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―Desenchufa el cargador si no lo estás ocupando

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―Desenchufa el cargador si no lo estás ocupando.

―Está conectado mi teléfono, espero una llamada de papá―dijo tecleando en el ordenador.

Su madre le miró desde el otro extremo del comedor, con la mirada que siempre hacía al nombrar a su padre.

Yoon Oh ya estaba acostumbrado a ella.

―¿Sobre las vacaciones?―preguntó, terminando de limpiar la hilera de copas superior.

―Aha, y una llamada rutinal, supongo.

Parecía satisfecha con esa respuesta.

―¿Cuándo finalizan las clases? ¿Mañana?

Yoon Oh asintió dejando el mouse inmóvil bajo su mano.

―Si, saldré más temprano―avisó pasando las manos por su rostro, intentando alejar el sueño y el cansancio de su sistema.

―¿No harán nada en tu salón? ¿Una celebración?

―Haremos lo de siempre. Compraré algo por la mañana, no es muy importante. Tengo un informe y el último ensayo de la obra en mi cabeza.

―Bien, no te quedes hasta tan tarde, ¿sí? Hay sémola con leche en el refrigerador.

Una risa incrédula brotó de su garganta.

―¿Sémola? Pensé que era el postre que menos disfrutabas hacer.

―Jeno me preguntó hace poco si podía prepararle.

Recuperando un poco de su ánimo, inquirió:

―Tengo una duda... ―guardó silencio elevando sus cejas―. ¿Es sémola preparada? ¿De esas que venden en el mercado con la mezcla lista o... realmente hiciste la receta desde cero?

La mujer se acercó a paso rápido, enroscó el pañuelo de cocina anteriormente utilizado y le golpeó, indignada.

―¡Por supuesto que la hice yo!

Yoon Oh subió ambas manos en señal de rendición antes de lanzar un beso al aire en su dirección.

―Termina lo que tengas que hacer―dijo la castaña para después atravesar el umbral de la puerta, dejándolo solo en el espacioso comedor.

Yoon Oh mantuvo sus ojos en la espalda de su madre, bajándolos agradecido al verla desaparecer por completo.

Se levantó de su asiento, dispuesto a probar la mano de su madre, abrió el refrigerador descalzo (sin tomarle peso a este hecho) y sacó uno de los pocillos más cercanos. Al volver a su sitio,
su celular comenzó a sonar. Le echó una mirada rápida, captando el contacto en la pantalla.

SEPARAMEーJAEDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora