La rubia

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Daniel:

-Harry, no creo que sea buena idea que nos quedemos aquí- Después de haber tirado a los dos muchachos en el basurero más cercano, Harry decidió venir a un bar de mala muerte, y yo como su perro faldero que soy vine detrás de él, sinceramente me preocupa que haga alguna estupidez. Lleva la cuarta botella de Ron y por lo que veo va para largo.

-¡Vete! No te tengo aquí a la fuerza- Se recarga en la mesa y empieza a llorar ¡Oh dios mío, lo que me faltaba!- ¡MI hijo! ¡Mi pequeño murió, Daniel! ¡¿Te das cuenta?! ¡Iba a ser papá!- Sus lágrimas viajan desde sus ojos hasta el borde de sus mejillas, me lastima verlo así, a decir verdad solo lo había visto de esta manera la vez que murieron nuestros padres.

-Harry, lo sé per...-

-¡No! ¡No lo sabes! ¡Ni siquiera te imaginas el dolor que siento, Daniel!- se levanta de la mesa y se dirige a la salida. Pongo dinero suficiente en la mesa y salgo corriendo detrás de él.

-¿A dónde vas?- Pregunto mirando con detenimiento cada movimiento torpe de su parte

-Iré por una puta, ¿Algún problema?- Dice metiéndose a su carro

-Yo voy contigo- Corro antes de que reniegue y me meto en el asiento del copiloto

-No sé cómo diablos te aguanto- Escucho que dice, pero no reniega como pensé

Ale:

Me quito todos los cables que están conectados a mi cuerpo y voy hacia el baño. Lavo mi cara y puedo notar mis ojos hinchados y rojos. ¿Cómo diablos no me va a doler perder a mi hijo? Sé que al principio no aceptaba tal hecho e incluso quise abortar, pero era mi hijo, también tenía parte de mí, y eso no lo pensé. No sé qué hice tan mal para merecer un karma tan mierda como este.

Estoy por meterme de nuevo a la cama para hacerme más miserable de lo que soy cuando escucho una risa de mujer un tanto escandalosa en la planta baja. Trato de abrir la puerta pero está cerrada con llave.

La risa se escucha cada vez más cerca, acompañada de quejidos y palabras no entendibles para mi oído.

Se escucha como algo es presionado con fuerza ante la puerta y de inmediato me hago para atrás. Está se abre y puedo ver a Harry sosteniendo a una muchacha de pelo rubio hasta la cintura y un cuerpo realmente envidiable. Sus piernas se encuentran enredadas en la cintura de él y este tiene sus manos sosteniendo las blancas piernas de la chica. Él tiene marca de labial por todo su cuello y pecho, sospecho que es de la rubia, la cual tiene los labios hinchados.

-Ale- Me mira algo descolocado y suelta de golpe a la muchacha haciendo que está caiga de bruces en el piso. Se escucha un quejido de su parte y se pone de pie lo más rápido que puede.

Yo solo trago saliva y me hago hacia atrás

-Sal de aquí, Harry- sin protestar toma a la muchacha del brazo y salen cerrando la puerta con seguro nuevamente.

No me afecta para nada que él traiga mujeres a la casa, al contrario, es mejor para mí que le hagan el trabajo que a mí me obliga a hacer.

Me meto a la cama y abrazo fuerte a mi almohada, creo que está noche no podré dormir.

Harry:

-Encárguense de ella- la tiro en brazos de mis hombres y ella entra en pánico. ¿A caso creía que la dejaría vivir después de traerla a mi casa?, vaya que estaba equivocada.

-Claro, señor- Carlos y Fredy se la llevan lejos de mi vista.

No sé cómo fui tan estúpido y no me di cuenta que esa habitación no era la de huéspedes. Subo a mi habitación y ella se sobresalta al verme entrar

-Quiero estar sola- Su voz es apagada y triste, creo que después de todo si le dolió la perdida de nuestro hijo.

-No te estaba preguntando- Entro y cierro la puerta con llave, la guardo en mi pantalón y me quito la camisa. Veo que me observa con detenimiento el área del cuello y recuerdo que traigo algunas marcas de Sonia ¡Mierda!

-¿Por qué no me matas? Ya no tengo ninguna garantía de vida-

-No me molestes con preguntas estúpidas-

-¡No son estúpidas!-

-¡Claro que lo son!- La miro hacerse bolita en la cama y esconder su cara entre sus piernas. ¡Dios, pero que piernas! Ella levanta la mirada y nota la intensidad de la mía, rápido se tapa con una cobija y casi la asesino con la mirada.

-¿Por qué te tapas?- trato de esconder el enfado que va creciendo dentro de mí, sé que le provoco miedo, pero es mía, toda ella me pertenece –Eres mía, toda tú me perteneces. Así que soy libre de mirarte desnuda si así lo deseo-

-Puedes ir a verle las piernas a la rubia con la que estabas- me mira con enojo

-¿Qué?- no puedo creer lo que escucho, -¿Estás celosa?- no puedo evitar emocionarme con sus palabras

-Claro que no, a mí no me importa con quien te revuelques, mientras te quiten las ganas a mí me vale-

-¿Tú crees que esa me quito las ganas de hacerte mía?- su cara empalidece al escuchar mis palabras –No te preocupes, Daniel me prohibió tocarte... por ahora-

-Entonces lárgate de aquí-

-Eso no significa que no pueda dormir contigo- Me quito el pantalón y me coloco uno de chándal, ella está por pararse de la cama –Ni se te ocurra moverte de donde estas- se queda inmóvil y me mira con miedo – Quítate el short- el miedo se apodera completamente de ella.

-Harry, por favor...-

-¡Quítatelo, o lo hago yo!- Lentamente dirige sus manos hacia el borde de su short y lo desliza por sus largas y delgadas piernas. Se queda solamente con una camisa mía, la cual le llega por debajo de los muslos.

Me meto en la cama y la tomo del brazo para jalarla hacia mí.

-Harry, suéltame, déjame dormir en paz- se tironea y remueve entre mis brazos.

La agarro firmemente de la cintura y la acerco a mi cadera, ella me mira con los ojos bien abiertos y empieza a temblar.

-Buenas noches, cariño-

  

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AICA <3

Mi Triste Realidad- Harry StylesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora