¡Enemigos! [BORRADOR]

CAPÍTULO. 18

Pov. Narradora.

La falta de fuerza comenzaba a notarse entre los betas que eran destrozados por aquellas sombras. Porque eso eran sombras que nunca hallaron su verdadero camino y ahora se encontraban en manos de un ser que después de tantos siglos aún seguía en busca del suyo. No se rendía, el perseverante ser continuaba de pie ante cualquier obstáculo. Siempre había sido así y hasta que el objetivo no fuera cumplido nunca se detendría. Nunca.

Dan es el primero en la fila, degustando de las atroces escenas frente a sus ojos. Notando las mirada de odio por todos en cada una de aquellas manadas. A pesar de tener la apariencia de su descendiente más gentil, aún así todos pueden verle con odio. Siglo tras siglo, aquellas miradas a pesar de su variadas apariencias nunca desaparecerían. Aunque... Solo hubo alguien que nunca le vio de esa manera, esa persona hasta su último aliento no fue capas de verle con odio, sino que por el corto lapso de vida le observo con sus ojos cargados de tristeza y arrepentimiento. Esa persona fue su única salvación y la perdió, le fue arrebatada por todos estos seres despreciables que solo se creen los únicos merecedores de seguir en este mundo.  

Un fuerte rugido lo desconcerta, y más al notar como aquella gran esfera protectora es destruida como si de un papel se tratase. Sonríe al ver a los responsables de tan acto. Notando como todos casi desfallecidos ven a los pares acercarse.

—Bienvenido, papá. -habla feliz Dan. Observando al mayor de los Stilinski. —Que bonito, vienes con aquel chucho. Eso no le debe gustar mucho a mamá. -bromea.

—Es suficiente Dan, deten todo esto. -exige el mayor, dejando ver el gran esplendor de sus rojos ojos.

—No me vengas con eso John, tu nunca serás mi alfa. Recuerda que nunca a existido uno para alguien como yo. ¿Tan pronto te has olvidado de todo lo que sabías de mí? -suelta cada palabra cargada de enfado. Haciendo que del suelo surgieran más sombras rodeando al alfa de los Nogitsunes como a todos los miembros de cada manada.

—¿Quieres terminar todo de esta manera? -pregunta John, atrapando la atención del castaño, que ante el enfado había iniciado a soltar un aura nauseabundo para todos. —Crees qué esa persona te perdonará por dejarla morir. No me hagas reír. -ante aquello. Dan abre desmesuradamente sus ojos, rojizos por completo luchan, pelean por no quebrarse. —Matanos a todos, pero recuerda. -sonríe John. —Ella nunca te perdonará. Te odiara, te repudiaba por manchar tus manos con seres que no fueron responzables de tus ambiciones. Tenlo presente ella solo conjurara contra tu ser, y nuestra maldición solo será la extinción de cada uno de nosotros. Moriremos por tus tontos errores. Destruirás la vida de todos, pero con ellas la tuya sera la más perjudicada. -finaliza John. Observando la mirada lagrimiante del castaño siendo protegido por aquellas sombras. Esperando, solo dándole tiempo. Era el momento de la verdad.

—Mientes... -murmura el castaño. Dejando ver sus colmillos, oreja y pelaje negro...

—Si tú lo dices... -responde el mayor de los Stilinski. Dejando a ver después de tantos años su verdadero ser, su real yo...

Un gran zorro de pelaje rojo y negro, ojos sangrientos y de más de dos metros de alto se aprecia ante uno completamente negro. Un Alfa contra un beta, de grandes proporciones era uno de los peores presagios.

"Uno siempre tendría que morir..."  

...

—¿Derek? -pregunta Claudia, observando el semblante del moreno. Estaba algo pálido. —Vamos reacciona. Necesito tu ayuda, Derek... -grita, logrando que el nombrado abriera sus ojos. Y ante la sensación de opresión en su pecho respira con agitación. Una vez calmado, mira a la mujer frente a él. Furioso intenta tomarla del cuello, pero es esquivado con rapidez. —No seas idiota. Acabo de salvar tu vida. -grita la castaña.

—¿Cómo...? -se pregunta confundido Derek, mientras observa la jeringa y revisando su contenido, nota el aroma a unas plantas medicinales. —Esto...

—Dan quería volverte de su lado, tal vez si te envenenaba con el mercurio lo ubiera logrado, pero lo necesitaba para Stiles así que lo remplace. -hace una pausa. —Aunque me duela, Stiles es mi verdadero hijo. Dan solo es una copia no puedo hacer todo por el. Ya no... -susurra, con dolor...

—¿Y Stiles? El aún duerme... -habla Derek.

—Esto lo ayudará a despertar. -le enseña otra jeringa con aquel líquido platinado. —Esta mezclada con la sangre de Dan, hará que nada malo pasé y Stiles volverá de su trance.

—¿Estas realmente segura de eso? -la castaña, frunce el ceño y asiente muy decidida.

—Bien, sujetalo fuerte puede llegar a alterarse mucho. -murmura la mujer, a lo que Derek obedece. Sujetando con fuerza a quien tanto ama. Viendo su tranquilo ensueño. Rogaba porque aquellos ojos se abrieran por fin.

Sin esperar más, Claudia trago con fuerza antes de incrustar la jeringa en el cuello de si hijo. Sin dejar hasta la última gota de aquel líquido fuera del torrente sanguíneo de su único y verdadero hijo. Hale lo sujeta con fuerza, sintiendo la ansiedad invadiendolo como loco. Estaba ansioso, solo pedía que aquello funcionará.

Sin darse cuenta, ninguno nota la presencia despreciable que les observa desde el umbral de aquella prisión. Ante esto el intruso solo suelta unas cuantas palabras, despreciables.

—Pero, miren a quienes tenemos haciendo cosas malas. Eso no le agradará a nuestro señor. -dice más que altanero Jordan, tomando pasó en el lugar. Enseñando sus largas y rojizas garras mientras sus colmillos y rojos ojos se asomaban. Centrando su vista en su mayor objetivo. Viendo a su mayor enemigo por años, al que el creía le había robado lo único que sentía era para él.

—Está vez no tendrás oportunidad Hale... -el nombrado se pone de pie, enseñando de igual forma sus garras y su media transformación.

—Me arrepiento de no haberte matado hace mucho tiempo, Parrish...-Responde antes de atacar el primer zarpazo.

Ambos betas rugen con bronca, con odio por el otro, destrozando todo a su paso. Chocando con fuerza contra el suelo de concreto y sus muros de acero puro. Mientras Claudia permanecía junto a su hijo, esperando intentando protegerlo e implorando porque está maldita vez el destino no juegue para el equipo malvado. No podían perder nuevamente, no cuando lo más valioso para su vida estaba en un punto nulo de la vida que llevaban... No era justo, claro que no lo era...

Pov. Stiles.

Arde, mi pecho arde mucho...

Me estaba muriendo, talvez. La sola idea me incrementaba aún más el dolor.

Mis gritos de dolor mezclado con aquellos rugidos, gruñidos y llantos, como estallidos de bombas me destrozan, me confunden por completo.

¿Por dónde debía de ir?

—Stiles... Vamos hijo...

Esa es mi madre, es ella la escucho. Pero hay más, algo más está ocurriendo. Quiero ver, quiero de una vez por todas despertar de esta pesadilla.  Intento hablar, vociferar, decir aunque sea algo... pero nada. Aunque no me rendiría tan fácil... Esta vez era mi turno de rugir, me aria oír aunque se me fuera la poca vida en ello.

Lo intente una, dos, tres, cuatro, cinco, seis hasta más de 30 veces cuando por fin... Me logro oír, me escucho por fin...

—¿Stiles? -gritan mi nombre, un silencio se hace paso ante mi sonoro rugido. Observando por fin con mis ojos abiertos, notando como aquella mujer me sujetaba con fuerza... Esta mujer, la mejor ante mis ojos, quien me dio la vida quien el destino decidió a pesar de todos los enemigos brindarme tal regalo de los cielos como madre...

—Mamá...

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Wiiiiiiiiiiii! ESPECIAL 5/5 😱😱😱

Siiiiii, aquí nuestro Décimo octavo cap... Espero lo amén tanto como yo lo ame escribir.
Oh si volvió mi inspiración por una horas. Estoy tan alegre de continuar nuestra bella historia. ;-; ioro de emlchiom...

Bueno, ya espero me dejen unos lindo comentarios. 

VOTEN Y COMENTEN.

Los leo cuando me lean. *3*)/ chaíto...