¡Enemigos! [BORRADOR]

CAPÍTULO. 24

Pov. Peter.

El descontrol que nos consumía estaba por llegar al final. lo sabia o mejor dicho lo sentia. No sabia como pero comprendía que todo terminaria de una buena vez. Las llamas que nos impedian el paso estaban colmando mi paciencia. Sabía que mi sobrino y aquel cachorro lograrían grandes cosas esas que aquel sujeto y yo nunca pudimos. 

─Peter, debemos hacer algo. -grita Lydia. Y antes que podamos hacer algo la casona colapso en un instante. El polvo no dejaba nada que ver. El fuego extinguiendo todo era lo que se podía apreciar. El fuerte dolor en mi pecho no era bueno, nunca fui alguien bueno como todos y nunca lo seria pero al ver aquello solo reaccione a correr ante el incesante calor. Todos corrieron ante mi valentía. Estábamos como inútiles ya era el momento de morir si hacía falta. 

─¡Hermano! -el grito de Talia me frena, al girar noto que en el suelo se encuentran dos bultos. El aroma me desconcierta y veo la casa fundirse en solo cenizas. Aquellos bultos se remueven y mi hermana es la primera en correr a ellos, seguido de Claudia y los demás. Yo solo me paralizó allí. Una extraña sensación me contrae el pecho y todo de mi se derrumba, me estoy hundiendo, me caigo y nadie ve mi muerte en aquel momento.

—¡Peter! -es lo único que logró oír, antes de ser envuelto en una gran llamarada. ¿Qué era esto?

Lo último que recuerdo fue un inmenso calor consumiendo mi ser y como la vida tan miserable que había vivido pasaba como imágenes frente a mis ojos.

Flash Back.

─¿John? Vamos cariño despierta. -revuelvo sus cabellos, se notaba cansado. Creo que me había pasado, pero era la única forma de hacer que no pensara tanto. Había peleado con sus padres nuevamente, eso nunca lo dejaba bien. ─Vamos, arriba. 

─Peter no molestes. -se gira y vuelve a acurrucarse junto a mi. Era tan tierno en estos momentos. Espero nunca perderle. 

─Bien, preparare el desayuno, luego ven. -salgo de la cama, sin antes tomar mis pantalones que no tenia mucha idea de adónde habían ido a parar. ─Aquí estan... -digo para mi una vez ya divisados. La habitación era un completo desastre. Pero, ya luego lo arreglariamos todo, después de todo esta pequeña cabaña era el único lugar donde podíamos últimamente estar juntos. Deun dia para el otro todos se han propuesto a hacernos la vida imposible, yo simplemente los ignoro, pero él, no tanto. Estos días ha estado muy nervioso y no deja de llorar en cuanto nos vemos. También, me enteré de ese disque compromiso, solo espero que sea todo una artimaña pasajera. Tampoco quiero que John sufra de esta manera, puede parecer el más fuerte pero no es asi, solamente es un niño en un gran problema de adultos. Todo tendría que ir bien, sino lo peor se desatara en nuestras vidas.

─Sabes que si no miras donde cortas, te puedes rebanar un dedo Peter... -escucho a mis espaldas, mientras unas bellas manos se aferra a mi abdomen desde mi espalda. 

─Ya veo, pensé que tendría que hacer algo bien dramático para que despiertes. -siento como sonríe, su cara está apoyada en mi espalda.

─No digas tonterías. Aun asi solo por eso no morirás, eres muy arrogante para morir tan lamentablemente por un corte. -me carcajeo, si que me conocía. ─Aun estoy cansado, desayunemos y volvamos a la cama. -me lo pensé un rato, el gran reloj sobre la pared me aclara que son más de las 10 a.m, ya llevábamos un dia y medio desaparecidos.  ─Por favor... -resignado, solo asiento. Termino el desayuno y nos sentamos a comer tranquilos. John está con una gran camisa y sus boxer, yo en pantalón, una combinación excitante para mi. Aun asi notaba algo extraño en el, era como sentir que me ocultaba algo y aunque me gastara preguntando sabía que no respondería. Asi que tendria que ser algo muy grande para que no lo diga.