Karen...

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Sharon:

Lo amaba, sin duda lo hacía, mi amor por él siempre ha sido estúpido e irracional. Intente alejarme de él varias veces pero no me lo permitía, claro, en ningún otro lugar se iba a conseguir a otra pendeja que le aguantara tanto como lo hacía yo. Mi amor por él siempre sobrepaso a mi razón, y ahora creo que es mejor mantener la razón que a un amor el cual ni siquiera es tuyo.

Estamos en el velorio de Adrián, veo gente llorando aquí y allá. Mis amigas no me han dejado sola ni un solo momento y eso ha sido de gran ayuda para mi persona. Juan, José, Karen, Ricardo y Erik se quedaron en México para estar al pendiente de la situación de Ale, no se ha sabido nada de ella y ya ha pasado más de 2 meses de su desaparición, tengo miedo de no volver a verla.

-¿Cómo te sientes?-

-Mejor, Blanca. Creo que ya no tengo lágrimas en mi organismo para derramar- me dedica una media sonrisa y pone su mano en mi hombro -Gracias por estar conmigo-

-No tienes nada que agradecer, más que amigas somos hermanas, recuérdalo- la abrazo y eso hace que mi cuerpo se reconforte notoriamente.

Le dedico una de mis mejores sonrisas y para ella es más que suficiente. Fer está sentada en un sofá del lugar pero por la postura en la que la vemos parece que ya está dormida.

-Voy a ver a Fernanda- Dice Blanca levantándose y yendo a donde se encuentra Fer

-Hola, Sharon- Volteo para ver al dueño de esa voz encontrándome con Omar, es la primera vez que lo veo desde que me lo encontré en Six Flags, el mismo día que desapareció Ale.

-Omar, que sorpresa-

Ale:

Escucho la puerta principal ser abierta lo cual significa que ya llego Harry, o por lo menos es lo más seguro. Sin desordenar la cama, me acuesto de lado y trato de aparentar que estoy dormida cuando oigo pasos cerca de la habitación.

-Ale te teng...- no escucho más palabras de su parte pues me imagino que ha de notar que estoy "dormida".

Siento que a mi costado se hunde el colchón y de repente una grande mano acaricia suavemente mi vientre, su tacto hace que mi piel se erice por completo pero me mantengo en la misma posición. Empieza a descubrir está área y siento que su mano está caliente a comparación de mi cuerpo que se encuentra helado.

-¿Sabes? No puedo esperar para poder ver tus ojitos, saber si serán verdes o cafés, si serás niño o una hermosa niña como tu madre. Ver lo pequeñas que son tus manos, tus dedos, tu nariz. Ver como corres de un lugar a otro, tirando todo lo que te encuentras a tu paso. ¡Vaya que volverás loca a Ale!- Siento un nudo en la garganta al escuchar sus palabras, y no sé por qué -Solo espero que no vayas a ser igual de testarudo que tu madre, porque vaya que lo es- besa mi vientre y también mi frente - Descansen- siento su cuerpo levantarse de la cama y a los segundos la puerta ser cerrada.

Sin darme cuenta mis ojos se encuentran inundados en lágrimas. Jamás había escuchado a Harry hablar de esa manera. Creo que después de todo aún existe algo de humanidad en él.

Me levanto y empiezo a sentir nauseas, corro hacia el baño y devuelvo absolutamente todo lo que había comido, bueno, lo poco que había comido.

Siento que detrás de mí él sostiene mi cabello y traza suaves círculos en mi espalda.

-Estarás bien, cariño- Me levanto del piso y lavo mis dientes pues el sabor no es para nada agradable. Él se recarga en el marco de la puerta y observa con detenimiento cada uno de mis movimientos. -Contraté a una persona la cual se encargará de hacerte las 3 comidas del día, las cuales tendrás que comerte completas sino quieres que yo arregle ese asunto. Tus vitaminas están en el buro y tienes que tomarte una diaria. No me hagas hacerlo por las malas y entiende a todo lo que te digo. Recuerda que tu familia está en juego-

-¡Vete al infierno, Harry!- se acerca velozmente hacia mí y me toma por la cintura pegándome a su cuerpo. Yo solo puedo alejar el rostro lejos del de él

-¿De dónde crees que vengo, cariño?- Besa mi cuello y baja sus manos hacia mis piernas impulsándolas hacia arriba provocando que yo enrede estás mismas en su cadera. Veo que se dirige hacia la cama y el terror se apodera de mí.

-¡Harry, basta! ¡Bájame!- me tira en la cama y sin perder tiempo me arrastro lejos de él pero soy agarrada fuertemente del tobillo imposibilitándome hacerlo

-¿A dónde crees que vas?- Me gira sobre la cama quedando él encima de mí pero sin aplastarme del todo

-¡Harry por favor, ya no, te lo ruego basta!- rompe la blusa que llevo puesta y empieza a besar mi vientre para después terminar en mi cuello. Sus manos se dirigen hacia los botones de mi pantalón haciendo que estos cedan de inmediato, lo retira un poco ansioso y a mí no me queda de otra más que gritar que pare sabiendo que no lo hará.

***

Su brazo rodea mi cintura con un poco de fuerza, he tratado zafarme de su agarre pero es inútil. Siento que retira su brazo para darse la vuelta y sin perder tiempo me levanto de la cama para vestirme. Me estoy poniendo mi pantalón cuando veo que la puerta del cuarto está abierta, con sumo cuidado me dirijo hacia esta y salgo. Casi corriendo me dirijo hacia la puerta principal, pero me detengo de golpe al ver que al final del pasillo se encuentra el cuarto donde vi con vida a Gloria por última vez.

Lo curioso es que sobresale un par de zapatos, los cuales se mueven con desesperación. Probablemente tiene a alguien más secuestrado a parte de mí. Voy hacia el cuarto y quedo sorprendida al ver que es Karen, mi compañera de la escuela.

-¡Karen!- digo casi en un susurro. Veo que ella está igual de sorprendida que yo pero se mueve con desesperación. Pongo mi dedo índice frente a mis labios indicando que guarde silencio a lo que ella asiente. Empiezo a quitar las cuerdas que atan sus manos y pies, después quito la mordaza que aprisiona su boca.

-¡Ale! Pensé que estabas muerta- Me abraza pero yo no soy capaz de corresponder.

-Escúchame, tenemos que salir de aquí. Así que guarda silencio y sígueme- ella asiente con la cabeza y limpia sus ojos los cuales ya tenían lagrimas acumuladas.

Salimos del pasillo con dirección a la puerta principal. Tomo el pomo de la puerta y al girarlo esta cede. Quiero gritar y llorar a la vez de la emoción pero me contengo. Salimos de la casa y nos topamos con árboles gigantes, todo alrededor son árboles, al parecer no encontramos en un bosque.

-¡No puede ser, estamos perdidas!- veo que los ojos de Karen se vuelven a llenar de lágrimas y eso no me ayuda en nada.

-Pon atención. Vamos a correr todo lo que podamos, no tenemos otra opción-

-¡ALEJANDRA!- escuchamos aterradas la voz de Harry desde la planta de arriba

-¡Corre, Karen!- ambas empezamos a correr en la misma dirección. Siento que mis piernas van a fallar en cualquier momento, sin embargo, no me detengo. Salimos a un camino de terracería en donde no muy lejos se ve el carro de Harry ser frenado bruscamente y él saliendo de este con una pistola en mano. ¡Diablos, nos va a matar!

-¡Corre, no te detengas!- Seguimos corriendo pero ella se tropieza con una piedra provocando que caiga de rodillas al piso para después escuchar el estruendo de un disparo.

Me detengo a observarla y veo que sus ojos están abiertos a más no poder, y de las comisuras de su boca empiezan a salir finas líneas rojas. Cae estrellando su cara con el piso y veo que en su espalda hay una mancha de sangre. Harry la mato.

-Yo que tú, lo pensaba dos veces antes de escapar de mí- me mira con los ojos rojos de rabia. De esta no salgo viva.

Mi Triste Realidad- Harry StylesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora