CAPÍTULO. 22

937 86 3
                                    

Pov. Derek.

La incesante lluvia no a parado en días. Es algo extraño ya que rara vez se puede apreciar tantos días como estos. Stiles a estado muy nervioso y atareado estos días. Las manadas permanecen en un estado de alerta contaste, la casona Stilinski es vigilada día y noche, no importa que, todas las manadas han dejado a sus mejores protectores. Por el momento pareciera ser todo sereno pero no todo esta muy bien, realmente hay algo que no me gusta mucho.

─Derek, puedes por favor mirarme por un minuto.

─Sobrino, tu madre te esta hablando. -al escuchar a Peter observo que mi madre esta parada frente de mi con sus brazos cruzados.

─Perdón, qué decías. -mi madre suspira con frustración. No es como que no la escuchara completamente pero solo no tenia mucho interés en algo que sabia mejor que nadie. Ser el nuevo alfa de la manda seria una tarea de tiempo completo y con mi futura vida al lado de aquel imperativo chico sera de mucho trabajo pesado.

─Solo recuerda que no es un juego nada de esto, Derek. Quiero que seas un gran alfa, así que por favor...

─Madre, me lo has repetido durante toda mi vida. -sonrió y noto a mi madre aflojar un poco su cuerpo. ─Tú tranquila no arruinaría tu arduo trabajo, después de todo has sido la mejor maestra que pude haber tenido. -sonríe y me abraza con cariño, siempre preocupándose de más.

─Bien, ahora es momento de que vallas con los demás a hacer guardia esta noche. -asiento, yo me había ofrecido como vigilante. Además así podía ver sin problemas a mi pequeño.

─Sobrino no pienses solo con una cabeza... -escucho decir al idiota detrás de mi.

-Y tu procura no dejar tu rastro cuando te metas en casas ajenas. -suelto, notando como su sorpresa me deja en claro mi triunfo. ─Peter, no nací ayer. -salgo riendo de la casa, no seria fastidiado tan fácil por el. Aunque no era el único que sabia de aquello, Stiles lo descubrió primero pero al notar el dolor que desprendía su presencia lo dejo pasar. Tal vez eso ayudaría un poco a sus años en solitario.

...

─¿Cuánto tiempo te tomaras allí? -escucho que me gritan. Y para mi suerte no es nadie mas que Cora, acompañada por supuesto de todos.

─Por favor, Cora no empieces. -repito cansado. Si no era por el maldito destino era mi hermana quien me interrumpía cuando estaba a punto de correr por mi verdadero objetivo.

─Vamos hermanito, dime claramente porque luego tus huidas se convierten en eternidades y nosotros solos quedamos haciendo guardia. Eso no es justo. -me grita exageradamente. Todos dan un paso hacia atrás pensando que tal vez le arrancaría la cabeza alguno. Si que me creían tan cruel, pero tampoco seria capas de hacer algo así a mi propia hermana.

─¿Derek? -mi hermana sonríe al notar mi acción. Como un cachorro levante la cabeza y mire al chico que me llamaba. -Hola, Cora.

─Stiles. -grita emocionada, abrazando a mi chico. ─Tranquilo cachorro, se que es tu pareja mejor que nadie no me gruñas. Por favor, Derek. -yo solo me cruzo de brazos e ignoro sus palabras.

─Bien, intentare no prestarle atención a esto. Ahora, gracias a todos por ayudar en todo. -habla mi pequeño zorro, mirando a todos apenado y lleno de una enorme gratitud.

El fuerte rugir del cielo distrae a todos. De un minuto a otro, aquel paisaje de lluvia tan tranquilo comenzó a tomar un contorno completamente diferente. El cielo gris se volvió de un minuto a otro en un completo negro sin vida. Todo estaba cayéndose abajo.

─¿Qué esta pasando? -grita Cora. Yo permanezco impactado por tan radical cambio.

─Cora, es mejor que den aviso a todos. -escucho que habla Sty, cuando le veo siento su preocupación.

¡Enemigos! [BORRADOR]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora