Hija... Podrías ir a el bodegón necesito que me preguntes si hay un condimento- Dice mi querida tía.
Está bien no te preocupes ya voy, ah y aprovechare de pasar por la biblioteca preguntando si volvió de sus vacaciones la señora Aren- Respondo y me marcho.
Voy todo el trayecto detallando los arboles observo como pasan las parejitas de vuelta del instituto no puedo evitar pensar como hubiese sido si Mateo y yo hubiésemos tenido algo... Observo y observo llego al bodegón pregunto y no hay nada... Saco el teléfono llamo a mi tia... y sigo mi rumbo.
Paso por la biblioteca la señora Aren regresa mañana sin duda aquella viejita tenía toda mi confianza la necesitaba encontrar para así pedirle un consejo o desahogar mis penas.
Siento ganas de orinar y me dirijo a el cafetín donde trabaja un buen amigo Valentín.
Me acerco a la caja y allí estaba.
Hey moreno... Qué onda ¿cómo te va? - Digo sonriente.
Anee.... Bien corazón y eso tu por acá muy extraño hermosa damisela- Lanza su pañito sobre mi cara.
Si eres necio... Necesito un favor podría utilizar el baño es que no aguanto llegar a la casa- Digo con un puchero en el rostro.
Como decir que no a esa linda carita... Ve mi hermosa flor ja ja ja, ya sabes dónde queda- Le vuelvo el paño y me voy a descargar la vejiga.
Saliendo del baño observo a ver quién se encontraba en aquel lugar... Puedo notar una que otra pareja, un grupo de trabajadores, pero el más triste de todo es un chico que se encontraba con un café en la mano mirando a lo lejos.
Me voy acercando a su mesa para ir de nuevo a la caja donde Valentín estaba, pero observo bien y era Mateo.
Esta era una nueva señal del destino por lo visto...
Hola- le digo evitando el temblar.
Centro su mirada en mi- Anee que tal... Qué casualidad, te gustaría sentarte conmigo acá y hablar.
No puedo creerlo Mateo me pide hablar, pero y este milagro no se dé dónde salió, pero no dudo en sentarme.
Aquí estoy cuéntame que te pasa... Si mas no me falla la memoria esa cara la cargabas cuando estábamos en el instituto - Cruzo mis manos y me pongo cómoda en la silla.
Es más serio Anee... Estoy triste no lo sé, realmente estoy confundido... Y no sé si lo sabes, pero me voy a casar- Me observa con tristeza.
¿Te vas a casar? - Finjo no saber nada aunque muero de rabia- Me alegro muchísimo de eso espero que te vaya bien con la afortunada, pero porque estas triste si se supone que debería ser lo que quieres y esperas... o tienes algo más.
Mateo se levanta y me toma por la mano...
Ven te explicare parte de lo que me pasa... -Pasa por la caja Valentín me observa y se sonríe, Mateo pide un par de dulces para llevar cancela todo yo apenas y me despedido y salimos, caminamos unas cuadras y llegamos a el estacionamiento privado nos montamos en el carro.
Y recorre una larga distancia trayecto en el que ninguno de los dos dice nada.
Observo la avenida hacerse muy lejana pero no pasaba nada... Llegamos a un lugar parecido a un bosque donde dice:
Muy bien llegamos- Apaga el aire y el motor.
Ah y ¿este sitio... es?, no sé porque, pero me es conocido de algún lado- Digo confundida.
Anee vinimos varias veces aquí de pequeños este era uno de los parques tal vez no recuerdas por tu edad ya que, aunque estudiamos lo mismo eres muchísimo menor, pero muchas veces querías darme puñitos...- Se ríe.
Ah bueno, que chévere y me traes porque quieres que te vuelva a golpear... Si eres masoquista...- Me rió a carcajadas.
No solo quiero que veas como me siento y mi lugar favorito es el único sitio donde me puedo expresar- Toma mi mano y me guía hacia una banca que esta debajo de un gran árbol.
Le sigo y tomo asiento no sé qué pensar quisiera poder besarle decirle lo que siento, pero dudo mucho que pueda dejar a la doña rica por mí.
Miras esas flores... Señorita Thoms... Esa que está allí era muy pequeña muy silvestre la vi crecer... Pero esa a su lado es más elegante esa flor fue sembrada hace poco... En el medio hay un murito de tierra... ese murito es temor uno que divide a una de la otra...- Coloca sus manos en la cara.
No entiendo nada... Habla de una vez si no quieres que te golpee Mateo Sanz- Digo confundida y con mi cara de enojada malcriada.
La idea es que no entiendas nada... Ven vamos a otro lugar, pero debes prometer que nunca le dirás a nadie...- Se ríe.
Está bien lo prometo- Levanto mi dedito meñique en señal de promesa.
Él pone su dedo también, y cuando menos lo espero entrelaza su mano con la mía y comenzamos a caminar, es parecido a una cita, pero no... De verdad no entiendo todo esto ni a donde nos dirigimos.
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¿Y si me enamoro de ti?
RomanceLa lengua es castigo del cuerpo. Este es el caso de Anee Thoms , quien luego de tantos años un día descubre un profundo sentimiento oculto... Sentimiento que se niega a aceptar. Y todo por culpa de sus palabras... NO ME GUSTA, JAMAS LO HARÁ. Sin d...