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tercer mes y contando

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tercer mes y contando.

Ambos jóvenes estaban desparramados en el sofá de la casa del castaño. El pelinegro con un bote de comida a su lado. En el hogar, solo se escuchaban sus voces y los sonidos del videojuego.

―¿No estarás para vacaciones?―comenzó el interrogatorio con los ojos fijos en la pantalla.

―No ¿Por qué la pregunta? Siempre viajo esos meses. Presiona la «a», esa es para saltar―informó señalando el botón del control.

―Lo sé, pero... no sé, pensé que esta vez no.

―¿Por?

―Ni idea, ¿qué harás con el chico?

―¿DongYoung?

Yul asintió llevándose una porción a la boca.

―Ese, ese. ¿Sabe que no vas a estar?

―No realmente, pero―se acomodó mejor en la superficie, estirando sus piernas―. Es... ¿Debería decirle?

―Quizá, puede que se enfade si no se lo comentas o puede que le resbale, realmente, solo lo conozco por lo que me cuentas. ¿Y Jeno?

―Hoy llega, me mudé a la habitación de invitados y él se queda con la mía, preferí que durmiera en un lugar en donde esté familiarizado.

―¿Se quedará con ustedes en vacaciones?

Jung negó, rascando su nuca.

―Con su madre―dijo presenciando como su amigo fallaba en un salto―. Mal jugador.

―Es una técnica, luego de morir, voy a aparecer del lado del equipo contrario. Oculto mis habilidades para verme más humilde.

(...)

―¿Despejaste tu habitación?
―preguntó la mujer hablándole desde el marco de la puerta.

Yoon Oh la miró con obviedad, mostrándole la caja que cargaba con sus brazos.

―Jeno llega en dos horas―avisó su madre. Ella lucía ansiosa, realmente ansiosa―. Deja esas sábanas en tu habitación. Te compartiré de mis mantas, mañana compraré unas nuevas. No quiero que Jeno se queje el primer día porque pasó frío.

―No es necesario, dormiré con una chaqueta y ya―restó importancia con un ademán de mano.

―Estamos en pleno invierno.

―No importa, mamá―adentró su mano en el bolsillo de su pantalón, buscando su celular, el cual estaba vibrando―. Confía en mi sistema inmunológico.

―¿Confía en mi sistema inmunológico? ¿A quién le robaste la frase?―su madre le miró entre extrañada y divertida ante la ocurrencia.

―Un amigo―respondió accediendo a sus mensajes.

SEPARAMEーJAEDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora