Capítulo 3

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A la mañana siguiente, Cass se sobresalta en la cama, se sienta y mira desorientada por la habitación: el sol entra por la ventana, el viento mueve ligeramente las cortinas floreadas, todo está en silencio, entonces recuerda todo y suspira triste. Su hermanita sigue durmiendo, pero se revuelve un poco al sentir movimiento cerca.

Se levanta, se da un baño y se pone sus Jeans, sus converse blancos, su camiseta azul cielo y se hace una trenza holandesa con todo su cabello. Despierta a Mich, le pone un vestido amarillo y le hace una trenza francesa con todo el cabello.

Bajan y van a la cocina, ahí está Isabel haciendo el desayuno, sola y corriendo de aquí a allá...

- ¡Buenos días, Isabel! – saluda alegremente Mich.

- Buenos días, niña Michell. ¿Qué quieren desayunar? Vayan a sentarse, ahora les llevo su desayuno... - Cass frunce el ceño y niega con la cabeza.

- Nada de eso, te venimos a ayudar. Yo preparo el jugo y la fruta. Y ahorita nos preparo unos panes tostados... - al ver su determinación y esa mirada de rotundidad se da cuenta de que no la va a poder contradecir, así que terminan laborando ambas en silencio en la cocina. Mientras Mich las ayuda con alguna que otra tarea sencilla.

Llevan todo a la mesa y se sorprenden al ver a Abby y a Javier sentados ya.

- Buenos días, tío. Prima. – saluda Cass. Ayuda a Isabel a colocar bien todo y a Mich a sentarse y luego se sienta. Ambos las miran como si fuesen unos bichos raros y comienza a ponerse nerviosa.

- ¿Pasa algo?

- No, solo... es que nosotros no solemos ayudar...

- Pues, yo estoy acostumbrada a hacerlo. – sonrió forzada y comenzó a comer.

Al terminar, se paran y se van, dejando sus platos sucios ahí, Cass termina y le dice a Michell que la ayude a recoger los platos, los llevan al fregadero y los lava Cass mientras Isabel hace la comida de una vez...

Sube a su cuarto a leer un poco junto con Mich, que sigue sin querer dejarla sola, y se quedan dormidas, cuando despierta son las 4:56 pm en el reloj de pared... tocan a su puerta y se levanta lentamente a abrir, es Isabel:

- ¿Quieres comer, mi niña? – cierra los ojos con dolor al escuchar el apelativo cariñoso que usa su padre con ellas y asiente lentamente.

- Ya bajamos... - Isabel da media vuelta y se pierde en el pasillo.

Cass se limpia las lágrimas que resbalan por sus mejillas y respira con dificultad. Despierta dulcemente a Michell.

Al bajar, casi al llegar al comedor escucha una voz que hace que se sienta rara, le da escalofríos y le arranca una sonrisa, extrañada avanza por el corredor hasta llegar al comedor y entonces lo ve...es Ethan, pero ella no sabe quién es, aunque lo deduce: tiene a su prima prácticamente encima, sonríe incómodo ante su tío Javier y mira algo irritado a Abby, pero nadie se ha percatado de la mirada embelesada que le dedica Cass al muchacho. Está un poco bronceado, tiene el cabello rizado, negro, ojos verdes, nariz recta, mandíbula cuadrada, parece mayor que Abby... entonces la ve y se queda serio mientras la inspecciona detenidamente. Sonríe de lado y sus ojos se encuentran, ninguno de los dos escucha nada a su alrededor, todo desaparece y Cass se siente aturdida al perderse en su mirada.

- ¿Cassandra? ¿Te encuentras bien? – Cass desvía la mirada hacia la cara preocupada de su tío y asiente levemente. Abby está furiosa junto a aquel chico y la mira con rabia.

Cass se sienta lentamente junto con Michell y guardan silencio mientras Isabel les sirve la comida y le da una tierna palmadita en la cabeza. No dice nada mientras come y no levanta la vista del plato, está sonrojada y abochornada...

Javier se aclara la garganta y llama la atención de Cass:

- Cariño, creo que tengo que hacer una presentación... - Abby gruñe y Cassandra levanta la mirada hacia su tío, evitando por completo ver al chico que está justo enfrente de ella.

- Ethan, ellas son mis sobrinas: Cassandra y Michell Hale, hijas de mi hermano Francisco. Cassandra, Michell, él es Ethan, el novio de mi pequeña princesa.

El chico... Ethan, le tiende la mano y sonríe de lado, se pone en pie y se inclina sobre la mesa, Cassandra se pone de pie y al verle la cara sus ojos se desvían a los suyos, se pierde en esa mirada esmeralda y traga saliva, lo mira atentamente y analiza su ropa, olvidando por completo que le está tendiendo la mano todavía, lleva una playera Polo roja, unos Jeans que parecen nuevos y unos mocasines, levanta la mirada hasta su rostro y se ruboriza al ver un brillo de diversión en su rostro. Finalmente le toma la mano y abre los ojos como platos al sentir una corriente eléctrica por todo su cuerpo, al verlo, él también la mira con asombro y desconcierto...

- Ethan Bullock.

- Cassandra Hale. ¿Tu apellido es inglés? – su voz suave le acaricia.

- Sí, mi padre era inglés...

- Bueno ya suéltalo... - dice Abby iracunda. Se sobresaltan y se sueltan inmediatamente, se sientan y bajan la mirada hasta su plato.

Terminan de comer y se van todos a la sala a ver la tele un rato, Cass se queda sentada un rato, preguntándose qué rayos pasó hace un momento, cuando se da cuenta, Mich la mira con una ceja en alto y sonríe, ya es de noche y la mesa está hecha un asco. Se levanta y recoge todo, lava los trastes y se va directo a su cuarto, no tiene ganas de estar cerca de ese chico inglés y eléctrico ni de su prima demasiado cariñosa y mucho menos de su tío ciego que le solapa todo capricho a su hija.

2 horas más tarde, baja por un vaso de leche, Michell se ha quedado dormida y está ocupando toda la cama, cuando se recarga en la encimera, suspira y empieza a cavilar, pensando en su padre, su madre... en lo felices que eran hace unos años... cuando levanta la vista del suelo lo ve recargado en el umbral de la puerta. Se queda inmóvil y muda.

- Hola. – su voz le causa escalofríos y algo raro se remueve en su estómago.

- Hola. – agacha la cabeza con timidez.

- Cassandra, ¿verdad? – asiente y comienza a caminar hacia la puerta para escapar de él. Pero la detiene tocándole el codo y haciendo que salten chispas cuando se tocan. Ambos se quedan sin aliento y suspiran.

- ¿Qué es esto? – susurra él mirándola a los ojos.

- No lo sé. – le responde el susurro y se queda inmóvil.

- ¿Por qué tienes que ser prohibida? – se lamenta él a unos milímetros de besarla, la respiración de ambos se agita y se vuelve irregular, solo un movimiento y sus labios se tocarán, solo un movimiento y estarán rompiendo las reglas...

- No. Eres el novio de mi prima, estoy viviendo en su casa y no soy así. – suelta su brazo de la mano de Ethan y corre por las escaleras, llega a su cuarto y se acomoda en la cama junto a su hermana después de cerrar con seguro la puerta.

Ethan maldijo entre murmullos y susurros, él no era así, jamás había ni siquiera pensado en traicionar a Abby, pero no se pudo resistir, esa chica de melena indomable y ojos inocentes le hizo cometer un grave error, bueno, casi cometer un grave error, casi la besa y en la propia casa de su novia... se golpea la frente con frustración y se reprende a sí mismo, luego toma su chaqueta y se va...


¿Te cuento un secreto, corazón...?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora