Maratón 5/6
No es desconfianza, ni nada de eso. Simplemente tengo miedo, desde que vi la nota en ese momento pensé en Harry, que él me lo había escrito pero como no fue así, fue alguien "x".
Tengo mucho miedo. Digo, recibí una nota extraña en mi casillero de alguien extraño, alguien desconocido. ¿Y si es un asesino? ¿Y si me quiere violar?, que estúpida en llegar a pensar en eso pero es lo primero que se me ocurre al ver una nota.
¿A qué se refiere con "Eh vuelto"? ¿Cuándo se fue? ¿Quién es? Muchas preguntas tengo en mi cabeza pero solo el tiempo me dará las respuestas. Nadie sabe la ubicación, o algún nombre que me haga llegar al punto, pero no, nadie lo sabe.
Prefiero confiar en Harry, es lo mejor. Se que el me cuidara. De todo mal y de todo bien. Lose!
Estábamos en silencio, no podía saber que pensaba Harry pero me encantaría averiguarlo, pero nuevamente no tengo esos "poderes" para poder saberlo. Los dos, acostados en su cama, un silencio cómodo pero a la vez incomodo, abrasados, los dos mirando el techo. Se siente bien.
De repente sentí un fuerte dolor de cabeza lo que me causo que hiciera una mueca de dolor.
- ¿Qué pasa?
- No lose, sentí un dolor de cabeza - Harry toco mi cabeza con su mano
- Si, es mejor que vayas a mojarte la cabeza, un poco - asentí para luego levantarme y caminar hacia el baño - ____ - gire para mirarlo - anda al otro baño, mi baño está muy desordenado - asentí para luego dirigirme a la puerta, abrirla y cerrarla tras de mí. Camine por el largo pasillo hasta ubicar el baño con los ojos. Iba llegando hasta que sentí unos pasos detrás de mí, debe ser Harry o tal vez Marta.
Hasta que sentí unos brazos envolverme la cintura para luego besar mi cuello. Inmediatamente pensé en Harry.
- Harry... - gemí un poco y cerré los ojos. Digamos que la sensación se sentía bien - me duele la cabeza, déjame ir al baño
- No hasta que te haga mía - Abrí los ojos y estos se me nublaron con lágrimas, tense mi cuerpo para luego sentir miedo. Esa voz... No es Harry
- ¿Benjamin? - susurre con la voz temblorosa. Este me giro para ver su estúpida cara. Sonrió de oreja a oreja para luego acercarse a mi oído y darle un pequeño mordisco
- Te extrañe linda, no lo sabes cuánto - susurro. Mierda.