¡Imbécil!

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Daniel:

Puedo ver sus hermosos ojos azules llenarse inmediatamente de agua, su cabello castaño cae por sus hombros desnudos debido a que usa una blusa de tirantes, sus mejillas están húmedas y con un ligero color rosado lo cual hace resaltar la infinidad de pecas de ésa área.

-¿Estás bien?- guardo mi pistola, pues veo que más que ayudarla la he asustado

-sssss... siii, señor- asiento y me acerco a ella para desatar sus pies, veo como el pánico va creciendo dentro de ella a medida que me acerco

-¡No, por favor, no me haga daño, se lo suplico!- Eleva sus manos a la altura de su pecho y las junta como si de un escudo se tratara. Rio ante su acto

-Tranquila, solo te voy a desatar- le dedico una media sonrisa con la cual ella queda algo descolocada. Una vez que la he liberado de sus tobillos le extiendo la mano para que la tome. Algo indecisa toma mi mano y la levanto de la silla para sacarla del cuarto.

-¿A dónde vamos?- pregunta detrás de mí con algo de desconfianza

-A tu habitación- llegamos al final del pasillo donde se encuentra un cuarto para huéspedes - Entra- Le indico y veo que ella titubea, es como si quisiera salir corriendo en cualquier momento.

Le dedico una severa mirada y a ella no le queda de otra más que entrar a la habitación. Una vez que ha entrado cierro la puerta y le pongo llave. Escucho que empieza a sollozar y eso sinceramente me parte el alma, pero es la única manera de que Harry no la mate.

Bajo las escaleras y veo la puerta del despacho de Harry entreabierta, en eso pasa Carlos, un empleado de él.

-Hey, Carlos, hazme el favor de deshacerte del cuerpo que está en el cuarto pequeño de arriba-

-Claro, señor Daniel. Con permiso- asiento en su dirección y él se retira subiendo las escaleras.

Me acerco al despacho de Harry y puedo escuchar que está hablando por teléfono

-¡Si no te quiere pagar simplemente pon un plomazo en su cráneo! ¡¿A caso es tan difícil, Raúl?! Tienes hasta mañana para resolver esto, no puedo tener mercancía varada por tu puta culpa. Si mañana no está resuelto, el que tendrá una bala entre ceja y ceja serás tú-

Escucho un largo silencio y sé que ha dado por terminada la llamada. Entro y lo veo sentado en su sillón, su cara refleja frustración pura y un ligero toque de preocupación.

-¿Todo bien?- camino en dirección al sillón frente a su escritorio, me siento y lo miro esperando respuesta a mi pregunta

-Solo es el bueno para nada de Raúl y sus estupideces. Aun no entiendo por qué es que lo tengo con vida- pasa su mano con desesperación por toda su cara

-Iré a darle una vuelta hoy por la noche, no te preocupes-

-Thomas me llamó, ahora también somos dueños del área al sur del país, gracias a la muerte de Cristian-

-Vaya, eso es bueno ¿No?- lo veo pensativo, algo anda mal con él -¿Qué te pasa?-

Su mirada está clavada en el techo, sus pies están encima del escritorio, parte de su cabello cae suavemente por su frente y sus brazos están cruzados por detrás de su cabeza.

-¿Crees que algún día Ale llegue a quererme?- lo miro incrédulo y confundido ¡¿Harry Styles preguntado eso?!

-¡¿Qué?!-

-¡¿A caso estás sordo, estúpido?!- Vaya, creo que esto es serio

-Harry, ¿A qué se debe ésta pregunta?- golpe con fuerza el escritorio y pasa sus manos por su cabello desordenándolo a su paso

Mi Triste Realidad- Harry StylesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora