CAPÍTULO. 12

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Pov. Derek.

La fuerte luz del sol, choca en magnitud contra mis ojos. Una sensación de humedad invade toda mi espalda y frente. Mi cuerpo ardía y entendía el porque. ¿Estaría enfermo? Pero, los lobos nunca nos enfermamos. Un fuerte zumbido aporrea mi subconsciente. Me siento perdido como si flotara. El calor de mi interior es desbordante.

─Derek... despierta amor. -aquella voz... ─Der... amor... -escucho como el eco me absorbe. Quiero encontrar al dueño de aquella voz...

Siento como unas manos me acarician con delicadeza mientras que un fuerte aroma atraviesa toda mi fortaleza. ¿Qué era esto? Me sentía extraño, como vació pero lleno de alguna manera. 

Un fuerte grito me saca de mi mundo, y mis ojos se abren de manera desmesurada. Despierto como si me estuviera ahogando, mi respiración se entrecorta al oír como todos a mi alrededor gritan entre lágrimas. ¿Qué ocurría?

—Derek por fin. Dios gracias. -repite una voz, pero no logro reconocerla.

Sigo oyendo a aquellas personas pero ninguna me resulta familiar. Hasta que una dice algo que me vuelve de lo más profundo de mi desorientación.

—Si, Derek a despertado eso quiere decir que Stiles... -la voz femenina suelta un pequeño gemido de dolor. Como conteniéndose para no llorar.

—Ni digas tonterías Allison. -susurra otra voz, pero logro oírla. —El estará bien, ambos lo estarán. -aquello me crea un fuerte dolor.

Trato de ponerme en orden. Se que conozco esas voces y aromas a mi alrededor. Pero, no entiendo qué pasa.

¿Stiles, que había pasado con él? ¿Porque decían aquello? ¿Que ocurría realmente?

—Es mejor que alguien valla a ver. -esa voz si la logro reconocer. Peter, como olvidar si fastidiosa voz.

—Bien, yo iré. -dice alguien. ¿Quien era?

—Iré con tigo Lydia.

—Vallan y dejen de dar vueltas dios. -grita nuevamente Peter. Las dos chicas salen corriendo puedo oír a lo lejos sus quejas contra mi tío.

—¿Que ocurre con Stiles? -por fin pude decir algo. Y lo que más me llamaba a preguntar era por el.

—Derek. Tranquilo debes estar muy débil. -me habla con amor mi madre. Ella también estaba allí.

—¿No recuerdas nada sobrino? -indaga con preocupación mi tío. Siento un fuerte resentimiento en sus palabras.

—Estoy mareado Peter, agradece que los reconozca. -respondo lo más amable posible. —Además, mi pecho duele mucho... ¿Cuanto llevo dormido? ¿Donde está Stiles?

Noto que todos se quedan callados y me miran con parsimonia. Pero nadie habla, todos miran a Peter como si el fuera el único apto para dar palabras.

—Has dormido más de tres meses Derek. Y Stiles... El duerme igual que tú. Lo han mantenido en la mansión Stilinski, nadie lo ha visto más que su madre y padre. Claudia a venido muchas veces a verte, tratando de encontrar una solución. Pero no hemos encontrado más que absurdas suposiciones y soluciones mágicas sin sentido. -miro a todos confundido. Pero como si me dieran un gran golpe comienzo a recordar todo. A Stiles, el idiota de Parish y sobre todo al alfa que había destrozado su vida. Y no sabía si un día podría llegar a verla tan bella como en su interior la veía.

—Lo mataré, juro que lo mataré... -intento ponerme de pie, pero ningún músculo reacciona ante mi orden. Vuelvo a tenderme en la cama, frustrado, envenenado por todo lo que nos estaba pasando.

—No digas tonterías. ¿A quien mataras? -pregunta más que preocupada mi madre. Seguida de las caras de horror de Scott y Cora. Estaba muy enfadado no solo con todos sino conmigo mismo.

—Soy un inútil. -recrimino con rencor. Estaba muy enojado con todo. —¡Necesito ir por Stiles! -exclamo y todos niegan ante mi loca sugerencia, a excepción de aquel prepotente de Peter. El solo me mira serio y como queriendo muchas verdades de su parte.

—No puedes moverte por un rato Derek, tendrás que aguantar unas horas. Luego eres libre de hacer lo que se te plazca. -todos miran a mi loco tío, si mi madre no tuviera tanto autocontrol se que lo mataría ahora mismo.

—¿Que dices? -explota mi hermana menor. Era raro que Laura no estuviera también allí. —Sabes que no puede ir a ningún lado, ya lo hablamos Peter. -les miro sin entender. Y aquella actitud por parte de mi progenitora no me hace nada feliz.

—Iré por él. -todos me miran. —Y no piensen en detenerme. -vuelve la mirada a mi cuerpo e intento mover mis piernas con insistencia.

Nadie dice nada, Peter sonríe y mi madre me mira como pidiendo piedad por mi parte. Pero, no. Ya estaba más que decidido y no doy marcha atrás tan fácilmente.

...

Pov. NARRADORA.

—¿Alguna novedad?

—Nada, el sigue igual. -suspira con cansancio la castaña.

—Ojala que esto sea buena señal en vez de mala. -dice con pena Allison. La pelirroja a su lado toma su mano en señal de apoyo. —Gracias. - murmura la pelinegra. A lo que Lydia asiente con una leve sonrisa.

—Todo estará bien señora Stilinski. Yo lo presiento. Además... -hace una pequeña pausa y queda viendo hacia las escaleras de la casa.

—¿Lydia? -se alarma la mujer. —¿Que ocurre? -la pelirroja mira a Claudia antes de apuntar las escaleras. Ante esto la mujer corre como desquiciada hasta la habitación de su hijo.

La joven Argen mira con impresión a la chica a su lado y como está cambia su mirada a una preocupante. Un millar de cosas se presentaron en su cabeza. Y una de ellas fue confirmada cuando los gritos de Claudia se hicieron oír por todo el territorio. Corriendo y llegando sin aliento. Ambas chicas se toparon con el peor de los crímenes. Sangre mucha adornando las sábanas y cobertores de la gran cama. Y un aroma despreciable que no conseguía identificar. Recorrieron la habitación de arriba abajo, intentando de encontrar alguna cosa pero, nada. Solo el cristal de la ventana era el único testigo fundamental de aquel hidiundo olor. Ya que solo eso no pertenecía al joven Stilinski. Esa esencia. 

—¿Donde está Stiles? -se escucho desde el umbral de la habitación. Un sorprendido y asustado alfa dejó ver su lado débil, y no hacía falta ser sobrenatural para notar su actual estado.

—Stiles desapareció. -murmura entre lágrimas Claudia. Qué ante tal acontecimiento sentía perderse en lo más profundo de sus tinieblas. —Mi hijo... Mi hijo... -se deja caer la frágil y debilitada castaña.

—!Jordan! -sale gritando el zorro. Con desespero busca a su mano derecha. Hasta que lo encuentran en las afueras de su casa. Alterado y sin saber explicar su malestar. —¿Jordan? -se queda sorprendido el mayor, ante la mirada tan desconcertante del rubio frente suyo. Y más cuando aquel cae como si su cuerpo fuera una gran roca. Pero logra atrapar en el acto. —¿Que te pasa? -pregunta preocupado. Pero su mirada se vuelve indescriptible cuando nota el olor a sangre y las heridas de garras que el chico lleva por toda su espalda.

—El... Volvió... Señor... El... Se lo llevó.... ¡ahg!  -dice antes de desmayarse Parrish.

—No... -hace una pausa, John. —No puede estar pasando estas cosas. ¡Maldición! -grita frustrado, mientras corre con su oficial hacia la casa. —Primero: Stiles y ahora esto... No...

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Wiiiii... Volví... Aquí nuestro Décimo segundo CAP. Ooowwww que emoción. Espero les guste como a mi. Y ya estás avisado.

VOTEN Y COMENTEN.

Por cierto quien comenté primero recibirá un CAP en dedicatoria. Espero que les guste esta idea. Y no duden en dar sus opiniones capas me hacen ver algo que no veía.

Ahora sip. Me marcho.

Los leo cuando me lean. *-*/ chaito

¡Enemigos! [BORRADOR]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora