CAPÍTULO. 4

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Pov. NARRADORA.

Todos estaban asombrados y curiosos por tal importante desición, no muchos tenian tan dura prueba. Stilinski era muy apreciado por todos y eso le daba puntos a favor para la elección de su sucesor. Que para todos había resultado una sorpresa.

Satomi era una de las menos impresionada con este tema. Desde en nacimiento del único hijo de su amigo zorro, sabía que esto ocurriría. Pues ese niño era especial, ella misma lo había notado desde el momento que aquel zorrito dio si primer aliento de vida.

Stiles no era un zorro cualquiera, podía llegar a ser uno muy poderoso como peligroso, fueron las palabras de la loba.  Además de que dicho chico desconocía una cuarta parte de su ser. Pero, lo que nadie esperaba es que el pequeño encontrará a su pareja en otra manada que para su mala suerte no era muy agraciada por parte de cada zorro en la manada Stilinski. Pero lo más lastimero era que la Unión entre un Lobo y un Zorro, no era de beneficio para ninguna de las manadas.

Los kitsunes eran una especie con pocos descendientes y por los azares de la vida siempre cada 10 generaciones un descendiente masculino estará predestinado a tener un compañero del mismo sexo, pero de diferente manada. Cosa que cada Alfa Kitsune no acepta esta unión que podría llevar a la muerte a su único hijo. Las razones nunca fueron conocidas, pero hubo un caso que pocos saben, pero solo los más viejos conocen. 

¿Aunque, quién se atrevería a recordar tan triste suceso?

...

Un fuerte golpe resuena en todo el vasto bosque, el ruido de un árbol en cuesta abajo se deja oír sin estragos. La respiración fuerte y el desesperado palpitar de un corazón cargado de dolor, bronca, millones de emociones al saber que perderá lo único que siente como propio. Ese ser que lo complementa y por nada del mundo se arrepiente de haber conocido aquella noche.    

—¡Mierda! ¡Maldición! ¡Demonios! -grita, con fuerza y ya casi sin aliento el futuro Alfa.

La frustración que emanaba el moreno había espantado a la mayoría de todos los pequeños seres nocturnos del bosque. 

Aquellas palabras le rondaban la cabeza incontable de veces, deseando con todo su ser que fueran mentira. No podía creer aquello, hasta Satori había dado la aprobación sabiendo que el pecoso chico era su compañero. Sentía que su mundo se venía abajo, no podía aceptar ese futuro, no, él no podía perderlo. ¿Pero, qué haría? 

—¿Qué haces aquí? -y el alma le volvió al cuerpo. Aquella voz lo había jalado de los pelos y vuelto a la realidad. El delicioso aroma de aquella persona invadió sus fosas nasale llegando a tocar aquella herida que en tan pocos minutos sentía tan lejana. — ¿Fuiste a la reunión? No lo puedo creer, ahora el señor gruñon tambien se comporta como un niño malcriado que no le hace caso a mamá. -se burla, mostrando aquella magnífica sonrisa.

— No, lo soporto más. -dice el moreno, acortando aquella dolorosa distancia entre sus cuerpos. 

El sonido agudo de una espalda chocando contra la corteza y el tacto de dos pares de labios se unen en un profundo beso. Ambas mucosas recubiertas por tan suave y delicada piel, se atraen como si se tratasen de dos imanes. El calor de ambos cuerpos, las manos que comienzan con desespero a explorar cada hebra bajo tensión. Las grandes manos de Derek, se desplazan con desespero tratando de encontrar una abertura para sentir aquello que lo volvía más loco que un sin fin de drogas. El aire era escaso, pero eso no era lo importante lo que más deseaba estaba allí y eso al moreno le resultaba más satisfactorio que el mismo respirar. 

Stiles no sabía cómo negarse a tan esperado acto, si fuera por él nunca terminaria ese pequeño momento de felicidad. Pero, algo lo estaba afectando un fuerte dolor en el pecho lo alejó de todo placer. Ese dolor que sabía a qué se debía, su otro yo no estaba dispuesto a lo que sus mayores les ordenaba. Alejarse del ser amado a causa de que podrían morir no le agradaba mucho, y aunque le resultaba difícil deseaba en el fondo que una diminuta huella de esperanza se presentará en algún momento. 

— De...rek... -aquella bella voz, hace que moreno se aleje unos microsegundos de aquellos carnosos labios. — Esto no está bien. -susurra con una notable melancolía. 

— No me interesa. -responde el mayor apretando con fuerza el cuerpo del menor bajo su cuerpo. — Me perteneces pequeño. -el nombrado solo suspira, sin saber qué palabras debería ya decir ante tal terco sujeto. 

—Sabes que me casare. -no hay respuesta. — Si ellos se enteran de esto, nos meteremos en serios problemas. Mi padre últimamente no anda de muy buen humor. -el mayor sonríe irónico. 

— ¿Cuándo el a estado de buen humor? -el castaño sonríe sin ánimos. No se encontraba con ánimos de discutir sobre esto.

  — Hale, hablo en serio. -dice aurdo el menor. Esperando que aquella persona entienda su angustia. —Ya no somos niños, Derek, es hora de aceptar nuestros caminos aunque nos duelan. Aunque no quiera, es mi deber casarme con Jordan... -un fuerte gruñido se hace escuchar en todo el lugar. 

— ¡NO, REPITAS EL NOMBRE DE ESE MALDITO! -un gran dolor se presenta en el frágil cuerpo del castaño. Las afiladas garras a los lados de cada uno de sus brazos le producen una dolorosa agonía.

— Derek, due...le... ya suéltame...

— ¿En verdad, dejaras que te casen con alguien que no es tu compañero, que no soy YO? ¿Estás dispuesto a morir por dentro como lo estamos sufriendo ahora? ¿Crees que el dolor que tenemos, pasara? -la presión y el aroma a sangre comenzaba a darse a notar entre el profundo y denso aroma de los árboles, yerbas y diferentes plantas, como animales del lugar. — No puedo permitir eso, Stiles. 

— Der... -una mirada dolorosa, unos inmensos ojos llenos de lágrimas y dos pares de corazones rotos por el fuerte destino que debían afrontar. — Lastimarme no solucionara estos problemas, Derek. -el nombrado se queda inmóvil ante aquellas palabras, dirigiendo su mirada a aquellas manos que se habían vuelto en contra de su otro ser. — Me casare, no puedo darte razones más concretas porque yo tampoco las se, pero tienes que tener en claro que es para salvar nuestras vidas. -una mirada ida y respiración acelerada estaban en armonía en aquel hombre grande, sin vida, con un futuro que estaba tan apartado del que él quería formar. — Es tiempo de decir adiós, mi Sourwolf. -una de las manos del castaño se dirigen hasta la mejilla del más alto, pero no llega a tocar aquella piel tan conocida para el. 

— No. -articula con rencor Derek, mostrando aquel par de ojos azules que tanto demostraban más su postura. — Haré lo que sea para que esa boda no se consagre. -Stiles suspira y no soporta la idea de seguir escuchando cada una de sus palabras. Pero al momento de querer escapar una mano presiona con fuerza uno de sus brazos lastimado. — Confia en mi. -el castaño suspiró, tratando con fuerza de creer en aquellas palabras. Stiles observa su brazo y sonríe ante la acción del mayor. Unas venas negras recorren sus amplío brazo, atrayendo, acelerando aquel dolor físico que no se compara con el fuerte daño que produce el saber que todo acabó sin siquiera haber iniciado.  

—Confío, Derek... -el palpitar armónico de ambos corazones, fueron los testigos de aquel tranquilo y reanimador beso. Que ante toda negatividad procuraba un punto de esperanza en la nada...

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(ESPECIAL 2/3)

WIIIIIII!!! aquí nuestro....Cuarto cap... espero les guste a mi me encanto. xD Aunque es corto :/ mi malvado defecto.

;-; lloro, ay mi Derek, sufre tanto que mi kokoro no resiste... 

Y el adorable de Stiles, ;-; lloro doblemente más...

VOTEN Y COMENTEN. plisssss *-*/

los leo cuando me lean... chaito *w*/

¡Enemigos! [BORRADOR]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora