¡Enemigos! [BORRADOR]

CAPÍTULO. 14

Pov. Narradora.

La oscuridad invadiendolo, la sensaciones de dolor por todo su cuerpo no le daban buenas razones. El incesantes escozor a muerte por todas partes. En ocaciones creía que Lydia fuera la única que podía sentir todo esto, pero tampoco tenía claro si aquellas sensaciones eran verdaderas o solo más inventos de sus sueños. Confusión, eso lo invadía. Voces que no decían nada, sensaciones que tal vez el solo se creaba para poder pensar que estaba con vida. Sino porqué estaba en aquel lugar, imaginando cosas, tratando de estar alejados de todos, pensando y recordándolo solo a él.

De repente un fuerte rugido lo atrae con fuerza, mira a sus lados y el amplio bosque comienza a tomar forma nuevamente. Pero, algo extraño se sentía en este sueño.

Es de noche, el viento sopla con recelo, el silencio de cualquier animal es preocupante. Y aquel rugido vuelve a surgir. Con desespero comienza a correr tras aquella lamentable sonoridad. Aquel rugido, podría... Pero tal vez, solo tal vez era solo otra epifanía. Aunque sentía la necesidad de ir tras ella, correr lo más rápido posible, aunque su velocidad era impresionante sentía como era empujado, impedido en vez de ayudado a llegar. Luego de correr más de dos horas, el gutural rugido sede. No logra encontrarlo, no puede ver nada, no sabe donde se encuentra y si ese ubiera sido él. Sentía que ya lo había perdido...

—Maldición, ¿que está ocurriendo? -se pregunta con angustia. La respuesta no llega...

Cuando está a punto de volver un gran grito y rugido se hacen escuchar nuevamente en el amplio como tenebroso bosque. Y si pensar en nada sigue aquellos sonidos nuevamente, pero esta vez llega a una parte nunca vista del bosque, un gran tronco con sus raíces incrustada por todo el amplio lugar se encuentra allí, nunca había visto aquel árbol, ni siquiera sabía que aquel lugar existía. Cuando está por tocar el tronco una sensación de dolor lo consume por completo, cae sin más al suelo, recargando su espalda contra el tronco, entre sus raíces y como si fuera una ilusión más nota como su pecho derrama sangre, se busca el motivo de aquello y lo que ve es su pecho abierto y como en su interior faltaba lo más importante... Lo último que fue capas de apreciar, fue las risas de alguien, alguien que nunca pensó volver a encontrar.

...

—Si que te cuesta despertar, hermanito.-dice con burla el castaño.

—¡Ya, déjalo! -ruge un despavorido Derek. —Te mataré, lo juro.

—Si claro, ruge todo lo que quieras. No podrás vencerme. -ríe y esta vez mucho más fuerte, apartándose de sus rehenes, de aquellos que para el le destruyeron la vida, como todos, como cada maldito zorro y lobo que lo despojaron de su verdadero destino.  —Me pagarán cada uno de sus desprecios...

Pov. John.

Ya habían pasado más de dos semanas y no lográbamos dar con ellos, todas las manadas estaban trabajando en equipos, aunque algo no estaba bien, a ninguno de los alfas le habíamos comunicado mis sospechas. Alguien lo había ayudado a romper el campo de protección, y sin duda tiene que ser uno de nosotros. Pero, ¿Quien? Era la peor parte.

—¿John? ¿John? -la queda voz de Claudia me saca de mis incontables pensamientos.

—Perdón, qué ocurre. -la noto cansada, las ojeras que adornan sus cálidos ojos estaban consumiendo su poca existencia. No quería que pasara por esto, e cometido tantos errores por no seguir a mi corazón. Solo me deje guiar por la razón, el orgullo que tanto odiaba, todo como lo izo una vez mi padre, solo estaba siguiendo sus pasos y por ello presentía que un día moriría solo, siendo olvidados por todos.

—Tengo miedo John, tengo tanto miedo. -niego y tomo paso ante ella, la tomo entre mis brazos, intento a pesar de mis propias angustias tranquilizarla. Su salud no había mejorado en estos días y eso me mataba más a mi. Se que quiere hacerse la fuerte, pero solo yo la conozco más que nadie. —Mi bebé, que haré si... -la abrazo con más fuerza, antes que diga algo siento como las lágrimas que derrama se incrustan en mi piel. Era tan doloroso todo esto.

—Claudia, amor... -ella me mira y trato de sonreírle un poco. —Juro que lo traeré nuevamente a casa, te lo prometo cariño. Así que por favor. -hundo mi cara en su cuello mientras la atraigo para que se recargue sobre mi pecho. —No dejes de luchar, y tampoco te exijan demasiado. -son decir nada, solo asiente y permanecemos unos cuantos minutos en silencio tratando así recuperar aunque sea un poco de aquella fuerza que tanta falta nos hace en estos momentos tan difíciles.

...

—Hola, señor. -habla triste Jordan. En estos días apenas a dormido, aprecio su esfuerzo y preocupación. Es un buen muchacho.

—Ve a descansar Parrish. -este por replicar pero frunso el ceño, esperando que entienda que hablo en serio.

—Bien, si me necesita estaré en mi casa señor. -asiento, y recargo mi mano sobre su hombro en señal de tranquilizarlo.

—Te mantendré al tanto, ahora ve. -se aleja de mi vista rápidamente. Ese chico si que sufría. Aunque presiento que luego de todo esto sufrirá peor. —Necesito ser justo esta vez... Y terminar aunque duela con aquella persona. -suspiro, seria muy peligroso y aún así lo intentaría.

Entre pensamientos y recuerdos, camina por el gran y oculto pueblo de los sobrenaturales. Protegido por un campo que nunca nadie antes pudo romper, hasta que ese sujeto descubrió quien pudo. Entre todas las manadas estaba el culpable, y pronto lo descubriría. Algo de esto me recuerda a mi infancia, solo faltaba mi padre a la cabeza gritando y regañando a todo mundo. Siempre se creyó el alfa de alfas, y aunque muchos se enfadaban solo lo dejaban ser. Aquel día también lo dejaron ser. Y todo de mi desapareció con aquello. Todo lo que era de él se esfumó de mi ser completamente.

—¿Stilinski? -al oír mi nombre me giro lo veo allí, lo noto algo raro como si quisiera pregúntame algo.

—¿Que ocurre, Peter? -el solo me mira fijamente, suspira y noto una leve sonrisa.

—Déjalo, ven conmigo Satori convoco a una reunión urgente. -antes que yo diga algo comienzas caminar lejos de mi. Niego y camino observándolo de ves en cuando. ¿Que sería aquello que indagaba su mirada? Ahora tenía curiosidad. Esto me recordaba a muchas de aquellas ocaciones en las que nos llamaban para los entrenamientos. —¿Por que sonríes? -me freno de golpe y veo que me mira muy divertido.

—No digas tonterías. Ya camina más rápido. -intento desipar este vergonzoso momento.

No dice más nada durante el camino, al llegar hasta la casa de Deaton, todos ya estaban esperando a que la reunión comenzará. Observo el lugar y me topo con la mirada de Satori, se la notaba preocupada, hasta triste... No quería pensar en nada, pero aquello no le dejaba tranquilo. Tenía terror con lo que sería dicho en esta reunión.

Pov. Narradora.

Un gran grito la despierta y ante su desorientación no se percata del lugar en el que se allá. Claudia, mira a su alrededor no estaba en su casa. No estaba descansando después de tanto tiempo en su recamara. Ahora se hallaba en medio de una arbolada, rodeada de oscuridad, de sensaciones dolorosas...

—Cuanto tiempo sin vernos. -escucha a sus espaldas, levantando la mirada y viendo aquellos rojizos ojos.

—Dan... -murmura, dejando notar sus lágrimas ante aquel ser...

—Madre...

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Holissssss.... Wiiiii empecemos...

ESPECIAL 1/5 *-*/

Aquí nuestro Décimo Cuarto Cap.

Espero les guste y como siempre no me maten. Y claro...

VOTEN Y COMENTEN. *-*/

Los leo cuando me lean. Chaíto.