¡Son más míos!

1.4K 56 1
                                    


Harry

Dentro de la oscuridad del cuarto se puede observar el cuerpo inerte del idiota que se atrevió a quedar en deuda conmigo.

-¿Dónde quieres que lo tire?- Dice Daniel entrando a la habitación

-Donde sea, me da igual- Este es el 8 cuerpo de la noche, creo que Marc tendrá mucho trabajo

-Harry, creo que tienes que ir a ver a Ale. La he escuchado llorar toda la noche- la preocupación se ve reflejada en sus ojos

-Iré cuando pueda, ahora tengo que mantenerla lejos de mí sí quiero que los planes se realicen con éxito- Digo limpiándome la sangre que escurre desde mis manos a mis codos-¿Es el ultimo que quedaba?- Pregunto con ansias, el niega con la cabeza y puedo ver que abre la puerta para dejar entrar a Carlos el cual trae al último de la lista... de hoy.

Sonrío maliciosamente al tenerlo atado de pies y manos frente a mí.

-¡Por favor, te voy a pagar hasta el último centavo pero no me mates!- Chilla una y otra vez

-Por favor, no me hagas reír Ron. Has tenido más de 6 meses para pagar y no lo has hecho, creo que tú ya sabias las consecuencias de tu idiotez- Paso mis dedos por el delgado filo del cuchillo provocando que el miedo se dispare por todo su cuerpo - Muy bien, empecemos- digo acercándome a él

Este empieza a retorcerse en la silla lo cual le provoca más dolor del que estoy a punto de causarle.

Tomo su quijada con fuerza entre mi mano izquierda y con la punta del filoso cuchillo empiezo a marcar mi tan famosa "H" los gritos de dolor que inundan toda la habitación son placenteros para mí, es como un canto para mis oídos.

Una vez terminada mi obra maestra enciendo mi cigarrillo para empezar a dejar marcas en su morena piel. Sus gritos y chillidos no cesan y eso hace que mi inspiración crezca cada vez más.

***

Una vez que todos los cuerpos están depositados en la camioneta, Carlos enciende el carro para irse alejando rápidamente en dirección de algún rio cerca.

Veo que Daniel aún sigue algo pensativo y eso no me gusta.

-¿Qué es lo que pasa?- Digo regresando al interior de la casa para ser seguido por él

-¿Cuándo dejaras libre a Ale?- El escuchar esas palabras provoca que la saliva se atore en mi garganta

-Dejaré que los niños crezcan por lo menos hasta que puedan reconocer mi rostro ¿Sabes? quiero escuchar la palabra "papá" de sus pequeños labios, tan solo eso- Digo entrando a mi oficina y tomando asiento en el primer sillón a mi paso

-Espero que no te arrepientas en el transcurso del tiempo- sus palabras salen con notable cautela

-Yo también espero lo mismo- Digo pasándome ambas manos con frustración por mi cabello, este tema me pone demasiado tenso

-Tu pedido está afuera- Dice Daniel metiendo su teléfono al bolsillo. Sonrío ante sus palabras y asiento

-Súbelo. Y asegúrate de que traiga todo lo necesario- me levanto del sillón y me dirijo a mi habitación para despertar a Ale en caso de que estuviera dormida

Al entrar la imagen más hermosa en toda mi puta vida se hace presente.

Ale se encuentra acostada con ambos bebes a su costado, ella los abraza con cuidado y ternura, son tan pequeños que caben perfectamente en su antebrazo izquierdo. Los tres están dormidos y eso le da un toque de tranquilidad al cuarto.

Mi Triste Realidad- Harry StylesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora