Capítulo 31

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Ethan y Cass han recibido un correo donde se les accede a la adopción de Jude, después de las 24 horas más largas de su vida, Jude sale ese mismo día, con unos cuantos kilos de más, una sonrisa enorme y color en las mejillas por la felicidad desbordante de tener un hogar.

- Ethan, todo va a estar bien, relájate. – Ethan no para de moverse, de lado a lado en el pasillo mientras las enfermeras bañan a Jude, Cass está sentada leyendo una revista con una tranquilidad asombrosa para Ethan.

- ¿Y si...?

- No, no y no.

- Pero, corazón....

- Campeón, te adora, vas a ser un padre genial.

- Yo...

- ¿Acaso crees que te voy a dejar ser un mal padre? – Cass enarca una ceja y alza la vista de su revista, Ethan se detiene y la mira directo a los ojos, unos pozos turquesa llenos de amor y amabilidad, lo calma al instante, disipando sus dudas.

- No, conociéndote, no, corazón. Y no sabes cuánto me alegro de que estés aquí. – Cass se conmueve y deja la revista a un lado, se pone en pie y se acerca hasta donde está él, se detiene cuando sus torsos de rozan, le toma la cara entre las manos y lo besa con todo el amor que es capaz de albergar por él. Él le coloca las manos en la cintura y le devuelve el beso con idéntico fervor.

- Todo va a estar bien, campeón. – murmura contra sus labios. Ethan sonríe radiantemente, con paz en la mirada.

- Ya lo creo.

Esperan unos minutos más hasta que las enfermeras les informan que es posible llevarse a Jude, Jude sale como una exhalación de su antiguo cuarto de hospital y se lanza a los brazos de Ethan, Cass toma la pequeña maleta azul donde van las escazas pertenencias de Jude.

- ¿Listos, amores? – pregunta Cass con dulzura.

- ¡Listos! – chilla Jude con alegría.

- ¿Cass, sabes quién va a adoptarme? – pregunta Jude mientras van de camino a casa, está medio adormilado y Cass sonríe mientras observa el rostro apuesto y relajado de Ethan.

- Shh, es sorpresa, cielo. – Jude hace un mohín, pero no protesta y es porque al segundo siguiente está profundamente dormido.

- ¿Se ha dormido? – pregunta, incrédulo mientras sonríe.

- Eso parece.

- Tanta alegría debe resultar agotadora... - Cass sonríe mientras Ethan bufa.

- ¿Has hablado con Eli o con tu madre? – la preocupación de Cass es palpable, pues hace días que no sabe nada de ellas.

- No... - Ethan frunce el ceño, preocupado por su hermana.

- Tienes que tratar de llamarla hoy. – Cass le acaricia la nuca con la mano, enreda los dedos en sus rizos suaves y tira con delicadeza, Ethan adora que haga eso, afirma que lo relaja.

- Vale. – llegan a casa y Ethan tiene que tomar en brazos a Jude, quien sigue durmiendo, suben al elevador y Cass comienza a despertar a Jude.

- Hey, cielo, es hora, ya llegamos a tu nueva casa... - Jude se revuelve y se talla los ojos, se estira y poco a poco su carita vuelve a llenarse de alegría.

- ¡Genial! ¿Está muy lejos del hospital?

- Sí, muy muy lejos.

- ¡Es increíble! ¿Hay mucha luz?

- Toda la luz que puedas imaginar... - susurra Cass, Ethan se ríe con una mezcla de nervios y alegría. El elevador se detiene, salen y Cass abre la puerta, Jude se revuelve para que Ethan lo suelte, lo baja y se detiene en la puerta.

- ¿Puedo entrar? – su voz es temblorosa y casi inaudible.

- Claro, es tu casa.

- ¿Dónde están mamá y papá? – susurra Jude, Ethan lo mira con adoración, Cass con alegría y amor.

- Justo aquí, cielo. – Jude tarda unos minutos en comprender lo que Cass quiere decir, cuando lo hace, sus ojos de abren muchísimo y su boca forma una sonrisa enorme, chilla de felicidad y se abraza a las piernas de Cass.

- ¡¿Tú vas a ser mi mami?! – Cass se ríe.

- Sí, cielo. – Ethan se acerca y Jude se abraza a sus piernas igual.

- ¡¿Tú serás mi papi?!

- Claro, campeón. – Ethan le acaricia el cabello pelirrojo.

- Es...genial. – susurra Jude.

- ¿Estás feliz? – Cass se arrodilla a su lado, para estar a su altura, Ethan se pone en cuclillas y ambos lo miran con amor.

- Sí, mucho, muchísimo, estaba triste porque pensé que ya no los vería jamás... - Cass sonríe.

- ¿Quieres ver tu cuarto? – Jude asiente con entusiasmo, Cass se pone en pie, le tiende una mano y Ethan le tiende otra, de la mano, los tres se dirigen a la habitación de Jude.

Jude grita de emoción, da pequeños saltitos y termina llorando de felicidad, asegurando que todo es asombroso, abraza mucho a Cass y a Ethan y al final se queja de dolor de mejillas por sonreír demasiado.

Se queda dormido después de que ambos le leyeran un cuento, no sin antes maravillarse por las estrellas de las paredes que le dan tanta seguridad al instante, Cass y Ethan salen en silencio de su habitación y se dirigen a la sala, Cass va a pasar la noche ahí, así que se pone el pijama mientras Ethan prepara la cena.

- Mm... cereal con leche. – Cass se sienta frente a él, quien la observa con veneración.

- ¿Qué? – pregunta con un mohín.

- Nada, me encanta verte, más si es mi casa y sé que te quedas.... Aunque sería lo normal si te mudaras ya.... – Cass pone los ojos en blanco.

- Eso es chantaje.

- ¿Por qué? – pregunta con fingida inocencia.

- Porque me encanta que me mires así, pero no puedo mudarme hasta dentro de tres días.

- ¿Tres días, dices? – Ethan se pasa el índice por el labio inferior rítmicamente, distrayendo momentáneamente a Cass.

- Sé lo que haces. – entorna los ojos y Ethan alza las manos en señal de rendición.

- A lo mejor funcionaba y esos tres días se volvían en dos. – ambos se ríen, guardan silencio un rato, un silencio cómodo y agradable.

- Vaciaste bien el cereal. – murmura Cass con los ojos brillantes de diversión.

- Muy graciosa. – Ethan trata de ocultar su diversión con una mueca, pero fracasa y termina sonriendo bobaliconamente.

- Te quiero, campeón.

- Te quiero, corazón.

Esa noche fue la primera que pasaron juntos los tres, la primera de tantas por venir....

Para Cass no fue fácil convencer a su padre de ir a vivir con Ethan y Jude, solo diciéndole que la necesitaban fue como accedió, aunque esperaba que se casaran pronto, Mich lloró un poco, aunque afirmaba ser valiente y una niña grande que no necesita de nadie, al final le hizo prometer a Cass que la vería muchas veces a la semana.

Dos días después, las cosas de Cass estaban ordenadamente colocadas en su nueva casa, Ethan dividió su armario a la mitad para compartir su espacio, aunque Cass sólo necesitaba dos cajones....

Seguían sin tener noticias de Eli, hasta que....


¿Te cuento un secreto, corazón...?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora