¡Gloria!

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Puedo sentir su respiración en mi hombro y su brazo apretando firmemente mi cintura. No he dejado de llorar desde lo ocurrido. Me siento sucia y completamente destruida, hubiera preferido mil veces la muerte.

 

Sé que está despierto, siento sus pestañas rosar ligeramente la parte superior de mi hombro cada que abre y cierra sus ojos. No tengo las fuerzas ni físicas ni mentales como para luchar por mi vida en estos momentos.

 

 

-Si por mí fuera, me quedaría así todo el día. Pero tienes una compañera muy inquieta. Tengo que ir a arreglarlo antes de decidir qué hacer contigo- dice con una voz más ronca de lo habitual. Inmediatamente mi cuerpo se pone rígido y él lo nota, al parecer le causa gracia porque ríe por lo bajo. Estúpido. No digo palabra alguna, siento que mi voz fallaría en el intento.

 

 

Deposita un beso en mi hombro el cual me hace estremecer y no precisamente en buena manera. Se levanta de la cama y empieza a vestirse, manteniendo su mirada fija en la mía. Por mi parte, solo me dedico a mirarlo con todo el odio y asco que siento por él, presiono fuerte las sabanas que tengo agarradas contra mi pecho y cierro los ojos para darle paso libre a mis nuevas lágrimas.

 

 

-No me extrañes mucho, Cariño- sale por la puerta y cierra esta misma con seguro, asegurándose de que no pueda escapar de este lugar.

 

Harry:

 

Definitivamente abusar de Ale no estaba en mis planes. Pero no estuvo nada mal a decir verdad. Desde el momento que la vi supe que tenía que caer de una u otra manera a mis brazos y que mejor que haberlo hecho a mi manera.

 

Ahora me tengo que encargar de la otra mocosa. Sinceramente estaba pensando en matarlas a las dos, pero una ya me pago de una manera espectacular su vida y la otra... la otra tendrá que rogar por la suya.

 

Mando a mis hombres a descansar, Ale está encerrada y con la otra estaré yo, así que no los necesito por ahora.

 

Entro al cuarto a donde la mande por rebelde, pudo estar en una cama y mejor hospedada pero decidió golpear a Carlos y eso no es tolerable.

 

-¿Qué tenemos aquí?- me pongo en cuclillas para poder estar a la altura de su cara, ella solo me mira con odio, no provoca nada en mí, ya estoy acostumbrado. 

 

Quito la mordaza que cubre su boca y rápidamente recibo un escupitajo de su parte, limpio con la misma mordaza mi cara y sin pensarlo dos veces estampo mi mano con su mejilla. Con Harry Styles nadie se mete y menos una zorra como esta.

 

-El día de hoy me he encontrado con mujeres valientes... o estúpidas, no sé cuál término quede mejor- Ella solo levanta levemente la cara con mi mano marcada en su mejilla izquierda.

 

-Púdrete. No me importa si eres el asesino más famoso o si eres el idiota  de su barrio que se siente narco solo por traer un IPhone- dice con un poco de orgullo en sus palabras, como si eso fuera a alterarme, por dios.

 

-Para ser tus últimos momentos en vida, los aprovechas bien- Enciendo mi cigarrillo y coloco de nuevo la mordaza en su boca, no quiero que Ale escuche los gritos y empiece a dar lata.

 

Ella empieza a retorcerse en su lugar pero nada que no pueda controlar.

 

Empiezo a quemar la piel blanca de la chica, primero brazos y luego piernas. De vez en cuando logro ver una lágrima salir de sus ojos, quiere hacerse la valiente.

 

Saco mi navaja y ella me mira asustada. Ahora si me tiene miedo. La agarro fuerte de la quijada y empiezo a trazar la letra "H" en su mejilla. Puedo ver ahora un río de lágrimas deslizarse por sus mejillas, lo cual me provoca satisfacción, intenta jalonearse pero solo provoca que la herida sea más profunda.

 

Quito la mordaza de su boca y me retiro para poder terminar mi obra maestra.

 

-¡Eres un imbécil!- 

 

-¿Últimas palabras?

 

Ale:

Reúno fuerzas y me levanto para vestirme, tengo que hacer el intento de salir de aquí.

Busco en las bolsas traseras de mi pantalón para ver con que cuento. Encuentro un ticket, una liga de pelo, un billete de $20 y un pasador. Agarro el pasador y lo meto en la cerradura de la puerta, después de 10 minutos la puerta cede y mi esperanza aumenta considerablemente.

Con toda la cautela que puedo voy caminando por los pasillos de la casa. Al final del pasillo se escucha una voz, la cual creo que es de Gloria, sin pensarlo dos veces corro hacia esta y al momento de abrirla escucho la voz de Harry decir "¿Últimas palabras?" prosiguiéndole un disparo que hace resonar toda la casa.

Mi mente está en shock. Gloria no puede estar muerta. Sin más abro la puerta y veo a Harry sosteniendo una pistola y en una silla a Gloria atada de pies y manos con una bala entre ceja y ceja con una "H" marcada en su mejilla, sus brazos y pies parecen un colador por la manera en la que unos círculos oscuros se forman en su piel blanca.

Mi respiración se vuelve pesada y mis ojos regresan a estar húmedos de nuevo.

-¡Ale! ¡¿Qué diablos...?!- sin más le doy una bofetada que lo toma por sorpresa lo cual hace que de un ligero paso hacia atrás.

-¡Eres un monstruo!- Él solo se toca la mejilla izquierda y me mira molesto.

Sin darme cuenta estoy siendo agarrada por dos hombres que están a mis espaldas. Yo solo puedo jalonearme sin éxito alguno.

-Ya saben qué hacer con el cuerpo. De ella me encargo yo- Me toma del brazo y me saca del lugar llevándome casi arrastrando de nuevo a donde hacía unos minutos había salido con mis esperanzas de libertad.

-¡Suéltame! Por favor, no otra vez. ¡Ya no!- Trato de zafarme pero es imposible. Me avienta adentro del cuarto y azota la puerta. Caigo sentada en el piso y retrocedo todo lo que puedo a la pared más cercana.

-¡¿Te quieres morir acaso?!- Me grita pasándose la mano por su cabello y acercándose peligrosamente. Cierro los ojos por miedo a que me golpee o algo por el estilo, pero lo único que siento en un frío metal en la frente.

-Vamos, hazlo, termina con esto de una buena vez- Mis lágrimas caen por mis mejillas pero ahora no les pongo tanta atención. Solo quiero que este tormento termine.

-Por más que quiero... ¡No puedo!... ¡Maldita seas, Alejandra!- abro los ojos y veo que golpea la pared. Levanta el brazo y apunta en mi dirección. Vuelvo a cerrar los ojos y escucho el sonido del disparo haciendo eco en todo el cuarto.

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Cha cha cha channnnnnnnnnnnnn

Mi Triste Realidad- Harry StylesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora