CAPÍTULO. 16

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Pov. Stiles.

El fuerte retumbar de aquella voz me atormenta sin cesar. Las cálidas manos que procuran mi estado me vuelven tan vulnerable. Conocía aquellas manos, conocía muy bien aquella voz que tanto tiempo solo crei que sería de un ser que mucho más que mi otro yo, era solo un espejismo de un niño con mucha imaginación; como mala suerte.

Aquel era Dan, era como un hermano para mi. Pero, con el tiempo supe la verdad y el solo buscaba mi destrucción. El solo quería comprobar quién era el más fuerte de ambos, y obtener el cuerpo del otro como la mayor arma para sus canalladas. El solo quería destruir todo a nuestro alrededor. Vengarse... ¿pero, de qué o quién? Eso nunca logré desifrar...

Esto era lo peor, era como estar en un mar sin puerto. Cada día intento por todos los medios abrir mis ojos, pero no llego a nada. Dan me dice que eso sólo podrá ser si alguien aceptaba su causa. Aquello no me traía para nada algo bueno. Y ese alguien, sentía que ya sabía de quien se trataba. Solo rogaba porque no se dejará manipular por aquellas manipulables mentiras, disfrazadas de promesas.

—Tranquilo cariño, yo te cuidare. -nuevamente esa voz... Era ella...

—Mamá... -intento decir, pero solo yo logro escuchar mi lamentable voz. —No deberías estar aquí.

—Mi pequeño.

Pov. NARRADORA.

La melodiosa voz que acunaba al castaño recostado, hundido en un vasto sueño para ella. Siendo observada por aquellos rojizos ojos cargados de odio y rencor. Deseando con todo su ser acabar con todas aquellas bestias que lo convirtieron en ese ser que era actualmente.

—Mamá. -murmura, llamando de inmediato la atención de aquella castaña que ante su presencia le regala una sonrisa sin importar la ocación. —No te preocupes tanto, el está bien. -dice sin saber el porqué. Aquella mujer tenía algo, algo que no le dejaba lugar a toda su maldad. Era muy inexplicable para el, pero raramente se sentía muy bien.

—Mi pequeño Dan. -susurra la mujer, acercándose hasta aquel sujeto. —Me alegra tanto que aún pienses en él. -este solo asiente. Viendo de reojo al castaño tras suyo. No era su hermano, pero era otra parte de el. Claro que lo protegería. Además, ella de aquella forma sería muy feliz. Tardo tanto tiempo en volver, no desperdiciaría ningún minuto en tonterías. —Cuando me dijeron que habías desaparecido, yo... -tiembla. —Realmente, pensé que el mundo se vendría abajo para mi. Intenté que Stiles no sufriera de igual manera, procuraba no cometer el mismo error... -ante aquellas palabras el castaño, se acerca tomando a su madre entre sus fuertes brazos. Escuchando el llanto arrepentido de quien en todo este vasto mundo le brindo aquello llamado amor.

—No volverán a separarnos, nunca lo volveré a permitir. -jacta, dejando en evidencia sus claras palabras.

...

Derek permanece en un estado lamentable en una de las tantas cárceles de aquel despreciable lugar. El fuerte aroma a moho y humedad lo estaban volviendo loco. Más con las insistentes amenazas de aquel sujeto, buscando un objetivo que aún no le cerraba al moreno. No entendía el porque de su insistencia con ellos. No le veía el caso a todo esto. Solo disfrutaba verlos sufrir. Y juraba que una vez libre de aquellas ataduras acabaría con aquel demonio. Terminaría con todo lo malo que el destino a cobrado con ellos.

—Bueno, bueno... ¿Cómo se encuentra hoy mi invitado especial? -capta su atención aquel odioso zorro. —O vamos, habla. Te e traído algo para comer, deberías estar feliz además mírame soy su mismo retrato imagina que soy él. -dice muy feliz, mientras se gira enseñando toda su anatomia. —Hasta si quieres podríamos jugar. -habla coquetamente delineando los lastimados y bien marcados bipses del moreno.

—No me hagas reír. -se mufa Derek. —Prefiero morir antes que ponerte una mano ensima de ese modo. -el castaño rueda sus ojos. Solo suelta una risa antes de soltar una de sus manos y dejar el plato con comida.

—Bien, ya jugué un poco. Creo que es bueno que comas algo, no me cirvirias de nada muerto de hambre. -hace una pausa antes de mirar al moreno frunciendo el ceño. —Come, no querrás que tú amorcito se preocupe. -el moreno solo lo observa con gran interés. —No aún no despierta, pero creo que pronto lo hará... Veremos qué pasa luego. -suelta y sale del lugar dejando ante cada paso el retumbar de su risa.

—Malnacido... -ruge Derek, intentando soltar su único brazo encadenado. No pudiendo creer el porque no es capas de romper tales ataduras. —Stiles...

...

Los gritos y descontrol entre cada una de las manadas reunidas en el ceno principal del basto bosque, crea gran desasosiego para todo el mundo. Cada uno de los alfas discuten e intentan mantener la calma de cada uno de sus omegas y betas, pero no hay caso todo es un completo caos.

Talia ruge ante todos sus integrantes, logrando mantener la escasa calma. Los Argent son al parecer los más calmado, aunque no es lo mismo para Chris que observa a quien es su pareja volverse loco internamente por el estado tan desolado de quien una vez formó parte de su corazón. Aquello le dolía mucho. Deucalion solo se está en un costado observando todo el lugar, esperando con insistencia una orden de ataque por parte de  Satomi, la cual solo fruncía el ceño. Se la notaba muy alterada y aunque era la más cruel de las acciones se arrepentía de no haber sacrificado aquel par como era debido. Ella se sentía culpable de todo aquel caos. Pero esta vez no cometería el mismo error dos veces. Ahora sí acabaría con aquel par de una vez por todas.

—Kira, Brett, Lori y Carrier, vengan conmigo. -susurra la mujer mayor, dejando ver sus amarillentos y eléctricos ojos. Seguida de sus fieles betas. Observando a su alrededor, captando la mirada fija del lobo Deucalion. El cual con solo una mirada entiende al respecto de los planes a seguir.

—Es momento de actuar. -sonrie divertido Deucalion. —Talia es mejor que prepares a tu manama, mamá a hablado. -murmura, dejando que la pelinegra a su lado le entendiera correctamente. A lo que la loba asiente. Era el momento de terminar con esto.

Jordan es el único en darse cuenta de cómo muchos alfas y betas desaparecen del lugar. Quedando solo algunos betas un tanto inestables, como otros para despistar solamente. Una sonrisa se asoma, dándole una última mirada a su manada y a los incrédulos que lo rodeaban.

—Ya es hora... -murmura, desapareciendo entre las sombras.

Malas vibras invadían todo el territorio, estaba por comenzar una cruzada ferviente de la cual nunca ninguna bestia sobrenatural será capas de olvidar. Se volvería tal vez realidad aquel olvidado presagio, ese que en un principio lo inicio todo.

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Siiiiii.   ESPECIAL 3/5 *-*

E aquí nuestro Décimo sexto cap. Espero les encante como a mí y... Como ya saben...

VOTEN Y COMENTEN. :)

Los leo cuando me lean. *3* chaíto..




¡Enemigos! [BORRADOR]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora