, Madeline lo mira con los ojos muy abiertos y fingida inocencia.
- ¿De qué?
- De la forma en la que tratas a mi novia.
- ¿Qué forma? – Ethan pierde los papeles, azota las llaves del coche en la mesa, ambas dan un respingo.
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¿Te cuento un secreto, corazón...?
Romans"Me muero por tus huesos, Cassandra. Y estoy convencido de que así será hasta que me muera, hasta que ya no tenga dientes, cuando mi cabeza brille por la ausencia de cabello, y posiblemente tenga incontinencia, incluso si mi memoria falla y se pierd...