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―Me duele la boca―gruño el más bajo sobando con su mano derecha su mejilla

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―Me duele la boca―gruño el más bajo sobando con su mano derecha su mejilla.

La mirada de JaeHyun irrumpió en él, pensativo.

―¿Quieres ir por algo de comer?

―¿He dicho que me duele la boca y me preguntas eso, Yoon Oh? ¿En serio?

―Quien te mando a tener la dentadura chueca no fui yo―se defendió el alto recibiendo un golpe de puño en su hombro que logró hacerlo reír.

―No está chueca, son las muelas―su rostro mostró indignación ante el comentario.

―Claro―concedió el alto, aprovechando de observar los rebeldes rizos antes de que el pelirrojo volviera a cubrir el cabello con la capucha de su sudadera. Una idea pasó por su cabeza. Miró hacía cualquier sitio omitiendo los verdosos ojos―. Muelas chuecas―susurró molestando.

Hubo un silencio.

―¡Ya! Hijo de... ¡Te voy a patear!―se aproximó rápido el muchacho, colocando sus palmas en el pecho de Yoon Oh en un intento de empujarlo, sin embargo, aprovechando la diferencia de tamaños, el castaño agarro las delgadas manos con las propias para llevarlas al acalorado rostro de Kim, presionando las arreboladas mejillas.

―¡Duele, duele, duele, duele!
―exclamó intentando romper el contacto. Los luceros color esmeralda se entrecerraron ante el dolor que se comenzaba a extender por la fina mandíbula.

―Mierda, perdón―término con su acción abruptamente. Un pinchazo de culpabilidad atacando su cuerpo.

Sin dejar que Kim se alejara, movió sus pulgares sobre la zona primero tratada con brusquedad, intentando disminuir el malestar causado. Los dedos del contrario rodearon su muñeca, con la intención de distanciarlas, no obstante, luego de unos segundos de mimos, el joven se apoyó en la caricia, perdiendo rigidez en su postura. La enrulada cabellera se balanceaba en base a la decisión de Jung.

―¿Por qué te duele tanto?
¿No se supone que era sacar una...?

―Funda―completó dejándose hacer―. Aparte de que me apretaras toda la cara, fue complicado sacarla, no tengo espacio que digamos.

―Perdón―repitió, sintiendo la textura de la nívea piel.

―Canalla―le acusó la voz.

Subiendo el mentón, ambos rostros volvieron a toparse. El de Kim, pareció repentinamente divertido.

Las cejas del castaño se elevaron.

―¿Qué?, ¿Qué te causa gracia?

Una suave sonrisa se adueño de los largos labios.

―Mhm, dijiste una palabrota. Que mal, Yoon.

Cierto, él ni siquiera lo había notado.

―Una no es ninguna.

―¿Una no es ninguna? Comenzaré a utilizar esa extraordinaria frase para animarme luego de reprobar un examen―ironizó separándose, con la intención de volver a retomar la caminata.

―¿Sigue doliendo?

―No realmente, me gusta verte angustiado.

―Me estaba sintiendo mal.

―Lo merecias.

Pasaron unos minutos sin decir nada, hasta que la chiflada risotada de kim se hizo presente.

―¿Estas seguro de que eso era anestesia?―inquirió Jung mientras que el otro cubría su boca con una manga.

―Es solo que, por los siete, mi dentista me dijo que tenia boca de cocodrilo.

―¿Cocodrilo?

―Aha, es algo tonto pero fue como " ¡Oh, ahora eres normal! " o una mierda así―imitó la voz de la mujer, sonando chillón.

―Mierda―regaño jung.

―Callate, lo dijiste primero.

―¿Por qué exactamente un cocodrilo?

―¿Has visto los cocodrilos? Sus dientes son pequeños y filosos, los míos eran parecidos, supongo.

―Siguen siéndolo, dentadura de crío. ¿Aún te quedan dientes de leche, cierto?―se burló, pinchando por el costado al chico.

―Vaya molestoso―dijo al tiempo que adelantaba al mayor.

―Ya, vuelve aquí―Jung estiró su brazo agarrando la tela de la vestimenta superior del muchacho―. Tu boca esta bien.

DongYoung se le quedó estudiando y luego, apretó los labios, como siempre hacía.

(...)

―¡Es diferente!

―¡No lo son!

―¡Son diferentes tipos, Yeeun!

―Explicate, para mi es lo mismo―demandó la palinegra sobando sus sienes.

―Los chicos son diferentes, unos son atractivos del modo guapo y otros del modo lindo.

La otra negó con la cabeza.

―Sigue siendo igual para mi.

―No, dan otro tipo de sensación. Por ejemplo... ―la chica giró su cabeza buscando a alguien que cumpliera las características ―. ¡DongYoung!―llamó a el chico sentado detrás de ellas, quién levantó la cabeza confundido.

―¿Sí?

―¡Mira, mira su rostro! ¡No es guapo!―señaló, logrando que la pelinegra abriera sus ojos exageradamente, con temor a que el chico se ofendiera.

―¡Min!―exclamó Yeeun, advirtiendo.

Él hizo una seña con su mano, restando importancia, en realidad, parecía curioso.

―Gracias por el comentario, Min―río el chico rascando su oreja, ya acostumbrado a las discusiones de las jóvenes. Cuando el maestro se ausentaba, ellas se encargaban de volver el aula un lugar basado en gritos.

―¡No, no! ¡Parece un niño! Ignorando su altura, obviamente. Mira sus facciones, son diminutas y delicadas, no toscas o gruesas. Esa es la diferencia, ¿Entiendes? Alguien guapo es... con otra contextura, que se yo. DongYoung enternece.

«Elfo», recordó el chico a la vez que rayaba una hoja con figuras abstractas y escuchaba la conversación.

―Sí, sí, voy entendiendo, pero deja de gritar.

―¿Ves? Ahm... alguien atractivo de la otra forma sería... el... ¡Su amigo!

―¿Mi amigo?―preguntó sin saber a lo que se refería.

―Sí, el alto, un grado mayor o dos.

―¿JaeHyun?

―Sí, él.

―Ah, el que se excita viendo vídeos de tortugas mutiladas.

―¿Qué?―se ahogaron las muchachas, mirándole sorprendidas e impactadas.

El pelirrojo elevó sus hombros, disfrutando la situación.

―No lo se, es algo raro, ¿saben?

SEPARAMEーJAEDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora